Sin embargo, existe un poderoso circuito de retroalimentación de presión regulatoria, preocupación de los inversores y preferencias de los consumidores que comienzan a forzar un replanteamiento de los modelos de negocios. Las prácticas comerciales del pasado son la causa fundamental del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. En este contexto, el malestar y la preocupación social están perdiendo legitimidad, que se hace patente en los mercados financieros y la economía real.
En estos momentos, la sostenibilidad representa la mayor oportunidad de inversión. En medio de una crisis sanitaria mundial debido a la Covid-19 y de tensiones sociales recurrentes, existe la necesidad de un rediseño fundamental de nuestro modelo económico y su sustitución por una alternativa más sostenible y regenerativa. Necesitamos aprovechar el poder productivo de la naturaleza, y reconocer el potencial sin explotar de la bioeconomía circular.
La economía ‘CLIC’, un nuevo punto de partida
El objetivo final de esta transformación es una economía que sea Circular, Equilibrada, Inclusiva y Limpia (CLIC por sus siglas en inglés que provienen de Circular, Lean, Inclusive and Clean). La economía CLIC aprovecha la producción y el consumo eficientes, así como la economía compartida. Reduce la dependencia de una extracción cada vez mayor de recursos minerales y aprovecha el valor sustancial de los materiales y componentes que constituyen los productos que tan fácilmente desechamos hoy en día. Por ejemplo, los residuos electrónicos no reciclados contienen 17 veces la cantidad de oro que el mineral en bruto. Es importante mencionar que la transición climática ofrece una oportunidad de inversión anual de 5,5 billones de dólares en esta década y las oportunidades de crecimiento ecológico son numerosas.
La Covid-19 y una nueva generación de inversores impulsan el cambio
Es evidente que la crisis de la Covid-19 ya ha tenido un impacto devastador en la sociedad y las economías mundiales y seguirá teniéndolo. Por lo tanto, es más importante que nunca centrarse en la sostenibilidad. Es de vital importancia desde el punto de vista económico que se produzca un retorno a la productividad a escala mundial lo antes posible y de forma segura. Pero los cielos más despejados, las calles menos congestionadas y la sólida evidencia científica de un vínculo entre la Covid-19 y los desafíos tanto de la contaminación atmosférica como de la biodiversidad, están centrando la atención en la necesidad de una recuperación más sostenible.
Muchos de estos cambios ya estaban en marcha antes de la pandemia, pero la crisis los ha acelerado para garantizar el éxito de la gestión de los activos. Para los inversores, el mayor desafío los próximos meses será identificar qué inversiones están totalmente alineadas con los futuros desafíos de la sostenibilidad.
Esto fue evidente en la corrección del mercado al comienzo de la crisis de la Covid-19, cuando las empresas sostenibles tuvieron un desempeño significativamente mejor. Las compañías que más rápido han adaptado sus modelos de negocio para hacer frente a las demandas sociales y económicas de la pandemia mundial son en gran parte las mismas que tienen una mayor capacidad de recuperación, con miras al futuro frente al cambio climático o a la creciente necesidad de proteger la diversidad del capital natural.
Existen importantes oportunidades de inversión en múltiples sectores. Por ejemplo, la digitalización está permitiendo el cambio de formato de los medios impresos, el comercio electrónico y el mantenimiento de registros en papel, lo que reduce la huella del material. Los modelos de computación en la nube y de intercambio están ganando terreno, así como las técnicas de producción inteligentes y la inteligencia artificial. El cambio a un modelo de movilidad más sostenible está impulsando oportunidades para la movilidad compartida, la cadena de suministro de vehículos eléctricos y los combustibles sostenibles para el transporte a larga distancia. Las inversiones en fintech, la educación online y formas más accesibles de atención médica también deberían estar en el radar de cualquier inversor.
La economía ‘CLIC’ vendrá junto con la revolución digital que ha tomado más impulso, si cabe, y la nueva revolución industrial. Sin duda, los inversores tienen grandes oportunidades de ahora en adelante en opciones directamente relacionadas con la sostenibilidad y el medio ambiente. La clave está en saber aprovecharlas.