- El año está muy marcado por la normalización monetaria y la subida de la inflación, ¿qué valoración hace de la última reunión de la Reserva Federal?
La última reunión de la Reserva Federal no dio ninguna sorpresa, Jerome Powell subió los tipos de interés un 0,5%, que era lo que el mercado estimaba. Si bien es cierto que determinados halcones dentro de la Reserva Federal apuntaban que quizá pudiera ser del 0,75%, finalmente fue del 0,5% lo cual el mercado ya tenía descontado y probablemente era lo que tenía que hacer porque una subida del 0,75% probablemente habría sorprendido al mercado y hubiera generado unas correcciones en bolsa bastante importantes, más por el hecho del mensaje oculto que hubiera implicado una subida del 0,75%, que sería reconocer que se está muy detrás de la curva y sería ir en contra todas las proyecciones que ha ido dando Jerome Powell, que por la necesidad en sí. A mi no me ha sorprendido y en los próximos meses irá subiendo de medio punto en medio punto, salvo que haya problemas con la burbuja inmobiliaria que hay en EEUU. Está por ver en qué punto cortará las subidas y hasta dónde elevará los tipos de interés, del 2%, 2,5% o incluso en el 3%, que es la gran duda. Estaba clarísimo que íbamos a ver estas subidas de tipos.
En Europa estamos en un ambiente en el que Christine Lagarde parecía que no iba a hacer ninguna subida de tipos, luego anunció que haría una subida al final de año y ya se está empezando a barruntar que empecemos a ver subidas de tipos en julio. Esto ha empujado al euríbor al alza, que ha pasado del -0,5% al 0,2% e incluso podría llegar a final de año hasta el 0,5%, lo cual sería un verdadero problema para las hipotecas en España y para la refinanciación de deuda, pero hay mucho por ver.
- ¿Cómo está viendo la temporada de resultados en Wall Street y en Europa?
La temporada de resultados en EEUU la estoy viendo como tiene que empezar a ser en la situación actual. Hasta ahora estábamos ante temporadas de resultados en las que el 80-90% de las compañías ganaba dinero, más del 60% batían expectativas y eso daba alas a la renta variable porque a fin de cuentas la renta fija estaba muy deprimida y había muchísimo bonos a tipos reales negativos, por lo que no había ninguna alternativa a la bolsa. En este trimestre con la subida de tipos en EEUU y empezando a verlas también en Europa hace que sea más complejo el entorno para la renta variable. Lo cierto es que la temporada de resultados no ha sido tan positiva como en trimestres anteriores, ha habido compañías que han dado muy malos datos e incluso han modificado a la baja sus proyecciones. A partir de ahora entiendo que se va a producir una enorme selección de acciones para elegir qué valores son buenos y cuáles son malos. De hecho, ahora mismo ya no podemos decir este sector es claramente positivo, dentro de cada sector habrá compañías buenas y malas y ahí es donde está la gestión activa para poder gestionar esto adecuadamente.
- Las grandes tecnológicas de Wall Street llevan un año complicado, ¿ve oportunidad tras las correcciones?
Hay oportunidades en algunas compañías que dentro del sector tecnológico podríamos considerarlas como empresas de valor. Las tecnológicas el año pasado tuvieron unos rendimientos verdaderamente espectaculares y tenían unos ratios precio-beneficios (PER) difíciles de sostener, PER por encima de las 50 veces, 60 veces o incluso más… Que hacía que incluso no fueran muy realistas estos rendimientos, que les dejaba muy caros y eso es lo que hacía que la bolsa también estuviera cara. Además había un problema con el sector tecnológico y es que entre tres, cuatro o compañías tenían prácticamente dominado el sector y estaba demasiado concentrado en esa serie de valores, por tanto una caída en esta serie de valores empujaba irremediablemente al índice. Netflix, por ejemplo, por motivos obvios ha tenido una caída muy significativa, pero hay compañías que creo que aportan mucho valor y lo pueden seguir haciendo bien como Microsoft o Apple porque son compañías que pueden repercutir en el precio final de sus clientes sus incrementos de costes. El año va a ser complicado para las tecnológicas, y en general para la bolsa.
- Las compañías con alta rentabilidad por dividendo pueden proteger en este contexto, ¿algún nombre propio?
Creo que sí, en un contexto de inflación entre el 8% y el 9% que impide obtener una rentabilidad neta positiva. La renta fija es cierto que está subiendo la rentabilidad pero aún está muy lejos de la tasa de inflación y ha quedado bastante claro que la inflación está bastante descontrolada, al menos, en el corto plazo y va a ser muy difícil bajarla de esos niveles del 2% que prácticamente parecen de chiste. Considero que las compañías que dan dividendos con retorno por encima del 5%, 5,5% o 6% son acciones que pueden proteger muy bien las carteras. En EEUU estoy pensando en los ‘reits’ -socimis- que son compañías que ofrecen una rentabilidad por dividendo muy atractiva y en España empresas que podrían ser Endesa o Red Eléctrica (REE). Las compañías que aportan una alta rentabilidad por dividendo pueden hacerlo bien, por lo menos para minimizar las pérdidas porque en estos momentos las bolsas pueden tener pérdidas significativas y hay que buscar refugio si existe la posibilidad.
- ¿Con qué acciones se queda en España?
Me quedaría con Repsol porque el ‘momentum’ que tiene es muy bueno con el precio del crudo por encima de los 110 dólares por barril y el dólar casi en paridad con el euro, lo que puede hacer que las empresas petroleras tengan un buen desempeño y Repsol pueda verse claramente favorecida. Endesa o Red Eléctrica son empresas que cuentan con un dividendo bastante interesante. Para una apuesta a más de medio y largo plazo habría que tener en cuenta el sector financiero por el entorno de subidas de tipos, estoy pensando en entidades como Bankinter o BBVA son las que mejor posicionadas están en este ambiente.