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Sin embargo, a los gestores de fondos de renta variable les  resultó difícil seguir el ritmo del rally del mercado de renta variable, especialmente a los gestores de  gran capitalización. 

Según el estudio de Lyxor ETF Research and Solutions, que analiza la rentabilidad de 13.800 fondos  activos domiciliados en la Unión Europea (que representan 2,7 billones de euros de activos) en relación  con sus índices de referencia, el 57% de los gestores de fondos activos de renta fija y el 47% de los de  renta variable superaron de media sus índices de referencia en el primer semestre, con una importante  dispersión entre las distintas clases de activos. Asimismo, el "Active-Passive Navigator" de Lyxor  

Aunque el año 2021 comenzó con fuerza para los gestores de fondos de renta variable, impulsados por  el despliegue masivo de las campañas de vacunación, especialmente en Estados Unidos y Reino  Unido, su rentabilidad mostró una mayor dispersión en comparación con el año pasado.

Aquellos que  adoptaron un enfoque más arriesgado y con exposición al valor (value) y a valores cíclicos preparados para beneficiarse más de la recuperación mundial salieron ganando. Entre ellos se encuentran las empresas de pequeña capitalización de Reino Unido y Europa (el 96% y el 61% de ellas,  respectivamente, superaron a sus índices de referencia), mientras que los gestores de renta variable  china (73%) aprovecharon la sólida demanda interna, lo que les permitió protegerse de las turbulencias  de los mercados locales a principios de año.

Por el contrario, los gestores de renta variable mundial (34%) y europea de gran capitalización (39%) se quedaron atrás, ya que tuvieron dificultades para  captar el repunte de la renta variable debido, por un lado, a su insuficiente exposición a las acciones  europeas, que sufrieron relativamente menos el miedo de los inversores al tapering y por otro, a las  acciones de tipo value. 

Los gestores de renta fija obtuvieron un buen resultado en el primer semestre en general (el 57% superó  a sus índices de referencia, frente al 40% en 2020), ya que navegaron con éxito en un entorno complejo  y contrastado, en medio de los temores de una inflación disparada que hizo subir los rendimientos de  los bonos en todos los ámbitos en el primer trimestre.

En el segundo semestre, la moderación de la  actividad económica en EE.UU. alivió la preocupación por el tapering de la Reserva Federal, lo que dio  un respiro a los bonos del Tesoro estadounidense, mientras que los rendimientos del euro subieron,  impulsados por la reapertura económica y el aumento de las tasas de vacunación.

En este contexto,  los gestores de renta fija que adoptaron una postura infraponderada en la duración corta obtuvieron  buenos resultados, y los gestores de bonos soberanos, de grado de inversión y agregados prosperaron  a ambos lados del Atlántico y superaron a los índices de referencia. En el otro extremo del espectro, la  deuda de high yield (excesivamente prudente en el primer trimestre) y la deuda de mercados  emergentes (excesivamente prudente en el segundo trimestre) obtuvieron resultados ligeramente  inferiores durante el periodo. 

Vincent Denoiseux, Responsable de ETF Research and Solutions en Lyxor Asset Management,  comentó: "Aunque la mayoría de los gestores activos de renta variable han sido capaces de mitigar las  turbulencias del mercado en 2020, ha resultado más difícil seguir el ritmo de un repunte tan rápido y  consistente en la primera mitad del año. La gestión dinámica de la asignación por sectores y estilos fue  clave para superar los resultados en este entorno tan complicado. En el frente de la renta fija, el primer  semestre ha sido un periodo fuerte, con una gestión ágil de la duración como motor crucial de la  rentabilidad". 

Jean-Baptiste Berthon, Senior Cross-Asset Strategist de Lyxor Asset Management, añadió: "La  mayoría de los gestores de fondos activos lograron navegar con los vientos en contra relacionados con  los contratiempos en la implantación de la vacunación, así como las incertidumbres provocadas por el  aumento de la inflación y las preocupaciones por un tapering. De cara al futuro, la retirada de los  estímulos monetarios y fiscales, el cambio de las condiciones comerciales a medida que las economías  vuelven gradualmente a la normalidad y el aumento de las valoraciones presentarán tanto retos como  oportunidades para los gestores activos".