Arrancamos un mes de marzo en el que colean las últimas cuentas empresariales correspondientes a 2022. En EEUU ya han publicado resultados trimestrales el 95% de las empresas. ¿Cómo han influido estás últimas cuentas en los índices americanos? La semana pasada el Dow Jones caía en 4 de las 5 sesiones… y en el año resta cerca de un 1,5%, pero el Nasdaq 100 sube más de un 10% y el S&P500 cerca de un 4%. Cifras muy dispares en los índices americanos... ¿Cómo podríamos analizarlo? ¿Las tecnológicas vuelven a ser uno de los principales focos de los inversores?
Creo que, de momento, no; al menos yo no lo observo ni en los índices tecnológicos, ni tampoco en el de semiconductores de Philadelphia. Por otro lado, tampoco creo que los resultados financieros hayan sido el factor fundamental para que febrero en Estados Unidos haya transcurrido matizando todo lo previo, porque es que lo previo (la subida de enero) era una auténtica barbaridad, y a ese ritmo desde luego pues no se podía seguir. Eso tenía que matizarse. Pero esa buena lógica solamente ha afectado a los mercados americanos, no a los mercados europeos. Creo que los americanos han estado más afectos en cuanto a su direccionalidad, a la evolución precisamente de los datos macroeconómicos y sobre todo de la inflación y la fortaleza o debilidad de la economía, y se han ajustado con mucha mayor rapidez, como tiene que ser, a mi entender, teniendo en cuenta lo que está realmente sucediendo. Así tenemos al DOW JONES bajando; si pierde la zona de los 32.570 y posteriormente la de 32.325, esa franja es la que determina el hecho de que efectivamente nos encontremos ya ante un índice que vaya a corregir una buena parte de lo que ha sido toda la subida desde octubre, que, por otro lado, es lo que parece más lógico. En el S&P 500 esa función la cumple el nivel de 3.930, que es por donde más transita la media móvil de 200 sesiones y es el 0,382% de lo que ha sido toda la subida desde octubre; pero tampoco no hay aún las suficientes pistas como para determinarlo. Y el NASDAQ 100 está justamente coqueteando con ese 0,382% y, por lo tanto, hay que estar muy atentos a los mínimos de 11.900 cuya ruptura a la baja también determinaría una continuidad en el escenario correctivo. Pero nada que ver con lo que está sucediendo en el mercado europeo; creo que los índices americanos están mucho más apegados a la realidad macroeconómica de lo que lo está de Europa.
Los mercados europeos se encuentran, por el contrario, cerca de máximos. Sin embargo, el run run del mercado sobre una próxima corrección bursátil no deja de sonar, ante una inflación que persiste. ¿Qué niveles tenemos que vigilar en Europa?
No sé que está sucediendo porque, a mi parecer, es irracional. Acabamos de conocer nueves niveles de inflación al alza en Alemania, Francia y España, con una subyacente que escala hasta el 7,7% (niveles que no veíamos desde el año 86). Esto en cualquier otro momento de nuestro discurrir con arreglo a la macroeconomía habría tenido que derivar en caídas importantes. Pero no solamente no es así sino que el CAC40 está a un 0,3% de sus máximos históricos, razón de más para pensar que lo más probable es que caiga, pero también había motivos hace dos semanas para pensar que eso debería haber sucedido y no ocurrió. No sé si esto pasa porque continúa existiendo en Europa esa sensación de euforia como consecuencia del dinero con el que venimos jugando desde hace tantos años gracias a la intervención del Banco Central, al escaso drenaje de liquidez que está haciendo el Banco Central. No sé cuál es el motivo porque no hay un uno ni dos, son mil factores que se me escapan para justificar tanta descorrelación entre la economía y la evolución de los índices. El DAX, por ejemplo, está ahora mismo bordeando la parte alta del rango de las últimas tres semanas. El EURO STOXX 50 exactamente igual. El índice sectorial bancario europeo rompiendo la zona de 117 que era una resistencia enorme. En España, el IBEX 35 está en nuevos máximos históricos en gráficos que ajusten pagos de dividendos, y camino de buscar la proyección del techo del canal en el que está metido el precio: la zona de 9.800, 9.900 e incluso 10.100. Pero lo que ocurre es que el gráfico de la evolución del Ibex está distorsionado como consecuencia de los dividendos tan disparatados que se pagan en España; la verdad es que hay una descorrelación tremenda.
A estos precios, ¿en qué sector vale la pena seguir invirtiendo? ¿Algún título del Ibex que destacaría para entrar?
Indra, Sacyr y Telefónica siguen teniendo muy buena pinta, al igual que BBVA, que podría irse tranquilamente a sus máximos históricos. Que eso tenga mucha lógica o no, no es lo importante, porque lo cierto es que sigue subiendo y, en este caso, viene avalado con los mejores resultados de su historia. Por lo tanto, independientemente de los beneficios o perjuicios que pueda tener el hecho de que el Banco Central Europeo pueda seguir subiendo tipos, tenemos a BBVA rompiendo resistencias enormes de largo y ahora mismo su único objetivo son los máximos históricos. Telefónica también tiene muy buena pinta mientras aguante por encima de 3,75, pero no sólo Telefónica sino prácticamente todo el sector de las grandes telecos en Europa está muy bien. Por otra parte, a poco que el índice sectorial bancario europeo comience a confirmar por encima de 117 y esté un par de días pues en la zona de 118,50 o de 119, el sector bancario también brilla.
Para terminar, sin duda una de las protagonistas del Ibex 35 de la semana es Ferrovial tras conocerse su salida de España. ¿Cómo cree que influirá esto en la cotización?
Más allá de lo que yo crea es lo que cree el mercado, y el mercado por lo menos no lo está tomando a mal, de hecho el valor está subiendo. Además, hay que tener en cuenta que prácticamente se está encontrando nuevamente con la zona de los 28 que fueron los máximos de febrero de 2020 y esto es lo que está limitando más al precio, no el anuncio que acaba de hacer. Al fin y al cabo ahí tenemos un colchón, es decir, para todos aquellos que no avalen el cambio de sede, Ferrovial se ha comprometido a pagarles 26 euros, por lo tanto ahí ya tenemos un freno, un stop para el precio, caso de que estamos hablando de un 3% por debajo.