Una de las principales novedades recientes ha sido la fuerte subida de los precios de la energía, incluido el precio del gas y la electricidad en los últimos meses y, más recientemente, el precio del petróleo. De hecho, varios factores han llevado a un fuerte aumento de los precios del gas en la zona euro durante varios meses, en particular las bajas existencias después de un invierno frío, la fuerte demanda cuando la economía se reabre, el impacto del precio de las emisiones de carbono, la falta de alternativas energéticas y suministro limitado de Rusia. El precio de la electricidad, que a su vez está determinado por los precios del gas, también ha aumentado significativamente.
La subida de los precios de la energía probablemente será más modesta en los próximos meses, ya que algunos gobiernos están dispuestos a intervenir para limitar sus subidas, a través de reducciones en los impuestos a la energía (en España, Italia y Francia); mientras que en Alemania ya existe un mecanismo de "suavización". Además, la Comisión Europea ha mencionado en los últimos días que los estados podrían cambiar el IVA y los impuestos especiales (impuestos indirectos) con el fin de reducir el impacto de la subida de los precios.
El aumento de la inflación global también incluye un aumento de la inflación subyacente: del 0,7% interanual en julio al 1,6% en agosto y al 1,9% en septiembre. El repunte de la inflación subyacente en agosto estuvo impulsado por los precios de los bienes (excluida la energía) debido, por un lado, a factores específicos como la anulación de la reducción del IVA en Alemania y el decalaje de las ventas en Francia e Italia y por otro lado, a las restricciones sobre la oferta ligadas a una grave escasez de suministros. En septiembre, el repunte de la inflación subyacente estuvo impulsado por los precios de los servicios en relación con la reapertura de los sectores afectados por las medidas restrictivas. Dicho esto, el índice de precios del sector servicios todavía está por debajo del nivel anterior a la Covid.
En cuanto a la subida de los precios de los bienes (excluida la energía), la fuerte subida de agosto de casi 2 puntos hasta el 2,6% interanual, retrocedió algo en septiembre, bajando 0,5 puntos hasta el 2,1% interanual. Esta moderación se explica por la desaparición parcial de factores específicos. Aparte de esta distorsión, las restricciones sobre las cadenas de suministro continuaron ejerciendo una presión al alza sobre los precios de los bienes, especialmente sobre los duraderos. Los detalles que se publicarán a finales de este mes con la versión final identificarán mejor estas presiones al alza.
La inflación global y subyacente debería seguir aumentando durante los próximos meses, alcanzando un máximo en noviembre, en torno al 3,5% interanual y el 2,5%, respectivamente, antes de desacelerarse significativamente en 2022 .