¿Cómo saber que un partido político al que puedo votar va a llevar a cabo una política económica que va a solucionar el problema de la crisis de deuda? Para contestar a esta pregunta José Luis Cava se centra en la teoría económica. Explica que para reducir el déficit, lo primero que podemos hacer es reducir el gasto público, algo que no es posible, argumenta, “porque los políticos compran votos, compran redes clientelares y compran medios de comunicación, por lo que será muy difícil que reduzcan el gasto público, porque al que lo reduzca pierde el gobierno”. Todo esto se suma a una posible subida de los impuestos.
Una opción que observa el analista es que varios partidos políticos están incluyendo en sus programas electorales políticas que favorecen el crecimiento económico. “Favoreces el crecimiento económico, aumentas el PIB, aumentas la renta nacional, aumentas las bases imponibles de los impuestos y se incrementa la recaudación”. Aunque lo tilda de buena idea, no tiene claro que vaya a funcionar. “Tenemos que tener en cuenta que ahora mismo el ratio deuda pública/PIB está por encima del 100%. Y además los gobiernos occidentales en su mayoría tienen un déficit primario, la diferencia entre los ingresos y los gastos sin incluir en los gastos la factura por el pago de intereses de la deuda pública”. Con esta combinación, si ahora se llevaran a cabo políticas de crecimiento, lo normal es que se produzca un aumento ligero del déficit primario.
El experto establece una hipótesis en el que esas medidas que favorecen el crecimiento económico consigan incrementar el PIB en 0,5 puntos porcentuales anuales. “Si tuviésemos una economía que creciera 0,5 puntos porcentuales más que el resto, los habitantes vivirían muy bien”. ¿Pero se puede reducir de esta manera el déficit fiscal? Cava tiene claro que no. “Como partimos de una situación en la que el nivel de la deuda pública es superior a la del PIB, al mantener un crecimiento económico muy fuerte, los tipos de interés suelen estar más altos, y por lo tanto el nivel de intereses crece mucho y se come gran parte del aumento de la recaudación fiscal. De tal manera que si se consigue un incremento del PIB del 0,5%, se puede reducir el déficit primario en torno a 0,1-0,2%, pero nada más”. Por lo tanto, concluye, las políticas de crecimiento no solucionan el problema fiscal ni la crisis de deuda pública.
¿Entonces cuál se puede aplicar? “Lo sabemos, lo tenemos y se ha aplicado en la práctica”. Apuesta por una técnica conocida como “presupuesto base cero" que aplicó Jimmy Carter en 1979 en Estados Unidos. “Con esta técnica, con cada proyecto presupuestario de gasto lo que se hace es revisar el producto o el rendimiento que se tiene de cada euro gastado, de tal manera que evitamos repeticiones y evitamos los vicios de los presupuestos. En mi opinión yo solamente votaría, desde un punto de vista económico, a un partido que presentase a las elecciones no políticas de crecimiento, no incremento de impuestos, sino reducción del gasto público aplicando una técnica tan sencilla pero trabajosa como la técnica de presupuesto base cero”.
En cuanto al Bitcoin, el experto señala que ha rebotado de la zona 58.450 a 62.450, pero cree que aún no ha hecho suelo. “Yo creo que simplemente es un rebote, pero no hay pruebas de que se haya formado un suelo. Podemos estar en un movimiento lateral, podemos tener un rebote más o menos largo, pero yo no veo suelo”.
Ya en el S&P 500, indica que a pesar de la fuerte caída experimentada por NVIDIA, el índice sigue en tendencia alcista, y mientras se mantenga por encima de 5.450 seguirá con su predisposición al alza.