El Oro brilla con luz propia. El registro de nuevos máximos anuales e históricos se ha convertido en una constante a lo largo de los últimos meses y, no es para menos, ya que el actual contexto macroeconómico es un claro viento de cola para seguir priorizando un escenario positivo en el medio y largo plazo.
Varios son los argumentos que respaldan este buen comportamiento. Por un lado, (1) la tendencia de los principales Bancos Centrales a recortar los tipos de interés, proceso de flexibilización monetaria que, a su vez, (2) genera la incertidumbre en cuanto a la capacidad de las economías de evitar daños mayores. Por ejemplo, en la Eurozona los indicadores adelantados como los PMIs siguen denotando una actividad débil, mientras en EEUU el foco se centra en el aumento de la debilidad del mercado laboral.
Por otro lado, (3) la debilidad del dólar norteamericano, con una caída superior al 6% desde los máximos del mes de abril en el índice dólar, es un espaldarazo a la cotización del Oro, (4) la demanda de Oro físico por parte de China, así como la acumulación o entradas en ETFs minoristas y, todo ello, aderezado por (5) la incertidumbre geopolítica derivada por la guerra en Ucrania, Líbano, y las próximas elecciones generales de EEUU el próximo día 5 de noviembre.
La alegría se filtra a las mineras de Oro
Desde un punto de vista de precios de cotización, el ETF de VanEck Gold Miners (G2X), que aglutina las principales compañías de la industria minera de Oro y Plata, se encuentra en pleno ataque y superación de la banda de resistencia de un rango lateral que, sin lugar a dudas, podríamos calificar de estructural a lo largo de los últimos años. Su superación, abre el camino para mayores ascensos, lo que extendería en tiempo y forma el proceso alcista generado desde los mínimos de febrero 2024.
VanEck Gold Miners UCITS ETF (G2X) en escala semanal con volatilidad (ventana central superior), MACD (ventana central inferior) y volumen de contratación (ventana inferior). Fuente