Mamen Perera, CEO de InBoldLabs, trabajó en una multinacional alemana de la industria de la comunicación, en plena época de transición entre lo impreso y lo online. “En 2009, con la crisis, el modelo se rompió, y hubo que innovar de verdad”. Explica que fueron tiempos muy difíciles, en los que perdieron la mitad de los ingresos. Asegura que en Alemania estaban más protegidos, porque dependían más de los periódicos y los más afectados por la crisis fueron las revistas, notándose mucho más en España, hasta un punto que aún el modelo no se llegó a recuperar.
Pero llegó un momento que se decidió a emprender, debido a que las condiciones que le pedían en la multinacional no se ajustaban a su visión empresarial, ni a lo que le estaba funcionando en dicho momento. Tras no saber qué camino tomar tras dejar su anterior empresa, fue una conferencia para CEOs, organizada por ella misma, lo que le abrió los ojos. “Ahora tengo un equipo con los mismos valores, nos gustan las mismas cosas y disfrutamos mucho trabajando juntos”. Trabaja junto a su socia, algo que, indica, no es tan fácil de conseguir, puesto que se necesitan visiones y creencias parecidas, “y sobre todo estar alineados en valores”.
Mamen Perera afirma que de lo que trata su actividad es de mejorar la cuenta de resultados, adaptándose a las necesidades, funcionalidades y oportunidades de sus clientes. “Ponemos carreteras de innovación para que la propia empresa encuentre la solución. Yo les pongo las piedras para que ellos lo vean”. También intenta innovar ella misma, organizándose de formas diferentes para llegar mejor a los clientes. Se puede producir innovación desde cualquier tamaño, asegura, sin importar demasiado las características de la empresa, ya que trabajan tanto con empresas públicas como privadas.
Pese a que le hubiera gustado trabajar más con medios de comunicación, debido a que opina que tiene mucho que aportar a la industria, no ha tenido apenas oportunidad, como sí ha tenido en otros sectores que sí se mueven mucho en innovación: seguros, banca, tecnología…
A su vez, ayuda a las compañías a alcanzar los valores que quieren tener, especialmente cuando se producen fusiones y compras entre dos empresas que no tienen el mismo tamaño. “Lo primero es medir los valores que hay presentes, cuáles son los que la empresa grande quiere mantener, ver cuáles tienen en común y, de manera conjunta, identificar cuáles quieren tener”. Y han de ser los valores que los trabajadores quieren que posea la empresa.
Para empezar, opina que lo mejor es hacerlo en una multinacional, con el fin de aprender “sistemas de trabajos que te aceleran en la vida”, para luego emprender. “Emprende cuando identifiques una necesidad clara en el mercado. Y si no están en el mercado no sabes qué necesidades tiene la gente. La innovación viene de identificar esas fricciones que hay en el mercado”.
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