José Luis Cava señala que es indudable que la situación es peligrosa. “No lo digo yo, lo dice el Washington Post”, que revela que los diplomáticos están haciendo grandes esfuerzos para que la cosa no vaya más. “Los que hemos vivido el terrorismo de ETA, no hace muchos años, sabemos perfectamente  que lo que busca los terroristas, en cualquier país del mundo, es la reacción”. Ahí está la clave, según el experto, para analizar la situación en la que nos encontramos ahora mismo: la reacción de Israel al atentado terrorista de Hamás. 

En el mundo económico todo el mundo se está planteando cuál será el impacto total sobre la economía, pero es muy difícil saberlo, porque no sabemos la reacción de Israel, explica el analista. “De momento Israel ha aplazado la invasión terrestre, la invasión significativa del territorio de Gaza. De momento lo ha aplazado. ¿Qué nos queda? Bueno, pues nos queda muchísima incertidumbre. Y cuando hay tanta incertidumbre, ¿qué hacemos? Pues tratar de buscar la claridad. Nosotros, en situaciones como ésta, nos fijamos sobre todo lógicamente en el comportamiento del precio del petróleo, en el comportamiento de los alimentos y en el funcionamiento de  las cadenas de distribución”. 

Fijándose en el precio del petróleo, Cava comenta que “Estados Unidos, con el fin de relajar las  tensiones con Irán, a pesar de las sanciones, le ha permitido incrementar la producción y venta en 700.000 barriles al día más”. Si ahora Estado de Estados Unidos hiciera cumplir las sanciones o Irán, para castigar al mercado de petróleo, redujera la producción de petróleo, ¿esto tendría un gran impacto  en el mercado del petróleo? ¿Provocaría que el petróleo subiera los 200 dólares al barril? “Yo sinceramente creo que no, porque Rusia rápidamente iría a cubrir el hueco, y le vendería ese petróleo a China”.

Luego además hay otro hecho. A diferencia del año 1973, todos los países árabes no están actuando al unísono contra Israel, lo cual también hace más improbable que el precio del petróleo llegue a los 200 dólares, según el economista. “Ahora bien, eso no significa que el precio del petróleo vaya a caer. El precio del petróleo ha llegado a la zona 80,75, que es un soporte importante, se ha movido a la alza y hay una residencia de la zona 94,25 aproximadamente.  Por lo tanto, la conclusión a la que nosotros llegamos es que no esperamos que el precio del petróleo se desmadre a alza, no lo esperamos, pero la tendencia del precio del petróleo sigue siendo alcista”. 

¿Y qué nos dice la rentabilidad de los bonos? Cava se fija en la rentabilidad de los bonos a 30 años, que es la que está preocupando a la Fed y la que está preocupando a todos los analistas y a los especuladores. “Hemos visto cómo la reacción del precio del petróleo ha sido ligeramente al alza, tras la noticia de la guerra, pero no ha perforado la recta directriz alcista. Por lo tanto, podemos concluir que aquí no ha habido cambios, la tendencia de los tipos de interés a largo plazo sigue siendo alcista”. 

También se centra en el oro. “El comportamiento del oro frente al dólar ha respetado la recta directriz  alcista, pero sigue dentro de un movimiento lateral. No ha superado esa famosa resistencia de la zona 2.070 que todo el mundo habla de que es un triple techo. Con lo  cual, en principio, lo que estamos viendo es que los movimientos iniciales han sido importantes, pero cuando uno lo coloca en la tendencia no ha habido grandes cambios”.

¿Y el S&P 500? El viernes se dirigió al 4.325, lo perforó, llegó a 4.311, y ahora se encuentra por encima de 4.325. “Nosotros, con nuestro sistema de especulación, creemos que mientras el S&P 500 se mantenga por encima de 4.325, va a intentar dirigirse a la zona comprendida entre 4.370 y 4.350.”

Si perfora el 4.325 se fijaría en el 4.311. “Para que estemos informados, en la zona del 4.300 es donde está ahora el muro de opciones Put. Por lo tanto, la perforación del 4.311 sería bajista y nos obligaría a pensar en esa recta directriz alcista que une los mínimos de octubre y marzo de 2023, que pasa por la zona 4.268. Pero ven ustedes que, a pesar de la guerra, no ha habido cambios significativos. Los movimientos se pueden producir cuando Israel reaccione finalmente a la provocación de Hamás”, concluye.