¿Cuál es la filosofía de su fondo?
Bueno, la filosofía de nuestro fondo es que por un lado ofrecemos potencialmente una buena inversión, y por otro también ofrecemos un vehículo para que las personas puedan combatir el cáncer. Y lo combatimos de dos maneras, porque el fondo está invirtiendo en empresas que están desarrollando productos interesantes en el campo de la diagnosis, la diagnosis temprana, y en el tratamiento del cáncer. En segundo lugar, Candriam donará un 10 por ciento de sus tarifas de gestión a organizaciones benéficas y de investigación que llevan a cabo investigaciones sobre las etapas tempranas en la lucha contra el cáncer. Por ese motivo, este fondo, este vehículo, puede ayudar en dos maneras diferentes a las personas a combatir esta enfermedad.
Su cartera se conforma, principalmente, por empresas estadounidenses de mediana a gran capitalización ¿Por qué?
Bueno, tengo que decir que es obviamente un fondo global y por eso vamos a invertir allí donde veamos innovación y de hecho percibimos estas oportunidades de innovación en muchas regiones y en muchos países. Una gran parte procede de Estados Unidos. Por lo tanto, en torno al 60% - 65 % del fondo está invertido en Estados Unidos, e invertimos asimismo tanto en empresas grandes como en pequeñas. Por lo que de nuevo tenemos un carácter agnóstico con respecto a qué tipo de empresas está trabajando en innovación en la medida en que encontremos productos interesantes que puedan ayudar potencialmente a los pacientes, nos va a interesar. Y si la evaluación da resultados positivos, nosotros invertiremos.
Por lo tanto, en realidad, el fondo es una mezcla entre empresas medianas, pequeñas y en última instancia, también empresas grandes.
¿Los reguladores, como la FDA, suponen un riesgo para su fondo?
No, no suponen un riesgo. Es decir, a veces te encuentras con personas que dicen que la FDA hará cosas ilógicas e impredecibles, y eso no es verdad en absoluto. La función de la FDA es asegurar que se aprueben medicamentos buenos y seguros, y que el público tenga acceso a esos medicamentos, que los pacientes tengan acceso a esos medicamentos. Y lo hace de una manera muy racional y científica. Y nosotros hemos estado invirtiendo en la atención sanitaria desde hace ya veinte años y hemos sido testigo de las decisiones de la FDA durante muchos años. Y debo decir que es una institución que yo respeto mucho. Por eso no es un riesgo, es obviamente un organismo gubernamental que tiene que evaluar los datos clínicos, que tiene que evaluar la calidad de los medicamentos, y garantizar que solamente los medicamentos buenos y seguros llegan a público. Y hace bien su labor. Por eso no es un riesgo, sino un guardián de la calidad.
¿Puede la recesión reducir la inversión en estos activos?
No, económicamente… Hay que decir que el sector de la salud no depende realmente de la economía. Por lo tanto, las grandes farmacéuticas, las grandes empresas de biotecnología, los institutos de investigación académica no dependen realmente de la economía. Y debo decir que si uno considera las investigaciones subvencionadas por ejemplo por el Instituto de Nacional Salud de Estados Unidos, un instituto gubernamental que dispone de un presupuesto de más de 30 mil millones de dólares al año, y que incluso, durante los años de recesión, sus presupuestos no han sufrido recortes, son razonablemente estables e incluso han crecido durante los últimos años. Por eso no supone un riesgo importante.
Además, las grandes empresas farmacéuticas o las grandes empresas de biotecnología, en su actividad comercial, sus ventas no dependen de la economía. Sus ventas obviamente dependen de si se recetan medicamentos porque la gente enferma y necesita un tratamiento. Y eso, realmente, no depende de la economía. Este es un sector que está relativamente menos correlacionado con los datos o la actividad económica. Así que ni siquiera eso supone un riesgo, no.
El único riesgo que yo podría ver es la interferencia política en lo que respecta a la fijación de los precios de los medicamentos en Estados Unidos. Esto es un debate en curso y es obviamente algo que debemos observar y que estamos observando atentamente. Pero, definitivamente, los datos económicos no es algo por lo que debamos preocuparnos, no.
¿Cómo controlan el riesgo gubernamental?
Sí. Nosotros prestamos atención a todo lo que se dice públicamente, ya sea hecho público por el presidente Trump, o aún más importante, por las personas que él ha puesto en los cargos de los institutos importantes como el Medicare and Medicaid, que se llama CMS, o por el Secretario de Sanidad, Alex Azar, que viene a ser el ministro de sanidad. Así que nosotros estamos muy atentos a lo que esta gente está diciendo a nivel político. Y también a las acciones que están llevando a cabo.
Y hasta ahora, hay una gran diferencia entre lo que Donald Trump está tratando y lo que está haciendo realmente y lo que su gobierno está haciendo en materia de salud. Y debo decir que las acciones que el gobierno está adoptando son sensatas. Es decir, según nuestra evaluación son muy razonables. El sistema de reembolso y la fijación de precios de los medicamentos en Estados Unidos son muy complejos. Y como en todo sistema complejo, hay cosas que son menos perfectas. Y aquí han abierto la puerta a una exageración de los precios de los medicamentos o, al final, el gobierno acabará pagando más de lo que debería pagar. Y debo decir que con todas estas acciones, el gobierno de Trump está intentando cerrar esas lagunas. Hasta ahora, todo lo que han anunciado es sensato. En mi opinión es todo muy racional. No lo veo como un ataque frontal a la fijación de los precios de los medicamentos. Porque si se bajaran masivamente los precios de los medicamentos, la investigación y el desarrollo obviamente también se verían negativamente afectados.
¿Cuáles son las principales posiciones del fondo?
Las principales posiciones son obviamente empresas grandes que son rentables, que están presentes en el escenario comercial. Y desde la perspectiva del riesgo, no vamos a dar a una empresa pequeña de biotecnología una de las posiciones más destacadas en el fondo de inversión, obviamente. Las principales posiciones son empresas como Merck en Estados Unidos y AstraZeneca. Tenemos una posición fuerte en la empresa farmacéutica Daiichi, en Japón, pero le está yendo muy bien en bolsa porque tienen una asociación comercial importante con AstraZeneca. Y por eso hemos estado reduciendo allí nuestra posición. Pero las principales posiciones son compañías relativamente estables y, obviamente, con una alta rentabilidad.
¿Cuál es el horizonte de su fondo?
El horizonte temporal, como en toda inversión de capital, apunta hacia un par de años. Y en este caso, además, el desarrollo de medicamentos o de productos en general requiere bastante tiempo. Nosotros, a veces, vemos y analizamos los medicamentos desde la fase inicial de su desarrollo, nos gustan, decidimos invertir, y lentamente aumentamos la posición a medida que se van publicando más datos clínicos y el perfil de riesgo mejora. Así que, básicamente, podemos hablar de un horizonte de varios años, básicamente, sí.
¿Cuál es el perfil del inversor?
Evidentemente es difícil ponerle un número porque eso crea expectativas y depende de cómo vayan las bolsas de valores en general, obviamente. Siempre se puede esperar o predecir de algún modo que una empresa vaya a conseguir cierto beneficio, pero cómo valorará la bolsa ese beneficio depende de la tendencia general del mercado de valores. Es difícil decir que la empresa alcanzará un X%, pero se puede decir que la atención médica, en general, tiene la cobertura del envejecimiento de la población y de las enfermedades, y desde luego, el cáncer es un fenómeno que acompaña a la edad, por eso con el envejecimiento global se puede decir que la necesidad de medicación aumentará y que el consumo de productos médicos aumentará. Y ésta es una historia convincente para los inversores.
Se podría decir, y sería una cifra muy provisional, que las principales empresas (top-line) en este sector, en general, experimentarán un crecimiento del cinco al seis por ciento. Las empresas “bottom-line” pueden crecer aún más debido a las ventajas operativas. Por lo tanto, se pueden esperar beneficios con una cifra alta de un solo dígito de manera anual. Pero eso es solamente un cálculo sencillo, evidentemente podría ser un crecimiento del quince por ciento un año, y de un tres por ciento el año siguiente. Así que, como promedio, yo pienso que una cifra alta de un solo dígito podría ser un buen cálculo estimativo.
Es un sector controvertido ¿Pueden influir en las decisiones de gobierno de las compañías en las que invierten?
Sí. En general, tenemos una filosofía ESG en Candriam, en general, para todos nuestros fondos de capital de inversión, y sin duda para este fondo de inversión. Por lo tanto, contamos con un gran equipo ESG que nos da información adicional y estudia cosas y analiza las empresas, obviamente, desde una perspectiva específica de ESG. En mi equipo también estamos alerta a todas las inconsistencias, como, por ejemplo, en los ensayos clínicos, a cosas que no serían éticas. Y debo decir que en muy raras ocasiones vemos algo así. Si viéramos una empresa de ese tipo, evidentemente, no entraría en el fondo de inversión ni en ninguno de nuestros fondos.
En realidad, es muy raro ver ese tipo de empresas. Y aunque es cierto que el sector farmacéutico puede ser controvertido, pero en realidad hoy en día, si prestamos atención, el modo en que se realizan los análisis clínicos es muy ético y coherente. Muy rara vez vemos cosas que podríamos considerar discutibles, muy excepcionalmente. Obviamente, vigilamos muy atentamente, y en caso de descubrir algo, nos implicaríamos porque tenemos a personas comprometidas que votan en la junta anual de la empresa.
Y votaríamos en contra de ciertas cosas si observáramos incoherencias, sí. Pero, en líneas generales, diría que el comportamiento es bastante aceptable, bastante bueno. Y no se debería olvidar que en último término las empresas farmacéuticas están elaborando medicamentos que son muy útiles, en definitiva. Y sí, puede ser un sector controvertido, y a todos nos gustaría que los medicamentos fueran muy baratos. Pero también hay que entender que una vez que expira la patente del medicamento, el precio del medicamento se abarata mucho.
Los medicamentos están protegidos por una patente, al igual que cualquier innovación en cualquier sector está protegida por una patente. Cuando la patente expira, al cabo de x años, el medicamento se convierte en medicamento genérico, y he visto genéricos entrar en el mercado y sus precios han bajado enormemente. De este modo, algunos medicamentos que eran caros en la década de 1990, como los medicamentos para reducir el colesterol, medicamentos para reducir la presión arterial, los medicamentos antidepresivos eran muy caros en aquella época y recibieron mucha atención mediática. Pero si nos fijamos ahora son todos medicamentos genéricos y cuestan muy poco.
En Estados Unidos, hoy en día el ochenta y cinco por ciento de las recetas de medicamentos son para medicamentos genéricos; y cuesta un par de centavos cada pastilla. En este sentido, la cuestión es que se tiene que reembolsar toda la inversión y toda la innovación pagando un precio alto durante un tiempo determinado. Y cuando expira la patente, o las patentes, porque normalmente engloban muchas patentes, el medicamento finalmente se vende barato o incluso muy barato. Y entonces tienes que reembolsar durante mucho tiempo. Es así como se debería percibir.
Y sí, el sector farmacéutico puede ser controvertido, pero desarrollan buenos productos y las personas que padecen enfermedades necesitan estos productos y necesitan soluciones. En este sentido, nosotros estamos muy contentos con esto y muy raramente nos encontramos frente a comportamientos cuestionables, muy rara vez en este campo. Aunque la fijación de los precios de los medicamentos, obviamente, por buenas razones, debería ser un debate abierto al público, sí.