Con el año 2024 ya arrancado, los resultados de 2023 sobre la mesa, el mercado americano haciendo máximo tras máximo…. ¿Qué previsiones tenéis para el que se prevé el año de las bajadas de tipos de interés?
Para los próximos meses esperamos que los indicadores macroeconómicos en Estados Unidos, en la eurozona, hasta incluso en China, muestren un tono más positivo, pero eso sí con inflación. Los beneficios empresariales están ganando impulso y muestran una clara tendencia al alza, especialmente tras el proceso de ajuste que se llevó a cabo durante 2022 y 2023, dependiendo del sector. En ese sentido, sería necesario esperar a los resultados que se irán publicando a lo largo de las próximas semanas para confirmar si se cumplen estas expectativas de una revisión al alza para los próximos trimestres y para el conjunto del año 2024. Si este escenario se hiciera realidad, daría respaldo a esas valoraciones bursátiles que se han tensado después de las últimas subidas y podría ofrecer un mayor potencial alcista en las bolsas. En cuanto a los bancos centrales, ya he comentado cuál es nuestro escenario macroeconómico central con esas economías que están más fuertes de lo inicialmente estimado a principios de año. Tenemos un crecimiento global que mejora, los mercados de trabajo que se mantienen sólidos, la inflación que retrocede, aunque no tanto como nos gustaría… De manera que los bancos centrales creo que van a abordar el recorte de tipos con cautela. Nada indica que deban tener prisa por bajar los tipos. Y esto además les va a dar la oportunidad de poder seguir observando todos los datos que se van a ir publicando a lo largo de las próximas semanas, y así tener mayor confianza en que la inflación está controlada -se dirige a ese 2%- antes de dar el importante paso de bajar los tipos de interés. Mientras la situación económica no se tense por algún lado, pues no creemos que vaya a haber muchas bajadas.
Recientemente nos han comentado que vivimos en un mundo a tres velocidades: Europa con un crecimiento anémico, Estados Unidos creciendo por encima y la gran duda está en los emergentes cuando la aportación al crecimiento del PIB China es significativa. ¿Cuál es vuestra opinión sobre el gigante asiático?
La situación de China continúa siendo realmente complicada. La economía está frágil, tiene unos problemas estructurales muy importantes de baja productividad, temas demográficos y además su situación actual del inmobiliario no es nada tranquilizadora. La desconfianza que está surgiendo entre los inversores e incluso entre los chinos como consumidores es lo suficientemente importante como para que el gigante asiático nos merezca respeto en estos momentos a la hora de invertir en él. Preferimos mantenernos alejados, aunque es cierto que se están viendo oportunidades en cuanto a valoración bastante importantes. Pero el tema político y la situación como decía sobre todo del tema inmobiliario hace que prefiramos mantenerlos por ahora alejados.
¿Cómo estáis preparando las carteras para cuando se produzca el giro en la política monetaria?
En la actualidad la duración promedio de nuestras carteras está entre 3,3 y 5 años, dependiendo del perfil de riesgo. Como todavía tenemos tantas dudas sobre la evolución de la inflación vamos a esperar a tener mayor visibilidad sobre esa evolución de la inflación y cuál va a ser la estrategia de los bancos centrales antes de considerar alargar más la duración. Es una postura más de esperar y ver. De momento es lo que es lo que estamos haciendo, no vamos a variar hasta que no veamos algún avance en la inflación o hasta que no veamos datos que nos den más confianza.
Porque… ¿cuál es el activo al que estáis dando más peso en las carteras actualmente?
En términos relativos, según el perfil: o a la renta variable o a los bonos a corto plazo. De hecho además, seguimos viendo una relación favorable entre la rentabilidad riesgo en los plazos cortos y seguimos manteniendo nuestra preferencia por bonos corporativos de alta calidad, aunque debo decir que en los últimos tiempos hemos ido incluyendo más bonos soberanos en nuestras carteras a medida que las oportunidades en el mercado de créditos se han ido reduciendo debido al estrechamiento de los diferenciales. Desde una perspectiva de valoración, los mercados de la renta fija están cotizando entre sus medias de corto / largo plazo, de manera que no podemos decir que estén baratos. El mercado del euro puede ofrecer algo más más de valor o está menos caro; y un punto que nos parece bastante positivo es que se está emitiendo un volumen enorme y el mercado continúa absorbiéndolo fácilmente. Yo creo que esos puntos son positivos. A los inversores parece que les gusta el rendimiento que están ofreciendo los bonos a pesar de que el diferencial cada vez se va ajustando más.
2023 fue un excelente año de renta fija y 2024 anticipa que, aun siendo más selectivo, también lo será, ¿qué estrategia es, vuestro juicio, clave este año?
Por ahora vamos a mantenernos en esos plazos medios en la duración, en alta calidad, incluyendo soberanos… La selección en estos momentos es absolutamente crucial. Con una inflación que no termina de ceder y unos tipos de interés relativamente altos, la selección se convierte en algo todavía más importante. Una vez que se inicie el cambio de ciclo en los tipos de interés, es decir, que comience el ciclo de bajadas, la duración nos pagará. Pero no hay que adelantarse: al menos hasta ahora lo que hemos visto es que la estrategia de adelantarse a los movimientos de los bancos centrales no ha sido muy buena, y esa inflación persistente rebaja en mucho las expectativas de bajadas de tipos de interés. Así que vamos a ser prudentes y no vamos a adelantarnos a los movimientos del mercado. Creo que eso es una de las claves de este año: no adelantarnos.
¿Cree que ha pasado el momento de ser mejor bonista que accionista?
Ahí entra en juego tu perfil de riesgo como inversor: tus objetivos financieros, tu horizonte temporal, cuál es tu situación personal, tu tolerancia al riesgo… esto no debería cambiar a no ser que también cambie tu situación financiera o tu situación personal. Estamos en un mercado alcista de renta variable y difícilmente pueden los bonos hacerlo mejor que las acciones en términos de rentabilidad absoluta, pero también estamos hablando de que el riesgo de una y otra inversión es completamente distinto. Así que dependiendo de tu perfil como inversor deberás hacer esa combinación entre bonos y acciones. Es un buen momento tanto para accionistas como para bonistas, en un entorno donde los riesgos de mercado son menores de los que hemos estado viendo en los últimos años. Seguimos siendo constructivos respecto a los mercados de renta fija y estamos en un mercado alcista de renta variable.
¿Con qué activos estáis reduciendo la volatilidad de la cartera?
Lo que más está reduciendo la volatilidad en las carteras es la falta de correlación entre distintos sectores o entre distintos activos. Sin duda una buena diversificación también es otro punto fundamental, que no dispersión. También flexibilidad a la hora de manejar la duración como hemos comentado anteriormente. Asimismo, selección sectorial y selección de empresas sólidas con flujos de caja realista y bueno Y, por último, esa renta fija que se presenta como un recurso imprescindible para mitigar los riesgos del corto plazo en las carteras de multidimutativos; esos ingresos que generan te pueden ayudar a gestionar de alguna manera la volatilidad de los mercados, sobre todo en el corto plazo.