Irán produce al día 3,6 millones de barriles de petróleo y exporta 1,7 millones de petróleo y productos condensados y el único comprador es China porque es el único país que se atreve a desafiar las sanciones impuestas por Estados Unidos. Y "si Israel bombardea la mayor terminar de exportación de petróleo de Irán, ese petróleo que envía al mercado no podría comprarlo China, la respuesta sería cerrar el estrecho de Ormuz y el precio del petróleo se incrementaría. Tanto Israel como el resto del mundo tendríamos que pagar el petróleo más caro. Esa no parece la opción más rentable"
¿Y si los israelitas bombardean las refinerías? Irán, al no producir esos 2,9 millones de barriles, los exportaría y China tendría que comprarlos a un precio menor con lo que el precio del petróleo caería e Irán no podría cerrar el Estrecho de Ormuz.
En este caso, "a nivel interno las autoridades tendrían que comprar productos refinados, gasolinas, diésel o combustible para sus residentes pero, como el mundo ve que Irán lo necesita, subiría el precio de los refinados para ellos y a nivel global, con lo que nos perjudicaría por la demanda. Pero además, como Irán lo compraría más caro, al venderlo a los iraníes tendría que subvencionarlo porque sino tendría una revuelta social".
Desde un punto de vista económico, Israel intentará bombardear las refinarías e Irán tratará de defenderlas. Y esas son las consecuencias que podrían derivarse de una opción u otra.