Uno de los activos de moda en el mercado español y protagonista indiscutible del sector inmobiliario en los últimos años son los centros de datos. Un interés que tiene fácil explicación, ya que vivimos un momento único para la sociedad en general y para el sector tecnológico en particular, marcado por el avance exponencial de la inteligencia artificial generativa y la informática avanzada.
Este salto está transformando industrias y modelos de negocio, generando una necesidad acuciante de infraestructuras digitales que sostengan el inmenso volumen de datos que estas tecnologías generan y procesan. En este contexto, nace la fiebre que estamos viendo por los data center y una oportunidad única para toda la Península Ibérica que no podemos permitirnos desperdiciar.
La región está en una posición privilegiada por dos motivos fundamentales. Por un lado, su ubicación como puerta estratégica para el tráfico transcontinental de datos está convirtiendo a la Península Ibérica en el centro neurálgico de tráfico de datos de Europa Continental y África gracias a sus conexiones submarinas con América, Asia y África. Se estima que el 70% del tráfico mundial de datos pasa por la Península Ibérica. Por otro, su condición de líder en generación de energía verde y uno de los costes de electricidad más bajos de Europa.
A estas condiciones estructurales prácticamente inmejorables, se le une un tercer ingrediente: los problemas que atraviesa el mercado FLAPD tradicional (Fráncfort, Londres, Ámsterdam, París y Dublín), que ha sido la columna vertebral de la industria europea de data centers. Estos mercados se enfrentan a cada vez mayores restricciones, debido a la escasez de energía, la falta de suelo y las limitaciones de la red eléctrica, lo que abre una ventana de oportunidad para la Península Ibérica.
Y es que, si lo comparamos con otros mercados europeos más desarrollados, el español se puede considerar un mercado emergente con un gran potencial de crecimiento. Un potencial que aún se dispara más si miramos al otro lado del Atlántico, ya que la tasa de penetración de estas instalaciones en EEUU prácticamente triplica a la de Europa.
De este modo, tenemos todos los ingredientes para triunfar, pero no podemos olvidarnos que atraer las inversiones que los grandes gigantes tecnológicos planean desarrollar en el sur de Europa no es un reto menor. Ya hemos visto como grandes proyectos anunciados se iban al traste al no poderse garantizar el suministro eléctrico -una de las mayores dificultades que afronta el sector- y la competencia de otros países es feroz. Por ello, para poder convertirnos en el hub digital del Sur de Europa, que estamos convencidos que podemos llegar a ser, son necesarias tanto la colaboración público-privada como un sistema de incentivos adecuado.
Un mercado incipiente y fragmentado
El mercado de los data center en España tiene enormes oportunidades, pero está todavía en un estado embrionario y fragmentado. Dentro del mismo, MERLIN Properties se ha convertido en uno de los grandes protagonistas gracias a una propuesta de valor única. Una posición privilegiada ganada gracias a la alianza firmada en 2020 con Edged Energy, el desarrollador tecnológico global de centros de datos sostenibles, para promover, construir, equipar y operar infraestructuras digitales de última generación en la Península Ibérica.
Gracias a esta alianza, nuestros centros de datos se sitúan a la vanguardia de la innovación internacional en materia de sostenibilidad, con un consumo nulo de agua y una altísima eficiencia en la conversión de potencia eléctrica en capacidad de computación. Actualmente, están diseñados para ofrecer al cliente un PUE de 1,15, frente a la media europea de 1,46 y global de 1,58, según Uptime Institute. Además, trabajan exclusivamente con electricidad procedente de fuentes renovables y su construcción está especialmente concebida para minimizar y compensar su huella de carbono.
Asimismo, también tienen la tecnología más puntera del mercado con un sistema modular que soporta densidades de hasta 70kW por rack con refrigeración por aire y 200kW por rack con un sistema “plug-and-play” de refrigeración líquida.
Todo esto nos convierte en referentes en el mercado con una capacidad disponible de 60 MW y otros 200 MW en desarrollo. A día de hoy estamos presentes en España y Portugal con instalaciones en Madrid-Getafe, Barcelona-Zona Franca, Campus Bilbao-Arasur y Campus Lisboa-Vila Franca de Xira. A estos campus se unen los recientes protocolos firmados con la Junta de Extremadura para la promoción de dos grandes campus de centros de datos en las provincias de Cáceres y Badajoz que podrían alcanzar una capacidad de 1 GW cada uno.
En resumen, en MERLIN contamos con una posición única y un futuro apasionante gracias a la visibilidad que nos dan nuestros proyectos presentes y futuro.
