Por un lado, las cifras oficiales reflejaban una economía sólida, un mercado laboral fuerte y una inflación en descenso, efectivamente. Pero, por otro lado, estaba la realidad de la vida diaria que sufrían los ciudadanos estadounidenses, que han visto que el precio de los productos básicos ha subido muy rápidamente y está por las nubes, debido al enorme estímulo fiscal del año 2020-21, acontecimientos internacionales, cadenas de suministro.... Otra fuente de descontento social ha sido el fuerte incremento de los tipos de interés de las hipotecas, de manera que las familias norteamericanas no habían salido del agujero inflacionario y estaban afrontando el tipo de interés altos de sus hipotecas. Estos son los motivos por los que no han votado al Partido Demócrata.

¿Cómo se está preparando Europa a la política arancelaria de Trump? Si miramos a la economía más importante de Europa, Alemania, nos estamos encontrando que las autocracias sí que se preparan mientras que las democracias liberales se traen una crisis profunda. Nos hemos encontrado que, al poco de conocerse el triunfo de Trump, la coalición de gobierno en Alemania se ha roto. Y en un momento tan delicado de Alemania en el que probablemente tendrá que hacer frente a unas elecciones. Por lo tanto, en un momento tan importante en las democracias liberales en Alemania, hay división. Por si fuera poco nos estamos encontrando que además los sindicatos alemanes han propuesto la realización de huelgas masivas, de tal manera que no van a tener tiempo para ver cómo se preparan ante la amenaza de la política arancelaria de Trump.

¿Qué podemos esperar de la economía alemana? Lo único que podemos esperar es que vaya de mal a peor. Por una razón muy sencilla, por la pérdida de la competitividad internacional y porque se va a ver muy perjudicada por los aranceles de Trump. En cuanto a la pérdida de competitividad internacional por factores meramente domésticos, debemos destacar esa política climática verde que no garantiza el suministro de energía suficiente, ya además la energía es muy cara, lo que merma la competitividad de la industria automotriz alemana.