Aunque la respuesta no es clara, existen argumentos para pensar que sí. La subida sigue dejándolos en una posición aún extremadamente atractiva en términos de ratios y su peso en las carteras sigue siendo muy bajo, lo que llevaría a un posible cierre de cortos
que en casos sectoriales pueden darnos retornos como los vistos en materiales básicos.
A esto hay que añadir a unos bancos centrales muy dovish, pero algo menos y a unos beneficios que no son extraordinarios, pero que en el segundo trimestre sorprendieron positivamente.
Guggenheim S&P 500 ETF
Los alcistas del AAII Investor Survey en lecturas inferiores a 30%
Centrado el asunto, otra de las grandes dudas que nos entran en este punto es qué y cuanto comprar. En este sentido el sector debería seguir con un peso no excesivamente elevado, pero creciente en nuestras carteras.
Una aproximación prudente puede ser comprar un ETF sectorial, lo que diluye la concentración y ayuda a diversificar. Sin embargo, no nos hemos querido quedar ahí y hemos hecho un ejercicio de Bancos aceptables y No aceptables dentro de un cartera.
Partiendo de nuestro modelo basado en ROTE, valoración y riesgo (ratios de capital), pero no implicando obligatoriamente que mayor potencial signifique una mejor opción, si no que incluso puede ser un “value trap”, concluimos que los bancos franceses, holandeses y Santander (se podría añadir BBVA) son los más interesantes.
No obstante, la opción que entra en los listados es ABN Amro. No tiene nada que ver con el banco que tuvo que ser rescatado. Con un negocio centrado en Holanda, banca comercial y con una estructura de costes muy contenida y ratios de capital altos, aunque no es el banco más barato sí aúna seguridad con ROTE elevado. Por ello creemos que es un buena forma de empezar a invertir.