La evolución del puesto de trabajo hacia espacios más digitalizados puede suponer un incremento del 25 al 40% en la productividad de los trabajadores. Además, la seguridad se incrementa de forma significativa, punto clave en las líneas estratégicas de los negocios que ahora pueden proteger mejor la información que manejan. Los nuevos modelos de trabajo también estimulan la experiencia en positivo de los empleados, aumentando su engagement con las empresas, lo que es clave para incentivar la retención de talento, piedra angular de los negocios del mañana.
En el ámbito de los servicios financieros, donde una gran parte de la actividad que se realiza facilita la digitalización, la adaptación de los puestos de trabajo ha permitido que todos sus profesionales tengan acceso a información relevante de forma instantánea y segura, facilitando una toma de decisiones mucho más rápida y precisa, así como una inusitada agilidad en las comunicaciones de negocio y operación. La tecnología también favorece la intercomunicación con los otros (lo vimos en el Covid) y mejora la colaboración entre equipos, incluso cuando se encuentran en lugares diferentes, ventaja que, tras la democratización del trabajo en remoto, es ineludible para el día a día en un sector tan globalizado.
Dentro de un contexto de operación tan exigente, marcado muchas veces por la incertidumbre, y donde los clientes definen el ritmo de la evolución, contar con una digitalización al servicio de los expertos y los trabajadores es el punto de partida para tener negocios evolucionados y competitivos. Una concepción que se puede apoyar en plataformas digitales, sí, pero con vocación humana, que sirvan a los propósitos generales de los profesionales del sector financiero, al tiempo que incentivan nuevos modelos de trabajo digital, la comunicación y colaboración entre áreas, o facilitan la productividad y ubicuidad, entre otras capacidades. Hoy en día, ya son posibles.
Este nuevo y avanzado modelo, que mejora la seguridad de los procesos, en especial los digitales, y se sirve de tecnologías como la inteligencia artificial, la analítica avanzada y la automatización para facilitar el bienestar de los que hacen uso de él, también perfecciona la gestión de activos y recursos. Hoy en día, modelos como las que se proponen desde las grandes compañías tecnológicas, mejoran la seguridad un 95 y revalorizan en un 45% la experiencia de los empleados y su compromiso con la empresa.
Por otra parte, que las personas que forman parte de las empresas del sector financiero cuenten ahora con herramientas y tecnologías que mejoran su eficiencia y eficacia, provoca que los equipos estén mucho más comprometidos con el éxito de la firma. Las facilidades que acompañan a la digitalización de los puestos de trabajo también dan como resultado una mayor productividad, puesto que las facilidades y ayudas provocan que los trabajadores se sientan más realizados y comprometidos con los objetivos de negocio.
Al final, la digitalización ayuda a la comunicación en todos los sentidos. Ahora existe la posibilidad de que sea bidireccional, empoderando a las personas que están mejor conectados con sus compañeros y más cerca de sus responsables. Y cuando ese avance se traduce en una mayor implicación y colaboración dentro de los desempeños, es fácil aumentar la rentabilidad, la eficiencia y la competitividad. En definitiva, cumplir el objetivo de la empresa al tiempo que sentirse realizados dentro de la misma.
Ese es el mayor éxito del negocio, pero también del profesional. Solo mediante el diseño de nuevos entornos, que tomen como referencia la capacidad de idear y la de interactuar, podrá generar mejores expertos, trabajadores con mayor satisfacción y, en definitiva, personas más felices.