La gestora OFI Asset Management, una de las mayores gestoras de fondos en Francia, ha publicado un informe sobre el comportamiento de los metales preciosos - Oro, Plata, Platino y Paladio - en el primer trimestre de 2021, y las expectativas sobre la evolución del precio de estos metales preciosos.
OFI AM gestiona el único fondo UCITs registrado en España, que invierte directamente en estos metales a través de una cesta de futuros, el OFI Financial Investments Precious Metals.
Evolución primer trimestre
Durante el primer trimestre de 2021, el comportamiento del Oro y la Plata fue negativo, con caídas del -9,82% y -7,25% respectivamente. Ambos metales, muy sensibles a los tipos de interés reales, se vieron afectados por la subida de los tipos nominales, mientras que el alza de las expectativas de inflación no se produjo al mismo ritmo.
En enero, la administración de Biden puso en marcha un nuevo paquete de estímulo, alimentando la preocupación por la financiación de la deuda en Estados Unidos.
Además, al acelerarse la vacunación en todo el mundo, los inversores se volvieron más arriesgados, volviendo a apostar por valores que llevaban tiempo abandonados y que deberían beneficiarse de la aceleración del crecimiento. Los bonos gubernamentales fueron un activo con menor demanda en el mercado, lo que impulsó los tipos nominales al alza.
El precio del Oro cayó mucho en enero y febrero, antes de estabilizarse en marzo, ya que cada vez más inversores cuestionaron la posibilidad de que los tipos subieran con las economías de los países desarrollados tan endeudadas. La preocupación por la crisis sanitaria también alimentó la cautela del mercado, ya que muchos países europeos entraron en un nuevo bloqueo, poniendo de manifiesto que la crisis COVID todavía no ha finalizado.
La Plata bajó en menor medida, algo que no suele ser habitual, pues su comportamiento tiende a exacerbar los movimientos del oro.
Sin embargo, dado que en el primer trimestre se revisaron al alza las expectativas de crecimiento, la demanda de metales industriales fue muy elevada, impulsando los precios. De hecho, aunque la Plata se considera un metal precioso, también se utiliza mucho en la industria, motivo probable que explica la mayor resistencia del precio.
Respecto a los platinoides, el comportamiento fue positivo, con el Platino subiendo casi un 10%, y el Paladio un 6,30% en el primer trimestre. En un entorno de demanda creciente de los metales industriales, utilizados sobre todo por los fabricantes de automóviles para producir convertidores catalíticos, el precio de ambos metales se elevó de forma sustancial.
Además, la compañía Norilsk Nickel, uno de los mayores productores de Paladio en el mundo, tuvo que cerrar parcialmente una de sus mayores minas, reduciendo la producción prevista para este año, lo que generará este año un déficit en el mercado. Por su parte, el precio del Platino se vio impulsado por el apetito mundial por la tecnología verde del hidrógeno.
El Platino y, en menor medida, el Paladio, son cruciales en la producción de hidrógeno verde utilizado en los electrolizadores, así como para la utilización de hidrógeno verde en la producción de pilas de combustible. Dado que 30 países en el mundo han anunciado un plan de hidrógeno verde para la próxima década, algunos inversores probablemente han asumido posiciones largas en este metal para aprovechar esta circunstancia.
Expectativas: Los metales preciosos y la Transición Energética
El escenario esperado para los metales preciosos sigue dominado por los tipos de interés reales. Tanto por la subida de tipos reales en EEUU, teniendo en cuenta su enorme endeudamiento, como por una inflación que podría ser más duradera, lo que puede favorecer la revalorización de los metales preciosos.
Así, más allá del efecto de base de los precios de las materias primas, el fin de la congelación de los alquileres aplicada al comienzo de la crisis de COVID podría impulsar la inflación, así como factores estructurales, sobre todo la transición energética y las medidas presupuestarias y fiscales que inyectaron liquidez en la economía real.
Respecto a la Transición Energética, se trata de un factor novedoso que puede servir de impulso de los precios de los metales preciosos. Según OFI AM, el calentamiento global y el cambio climático son una realidad visible, y para reducir los gases efecto invernadero en el año 2030, de acuerdo con el IPCC (Panel Gubernamental contra el Cambio Climático), el 50% de la electricidad se debería producir con fuentes renovables.
Para cumplir con el Escenario de Desarrollo Sostenible antes de 2030, la proporción de las fuentes de energía renovable en el mix de producción debería multiplicarse por entre 3 y 4 veces antes de 2030, y por entre 8 y 13 veces antes de 2050. Por lo tanto, desde los niveles actuales, la energía hidroeléctrica debería multiplicarse por 0,32, la eólica por 3, la fotovoltaica por 4, la bioenergía por 2, y la geotérmica por 3.
Tecnologías para la Transición Energética
Las tecnologías asociadas a las energías limpias y renovables consumen muchos metales y recursos. Según el Banco Mundial, la transición energética requerirá un consumo de 3.000 millones de toneladas de diversos metales, no sólo los grandes metales como Cobre, Aluminio, Nickel, Cobalto y Litio, sino también los metales preciosos: Plata para los paneles solares y packs de batería por la muy elevada conductividad eléctrica del este metal, Platino para las pilas de combustible y catalizadores de los motores diésel, Paladio para los catalizadores de los motores gasolina e híbridos.
La demanda de Plata por la industria de la energía solar representa ya un 12% del total de la demanda global de plata lo que está afectando al alza a su cotización.
La demanda de Platino está aumentando por el crecimiento de los vehículos diésel para uso profesional, así como por el “Plan de Hidrogeno” que están poniendo en marcha muchos países con importantes inversiones y las empresas de automoción para producir vehículos eléctricos de pila de combustible (Hyundai, Toyota…).
La demanda de Paladio sigue viniendo de la industria de automoción para hacer frente a las cada vez más restrictivas regulaciones de emisión de gases por los vehículos con motores de gasolina tanto en países desarrollados (Euro 6, USA) como en países emergentes (China 6, India BS6).
El Oro apenas se utiliza en tecnologías de descarbonización. Ha comenzado su uso en la fabricación de combustibles sintéticos mediante captura de CO2, así como en pilas de combustible al objeto de mantener más estables las temperaturas de trabajo. Pero el Oro seguirá teniendo un rol importante en la Transición Energética, ya que puede ser una buena cobertura ante la inflación que generará dicha Transición Energética, y el consecuente descenso de los tipos de interés reales.