Bitcoin ya ni tan siquiera sobrevive a la debacle. Los expertos habían puesto este fin de semana la cota en la ruptura del soporte de los 20.000 dólares. Un nivel que el mercado había aplaudido al respetar ese foco tan importante. Pero el sábado rompía los esquemas hasta colocarse incluso en los 17.600 puntos. Por tanto, pierde un 74% desde sus máximos de noviembre.
Se rompía por tanto la secuencia que los analistas de Arcane Research, Vetle Lunde y Jaran Mellerud destacaban. Que Bitcoin nunca había caído por debajo de sus soportes de ciclo anteriores durante toda su vida activa de negociación, que se retrotrae a los 12 últimos años. Y ponían el foco, no expresamente al hecho de haber topado en sus mínimos por encima de los 20.000, en concreto el pasado viernes en los 20.088 según CoinDesk, sino de la cota de los 19.511 dólares, que como vemos, no ha logrado mantener, tras romperla a la baja.
En declaraciones a Bloomberg ambos destacaban que una potencial visita de su precio por debajo de ese nivel, tal y como ya se ha producido, podría llevar a caídas muy importantes y a una reducción del apalancamiento por lo que es un nivel crucial, en especial para los holdlers, los que tienen activos criptográficos a largo plazo. Venta masiva por tanto que se ha determinado durante el fin de semana.
Pero. una vez más, ha vuelto a resurgir, desde mediodía del domingo, implementaba ganancias más que importantes, de nuevo marcadas por la volatilidad recuperando posiciones.
En su gráfica de cotización vemos que el activo volvía a tocar niveles no vistos desde diciembre de 2020 con un recorte de nada menos que del 31% en la última semana, que se ha colocado en casi la mitad en un solo día. De hecho, ahora pierde en los últimos siete días un 16,55%, con pérdidas mensuales del 31,4%, semestrales del 56,21% y anuales que alcanzan el 56,7%.
En el índice del miedo y la codicia volvemos a tocar niveles de miedo extremo en el 6 durante todo el fin de semana, a menos de la mitad de la pasada semana, que marcaba 14, para hacernos una idea de su situación. Todo ello para después remontar en las últimas horas y aunque no sale del miedo extremo su nivel se eleva hasta 9.
Además, su capitalización se muestra claramente a la baja, en los 382.140 millones de dólares, que le lleva hasta el puesto número 17, por detrás de Nvidia en la clasificación mundial, pero mejora desde el 19 al que llegó a caer el pasado sábado.
Y ese hecho, el de la pérdida de la capitalización, que en global apenas supera en el ámbito de las criptomonedas los 877.640 millones de dólares. Su peso específico entre las criptomonedas representa el 43,4% del mercado, recuperando más de un punto desde ayer.
Respecto de su precio, empezamos con lo malo y terminamos con lo bueno. Por un lado, vemos que el CEO de DoubleLine Capital, Jeffrey Gundlach apodado “el rey de los bonos” y con una fortuna de unos 2.000 millones de dólares, se muestra muy desalentado porque considera que Bitcoin no va a poder mantener los niveles de precio actuales, ni mucho menor. Incluso considera que puede recortar hasta quedarse en unos 10.000 dólares.
Considera que el activo se apagó hace mucho tiempo, y no ha dejado de caer, en una espiral bajista continua desde sus máximos. Recordar que el multimillonario nunca había apostado por Bitcoin hasta 2020, con la llegada de la pandemia y cuando los precios empezaron a subir al considerarlo un potencial cobertor ante la inflación.
Tampoco apuesta por su presente Mike McGlone, el analista de commodities de Bloomberg. Destaca que, en las condiciones actuales, el activo incluso podría llegar a valor un cuarto de su precio actual, con caídas hasta los 5.000 dólares, sumido en una enorme volatilidad ante la fase de mercados que vivimos. Eso en foto fija de este momento. Y es, en especial, por la gran correlación que Bitcoin presenta con un Nasdaq que pierde un 31% en lo que va de este 2022
Pero lo cierto es que el analista sigue confiando claramente en el activo a medio plazo. En concreto, con la expectativa puesta en 2025, destaca que podría volver sobre nuevos máximos en la cota de los 100.000 dólares por activo. Considera que podría producirse en este periodo de tiempo una gran reversión en los mercados, desde los niveles actuales en la que los precios volvieran a una tendencia creciente.
Con el fin de lo que considera un largo criptoinvierno, con visos también claro de verano, estima que el protagonismo de Bitcoin volverá y se comportará como uno de los mejores activos del planeta. Considera que a la primera criptomoneda del mercado se unirán tanto el oro como los bonos del tesoro de Estados Unidos a largo plazo. Además, considera que la oferta de Bitcoin disminuye conforme pasa el tiempo, mientras que la demanda y la adopción de la divisa virtual, están aumentando.
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