Fase de liquidación (bloque de crédito)
Aquí la oferta de crédito se restringe y muchos prestamistas desaparecen y quiebran. Otros , en cambio, necesitan ese crédito para recomponer su liquidez y no están dispuestos a prestar. Por otro lado, lo que se hunde de forma considerable es la demanda de crédito pues estamos ante una claudicación, los agentes que todavía siguen, empiezan a liquidar sus empresas, se anuncian concurso de acreedores, deciden repagar sus deudas sin pedir más crédito sino liquidando sus activos por lo que ya no hay demandantes para refinanciar sus deudas, la demanda deja de existir. Se dice que los bancos no quieren prestar y así mejorar su liquidez, no menos cierto es que los empresarios asumen que han acometido malas inversiones en el pasado y deciden sanear su situación y “ya veremos en un futuro si me embarco en proyectos empresariales” es decir ya no hay demanda de crédito empresarial para invertir. Además existe una nueva reclasificación de riesgos, que implica que aunque los bancos quieran prestar a agentes que con la misma solvencia en el pasado, éstos no existen, no tienen esa solvencia, es decir la demanda de la calidad de crédito ha desaparecido. La demanda solvente se ha hundido más que proporcionalmente que la oferta de crédito existente. De hecho lo que ocurre es que las familias y empresas no se quieren endeudarse más y lo que desean es repagar sus deudas antiguas, esto último en realidad es como ofrecer más crédito, pues se mejora la posición del prestamista para volver a prestar, todo esto implica que los tipos caerán a excepción que nos encontremos en una fase intermedia entre la fase de la lucha por la liquidez y la fase de liquidación donde habrá nuevas rondas para intentar refinanciarse por ejemplo ,el Estado no quiere quebrar y por tanto sigue demandando más crédito para refinanciarse, hay empresas que no deberían estar en posición de quebrar, pero sin embargo lo están y quieren refinanciarse y por lo tanto la fase de liquidación se puede alargar a través de una contracción secundaria, es decir, puede haber una nueva ola de lucha por la liquidez que empuje al alza los tipos de interés, pero en general, los tipos de interés en la fase de liquidación son históricamente bajos.
Fase de liquidación (bloque de actividad y expectativas)
El Pib se desploma, hay menos gasto, antes gran parte del gasto se basaba en la deuda y ahora ya no hay tanta deuda por lo que el Pib cae, pero además los modelos empresariales que se gestaron durante la etapa de degradación de la liquidez dejan de ser viables y hay que liquidarlos, se empiezan a destruir empresas. En definitiva hay un menor gasto global y un menor gasto concentrado en ciertas industrias particulares (ladrillo), la industria del ladrillo no se ha desmoronado porque el endeudamiento global del país haya descendido un 10%, se ha desmoronado porque se ha perdido el 90% de la demanda( el modelo empresarial debe cambiarse o sustituirse), si no hay una caída más abrupta del Pib es porque de alguna manera estamos anestesiando el camino de la recuperación. Luego, en esta fase la capacidad ociosa de las empresas y el desempleo empieza a aumentar porque las empresas que continúan en el mercado que tenían mucha demanda en el pasado, funcionan a ralentí y porque factores productivos como el trabajo no encuentran cómo recolocarse, no han nacido los nuevos modelos de negocio, hay una etapa de incertidumbre y de dudas donde los empresarios están pensando ¿qué será lo más provechoso en un futuro? Y por tanto no se contrata, hay que recomponer los planes financieros y productivos antes de empezar a ser operativos. En esta fase las expectativas están en su punto más bajo y se realimentan de forma negativa, todo es negro, nadie ve cuando va a acabar esto. En esta fase si no se degenera, es una fase para empezar a pensar en invertir, ya que los precios están artificialmente deprimidos, la actividad está paralizada y empresas que en un futuro cuando se recupere la demanda y el gasto normal empezarán a crecer, pues ahora están en mínimos.
Fase de liquidación (bloque de precios)
Aquí como se venden los activos, los precios empiezan a caer de manera abundante, tanto por el aumento de la oferta como por el lado de la demanda pues ésta estaba basada en el crédito. Por ejemplo en el caso de la vivienda, si ya no hay demanda de crédito y la oferta aumenta, pues los precios deberían desplomarse un 50 o 60 %, que es algo raro en el resto de la economía, el consumo de carne no se desploma un 60%. Si el Ipc cae un 2 o 3% y hay activos que caen un 60% eso es porque están en fase de liquidación. El precio de los factores productivos más abundantes (el trabajo) también tiende a caer, luego hay precios de factores más específicos (materias primas, cuellos de botella), donde los precios no tienen por qué caer, puede ser que caigan algo en primera instancia, pero se recuperan rápidamente pues son relativamente escasos. El tipo de cambio oscilará en función si el país se ha estabilizado o si se espera que siga recurriendo a la depreciación y siga entrando en crisis. Las finanzas del Estado aquí se degradan de una manera absoluta, porque los ingresos extraordinarios de la burbuja desaparecen y existen ciertos gastos que se activan automáticamente en momentos de crisis (subsidio de desempleo). La posición financiera del Estado se ve más agravada porque como predomina la teoría keynesiana donde hay que endeudarse lo más posible durante las depresiones, existen políticas discrecionales que tienden a gastar más de lo que se ingresa.
Fase de recapitalización (bloque de crédito)
La oferta de crédito vuelve a ser mayor, los oferentes se han saneado y no se presta al mismo ritmo del inicio del ciclo. La demanda es más solvente que antes, se han recapitalizado los deudores, pero como se ha aprendido a vivir con menos crédito que durante la fase del boom no hay tanta demanda como en los años de felicidad de la degradación de la liquidez. Las empresas se financian con un porcentaje mayor de fondos propios, no se necesita tanto endeudamiento ni siquiera a corto plazo, con lo que los tipos de interés se mantienen bajos al menos hasta la siguiente ronda de manipulación del crédito.
Fase de recapitalización (bloque de actividad y expectativas)
El Pib vuelve a crecer, los empresarios se han saneado, y han encontrado nuevos modelos de negocio donde invertir. La capacidad ociosa empieza a descender porque al crear nuevos sectores económicos, parte de la demanda que se posibilita con esa creación de nuevos sectores económicos, trabajadores que trabajan y cobran, proveedores etc, se redirigen a las industrias que ya existían y por tanto la capacidad de producción de estas industrias aumenta (su capacidad ociosa baja y el empleo va en aumento según se van recolocando a los trabajadores). Las expectativas van mejorando pero de manera cauta, todavía está en la memoria el descalabro anterior.
Fase de recapitalización (bloque de precios)
Los precios de los activos se estabilizan y muchos aumentan debido a mejores expectativas y mayor abundancia de ahorro , incluso si la liquidación de algunos activos había sido muy fuerte y por lo tanto estos activos estaban artificialmente deprimidos crecen en intensidad. Los costes y precios de bienes no suben, porque aunque hay más demanda es demanda basada en producción presente que se alivia o contrarresta por la oferta existente. No es demanda basada en producción futura que eleve los precios presentes. Los tipos de cambio se aprecian con respecto a los niveles de depresión, sobre todo si el país que antes importaba se convierte en exportador neto ya sea porque ha pagado sus deudas y se ha capitalizado, o porque empieza a pagar sus deudas y no necesita de financiación externa para crecer, por tanto, la moneda tiende a ser más apreciada internacionalmente. El Estado empieza a salir de los apuros financieros, ya que sus ingresos empiezan a crecer y sus gastos relacionados con la coyuntura se reducen.