2020 ha sido cualquier cosa menos un año "normal", aunque el balance de las bolsas sugiere lo contrario. ¿Qué tendencias ha dejado el final de 2020 en los mercados? A continuación lo analizamos:
Tendencias del mercado de renta variable: volatilidad
Los resultados "normales" a finales de 2020 ocultan la mayor corrección del mercado de valores y la recuperación más rápida en varias décadas, además de las considerables variaciones de rentabilidad por regiones, estilos de inversión y sectores.
Tras la euforia vivida por los mercados de valores en noviembre debido a la eficacia de las vacunas, en diciembre experimentaron una modesta subida de precios. Las bolsas estadounidenses pudieron, una vez más, registrar nuevos máximos en el último mes, pero la debilidad del dólar las convirtió, en términos de euros, en la región de menor rendimiento. Los inversores volvieron a centrarse en las incertidumbres a corto plazo en diciembre. Así pues, los mercados de valores europeos experimentaron cierta volatilidad. Debido al creciente número de contagios por Covid-19 y a las medidas de contención más estrictas adoptadas en muchos países y al bloqueo del paquete de medidas de ayuda en EE.UU., los inversores tuvieron algunas dudas sobre su entusiasmo del mes anterior.
Por otro lado, en Europa se percibió un suspiro de alivio después de que las negociaciones a largo plazo entre UE y Reino Unido finalmente resultaran en un acuerdo de Brexit.
Los mercados emergentes también tuvieron un buen comportamiento en diciembre. América Latina fue la más atípica, pero la región sólo pudo compensar parte de las pérdidas de principios de año. En todo el 2020, los mercados asiáticos fueron los que definitivamente tuvieron un mejor comportamiento. En diciembre, las acciones value no pudieron superar las rentabilidades de las acciones de crecimiento, como venía sucediendo en meses previos. Los nuevos contagios por Covid frenaron la rotación sectorial hacia los valores cíclicos.
Tendencias del mercado de bonos: estabilidad
Los tipos de interés de los bonos de referencia en Alemania y Estados Unidos volvieron a estar planos. El tipo alemán a 10 años fluctuó alrededor del -0,60%, mientras que el estadounidense se mantuvo dentro de un margen estrecho, alrededor del 0,95%. Sin embargo, esta estabilidad de los intereses nominales oculta una recuperación de las expectativas de inflación (sobre todo en Estados Unidos) y una caída de los tipos de interés reales.
Los diferenciales de rendimiento de los países del sur de la Eurozona experimentaron una ligera y continua disminución en diciembre, volviendo a los niveles de febrero, previos a la pandemia.
Los diferenciales de los bonos corporativos también se mantuvieron bastante estables en diciembre, tanto para el segmento de grado de inversión como para el de alto rendimiento. Hay que tener en cuenta que el BCE seguirá comprando bonos corporativos de grado de inversión en 2021.
Divisas: dólar débil
El dólar estadounidense siguió depreciándose en diciembre. La mejora en el sentimiento de los mercados financieros fue acompañada de una reducción de la demanda del dólar como activo refugio. Además, las expectativas de inflación en EE.UU. son más altas, lo que crea una desventaja en el tipo de interés real respecto a otras monedas. Frente al euro, el dólar se devaluó un 9% en 2020, aunque también se debilitó frente a otras divisas. Además, a mediados de diciembre, EE.UU. colocó oficialmente a Suiza en su lista de países que manipulan su divisa.
La firma de un acuerdo comercial entre Reino Unido y la UE tuvo poco impacto en la libra esterlina, que subió ligeramente frente al euro. Sin embargo, la libra se mantiene en la parte inferior del margen en el que ha estado fluctuando desde 2016.
Materias primas: tras los máximos históricos del oro
El precio del petróleo Brent se apoyó en las subidas experimentadas en noviembre para cerrar el año justo por encima de los 50 dólares por barril. Como se esperaba, la OPEP+ llegó a un acuerdo para reducir los recortes de producción en 500.000 barriles menos de lo que se había previsto anteriormente. Sin el acuerdo, la producción habría aumentado en 1,9 millones de barriles por día a partir de enero. La demanda de petróleo sigue siendo débil debido a las medidas de contención para combatir el virus.
El precio del oro se recuperó de su caída de noviembre y terminó el año justo por debajo del nivel de 1.900 dólares por onza, aunque comenzando 2021 ha vuelto a caer por debajo de este nivel. Nuevas incertidumbres sobre el coronavirus, una disminución de la tasa real (que refleja los costes de oportunidad de la tenencia de oro) y el debilitamiento del dólar apuntalaron el precio. 2020 fue el año en que el oro alcanzó un nuevo nivel histórico de precios de más de 2.000 dólares.
Por primera vez desde 2013, el precio del cobre subió a 8.000 dólares/tonelada. La demanda del metal por parte de los proyectos mundiales para una economía más ecológica y el consumo de electricidad resultante apoyaron el precio. Los otros metales industriales tuvieron un rendimiento mixto en el último mes.