José Luis Cava comienza explicando que ha aparecido una nueva grieta en el mercado laboral estadounidense. “Nos estamos encontrando que la tasa de pérdida de empleos fijos se ha incrementado por sexto mes consecutivo, y está creciendo al ritmo superior al de recesiones anteriores”. 

Para valorar la fortaleza del mercado laboral es preciso tener en cuenta que se debe fundamentalmente a una demanda sostenida por cubrir puestos de trabajo de baja cualificación, mientras se está despidiendo a profesiones mejor remuneradas, apunta el analista. “Esta es la razón por la clase media está sufriendo, por un incremento de la inflación y porque se están produciendo despidos de gente que tiene una remuneración media-alta”. 

Además, para valorar la situación del mercado laboral estadounidense, el experto tiene en cuenta el hecho de que el principal empleador en Estados Unidos durante el año 2023 es Biden, el gobierno federal de Estados Unidos. “Esta es la fortaleza del mercado laboral. Si Biden contrata menos, estará menos fuerte”. 

“A partir del 1 de octubre nos encontramos que es muy probable que cierre el gobierno federal, salvo que el Congreso de Estados Unidos apruebe una ley para concederle la financiación que ellos necesitan. Ahora bien, lo más probable es que cierre”. Esto, en opinión de Cava, no va a tener trascendencia para la economía y no va a tener una gran trascendencia para las bolsas. “Lo más normal es que cierre durante dos o tres semanas y a continuación los efectos transitorios que haya podido provocar, al volver la gente a trabajar, prácticamente se anularán”. 

Sin embargo, hay un detalle muy curioso, según Cava. “La oficina de estadísticas laborales va a estar cerrada. Por lo tanto, va a facilitar los datos de desempleo más tarde que la fecha en la que se celebra la reunión del FOMC, que está prevista para el 31 de octubre o 1 de noviembre. Por lo tanto, Powell y sus amiguitos no van a tener los datos de desempleo. Cabe pensar que no va a poder subir los tipos de interés en la reunión de noviembre”.  

En cuanto al S&P 500, lo primero que tiene en cuenta es que estamos en la segunda semana de las dos más bajistas del año. Pero ¿qué sucede después de las dos semanas tan bajistas? “Que el S&P 500 sube”. 

Seguidamente, el experto explica que “estamos encontrando cuando miramos en los mercados de opciones que hay un soporte muy importante en la zona 4.300. Ahí está el muro de las opciones put-gamma. Es decir, hay una gran concentración de put y muy poquita de call-gamma. Por lo tanto, es muy probable que el soporte de la zona 4.300 funcione”. 

El tercer hecho que trata el analista es que nos estamos encontrando que los dealer, si hay una gran concentración de put-gamma, han tenido que vender esas opciones put. “Si han vendido esas opciones put, se han cubierto vendiendo futuros. Pero es que ya están prácticamente cubiertos. Ya llega prácticamente a un 100% de Delta. Por lo tanto debemos considerar que esa presión bajista derivada de una gamma negativa va a aflojar notablemente y esto aumenta la probabilidad, en opinión nuestra, que el soporte de la zona 4.300 del S&P 500 va a funcionar”. 

En cuanto al gráfico diario, el analista explica que existe una zona de soporte entre 4.256 y 4.209. “Esa es una zona de soporte muy importante. Mientras se mantenga el S&P 500 por encima, nosotros vamos a considerar que está en una fase correctiva dentro de una tendencia alcista”.

En el gráfico intradiario de una hora. “¿Ven que ha rebotado en el soporte de la zona 4.320? Hay una resistencia un poquito más arriba en la zona de 4.382-4.377. Nosotros, con nuestro sistema de especulación, pensamos que lo más probable es que hoy el S&P 500 rebote, que intente dirigirse a la zona 4.377, pero si no es capaz de superar el 4.382, lo más probable es que caiga. ¿Y se dirija dónde? A la zona del 4.300. Ya sabemos que hay un soporte más importante, un poquito más abajo. Pero nosotros creemos que en torno a 4.300 podría agotarse este tramo al alza”, concluye.