Javier Rodríguez, Presidente ejecutivo y cofundador de la escuela de negocios ISDI, vio desde el principio un gran potencial en Internet, empezando su experiencia en el mundo digital en Yahoo, allá por el año 2000. Precisamente sobre esta compañía reconoce que lo que falló fue el constante cambio de dirección. “Cuando te estás cuestionando si eres una empresa tecnológica o de medios… posiblemente fue eso lo que la mató”. Después de Yahoo estuvo 9 años en Google, que a diferencia de Yahoo, sí tomó las decisiones correctas. “Supo encontrar modelos de negocios innovadores basados 100% en tecnología”. Varias cosas diferenciaban la gestión de una y otra empresa, destacando, según sus palabras, el liderazgo. “Una empresa en constante cambio necesita un liderazgo muy potente, y en aquel momento Google lo tenía y Yahoo, cuando me fui, dejaba de tenerlo”.

En su paso por Google, su principal interacción con las empresas españolas fue con las grandes, afirma, con el objetivo de que pudieran unirse a la ola de la transformación digital, que suponía un beneficio implícito para Google.

Montó su startup, ISDI, al mismo tiempo que trabajaba en Google, a quien tuvo que pedir permiso para crearla y dedicar parte de su tiempo a su gran pasión, la enseñanza y la educación. Con este proyecto intentan “estar a la última de lo que está ocurriendo pero que ya existe, incorporando las tecnologías que te permiten seguir avanzando, y buscando metodologías fácilmente adaptables para nuestros alumnos”, que suelen ser ejecutivos y emprendedores.

Con ISDI pretenden liderar un proyecto empresarial volcado a la educación, con la premisa de usar como eje transversal la digitalización y la tecnología, para lo cual se han ido incorporando al grupo varias empresas e instituciones. “Ahora estamos en la fase de integración en la que estamos dando forma al grupo, aunque ISDI es la que mejor representa el valor de la tecnología aplicado a la educación”. Con Magnum, el fondo que decidió entrar en el proyecto, apunta que el entendimiento es correcto debido al fin común; aunque las culturas sean distintas, se acompasan y permite un funcionamiento adecuado del grupo. 

Con las escuelas de negocios tradicionales asegura que la convivencia es buena, debido a que cuentan con una ventaja competitiva respecto al resto, su posicionamiento temprano en la digitalización. “Nosotros ocupamos un espacio que es el de expertos en formación con tecnología, mientras que el resto de escuelas de negocio cubren un espectro más amplio, la formación empresarial general. Y hay sitio para las dos”. Ante la novedad de la Inteligencia Artificial, ve dos sectores donde va a irrumpir con más fuerza: la salud (mayoritariamente) y la educación, debido a su capacidad para adelantar y facilitar muchos procesos. 

Desde ISDI se suman a la ola de la IA, y para sus labores educativas incorporan las herramientas de Microsoft, de Google o de Amazon para provocar casos de uso. Sin embargo, señala que hay que acelerar procesos “porque en tres meses, la inteligencia artificial que está saliendo hoy se queda obsoleta”. Además ante la enorme inversión que preparan los gigantes tecnológicos estadounidenses en I+D, advierte que si Europa “no tiene un jugador relevante en la nueva disrupción tecnológica, lo va a pasar muy mal”.

¿Abren la puerta a internacionalizarse aún más? Aunque tienen presencia en París y Estados Unidos, a través de eventos en ciertas universidades como Harvard, su foco es España y Latinoamérica, donde asegura se encuentra su mercado natural.