¿Cuáles son los mayores pesos sectoriales en los portfolios internacionales de Gesconsult?
Actualmente, y desde hace dos años, el mayor peso lo tenemos en el sector tecnológico, dentro del cual caben otros subsectores que realmente no tienen nada que ver los unos con los otros. Nosotros tenemos un 18% de peso en software, que generalmente tiene un corte defensivo porque tiene una alta recurrencia de ingresos y es cierto que son inversiones que se mantienen muy bien en las diferentes partes del ciclo económico. También tenemos un 10% en hardware, que incluiría la parte de semiconductores, y esto en cambio sería más cíclico. Con ello a pesar que tenemos un 45% en tecnológica, tenemos también compañías de pago, videojuegos, compañías de internet, etc., por lo tanto dentro del sector tecnológico nuestras inversiones están muy diversificadas. Por otra parte, tenemos un 12% de peso en el sector salud y otros sectores como el consumo discrecional con compañías de lujo también tienen un importante peso en nuestras carteras a nivel global, en torno al 10%
¿Y a nivel de valores concretos?
En software por ejemplo tenemos SAP en Alemania, Dassault Systemes en Francia... Compañías de semiconductores tenemos ASML, un fabricante francés de materiales para el sector de semiconductores que se llama Soitec... Y luego en compañías de internet apostamos por Prosus en el caso europeo. En consumo discrecional, tenemos a Kering, Adidas, algunas plataformas de ecommerce del tipo Amazon... Y en el sector salud nos inclinamos por compañías de tecnología médica como puede ser Siemens Healthineers o la holandesa Philips.
En el último mes, ha habido un claro movimiento de rotación de valores hacia sectores más ligados a esas expectativas de inflación -banca y petróleo, por ejemplo-. ¿Cree que estas compañías aún tienen un mayor recorrido de aquí a final de año o ya cuentan en precio un escenario digamos “optimista”?
Lo que está claro es que han metido ya mucho de eso en precio y ya no están tan baratas como lo estaban a comienzos de año o incluso a finales de 2020. Dicho esto, creo que el mercado y la economía no entienden de años estancos, y lo que hemos visto a lo largo de 2021 se extenderá posiblemente a comienzos de 2022. Indudablemente, hay partes del mercado de todos esos sectores cíclicos a los que todavía les queda recorrido. Nosotros en nuestra cartera global no "jugamos" a intentar acertar con el "timing" sino que nuestra estrategia es seleccionar compañías de calidad con las que poder surcar escenarios de reflación pero también escenarios en los que lo hagan mejor empresas de perfil defensivo o lo que hablábamos de la tecnología, de activos de larga duración con mayor sensibilidad a los tipos, que es cierto que quizá el contexto desde el punto de vista de la valoración no es tan positivo pero al fina y al cabo son compañías que crecen a unas tasas muy por encima de la media del mercado, que tienen retornos por encima de la media del mercado y que no tienen riesgo de balance ya que cuentan con mucha caja y unos modelos de negocio muy protegidos.
En sus fondos de perfil global no tienen bancos, pero en el ibérico tiene a Banco Santander, Unicaja y Bankinter. ¿Valoran la posibilidad de aumentar o reducir la posición en alguno de ellos?
La estrategia para las carteras globales no es la misma que la de nuestra estrategia ibérica, y la razón es la composición del benchmark, el Ibex 35, que es el índice con el que nos medimos. El sector bancario pesa un 25% en el indice por lo que un inversor que quiera batir al indice no puede no estar en banca y más en un año como el actual, donde los bancos lo han hecho muy bien. Bajo esa premisa, hemos subido peso en bancos y muy probablemente entraremos con este posicionamiento en 2022, primero porque no hay que cambiar la estrategia porque cambie el año y, además, porque pensamos que este escenario de inflación muy por encima del objetivo del BCE se va a prolongar probablemente en el primer trimestre del año. Tiene sentido extender ese posicionamiento hasta que veamos un escenario en el que la inflación empieza a flojear y el discurso del BCE vuelva a ser algo más dovish.
Si hablamos de empresas ligadas al turismo, ¿en qué valores confía en estos momentos tan complicados para el sector Gesconsult?
En las carteras globales tenemos un valor que nos gusta mucho que es Airbus y lo vemos como una forma de jugar el sector turismo pero en segunda derivada, ya que las compañías que están en primera línea (tipo aerolíneas) han sufrido mucho más la crisis y están en una situación financiera, sobre todo si atendemos al balance, muy delicada. Por ello, preferimos jugar la recuperación del turismo con compañías que están más bien en segunda línea pero que tienen unos modelos de negocio más protegidos, con menos competencia y son empresas que parten con un balance más saneado porque han sabido sortear mejor la crisis o porque por la naturaleza del modelo de negocio lo han resistido mejor. En España, tenemos a Amadeus por la misma lógica aplicada en este caso al sector software que sirve a la vertical del turismo. Amadeus es cierto que ha tenido unas caídas de ventas importantes pero son capaces de proteger los márgenes, han quemado mucha menos caja de lo que quemaría una aerolínea y eso les permite no tener que ampliar capital de una forma que diluya al accionista significativamente y poder reactivar el vuelo ahora con la reactivación del turismo.
¿Dónde estarán las mayores oportunidades del mercado en 2022? ¿Qué tipo de empresas son las que debemos primar en cartera?