Era lo que más se temia y al final, ha llegado. El Gobierno de Alexis Tsipras ha impuesto el control de capitales en el país para evitar la fuga masiva de depósitos
. Aunque Yanis Varoufakis ha intentado transmitir un mensaje de tranquilidad, asegurando que tanto pensiones, como salarios y ahorros están garantizados, lo cierto es que ha tomado medidas como el cierre de los bancos mañana - en un período que podría ser de dos-tres días y hasta una semana- con la limitación de poder sacar 200 euros por persona en el cajero.
El temor a un lunes negro al calor de los mensajes que han mandado durante el fin de semana los distintos líderes ha provocado el nerviosismo entre los ciudadanos griegos, que han salido a la calle. Y ello a pesar de que ayer la Unión de Bancos de Grecia diera órden de reponer fondos en aquellos cajeros que se habian quedado sin dinero.
Dentro de este control también se ha cerrado la bolsa griega por hasta una semana apetición del consejo.
Una decisión que llega como guinda a un fin de semana convulso que ha terminado con la convocatoria de un referendum en Grecia y con dudas sobre si el BCE extenderia o no su programa de asistencia de liquidez. Por ahora, Grecia seguirá conectada al programa del BCE, tal y como ha confirmado hoy el propio presidente del organismo, Mario Dragui.
Ahora tanto los gobiernos francés como el alemán han convocado reuniones de urgencias. Angela Merkel se reunirá mañana con distintos líderes para evaluar la situación. Su homólogo francés, François Hollande ha convocado a las 9.00 horas de mañana un consejo de ministros para lo mismo. Rajoy hará lo mismo.
La duda está en saber el efecto que tendrá esta situación sobre el resto de países. Los economistas hablan de que para España supondría un 2,8% del PIB en préstamos, que sería el equivalente a la mitad del rescate a las cajas de ahorro. En total cerca de 26.000 millones en préstamos bilaterales y avales concedidos al país heleno.