El mundo sigue desacelerándose. El FMI redujo dos décimas el crecimiento a nivel mundial, hasta el 3%, una décima las economías avanzadas hasta el 1,7% y una décima la de la Eurozona hasta el 1,2%. Algunos países como Alemania están en recesión técnica. ¿Desaceleración prolongada o desaceleración?¿A qué escenario nos enfrentamos?
Desaceleración importante. Es la quinta vez que el FMI rebaja las previsiones de crecimiento y el 3% es el peor dato desde 2008. El mundo se está desacelerando pero las condiciones económicas no apuntan a una recesión global, sobre todo porque EEUU sigue creciendo por encima del 2%. Puntualmente en Europa hay países como Alemania donde puede haber recesión pero que este país crezca al +2% o al -2% no es relevante.
Todo esto viene por las incertidumbres políticas, la guerra comercial ha frenado la actividad, las exportaciones, y por el Brexit, que es un desastre.
La fase 1 de la guerra comercial está negociada. Se abre un nuevo frente ahora que apunta directamente a Europa, ¿Cómo lo ven ustedes como casa canadiense?
Que la fase 1 se ha acabado está por ver. La dialéctica de Trump y China es una de cal y una de arena. El acuerdo al que se ha llegado es bastante cogido con pinzas, no es demasiado explícito y no tocan nada de patentes, propiedad intelectual…esa es la clave. Esta no es una guerra comercial de intercambio de bienes es una guerra de supremacía a nivel mundial y eso no se ha decidido la semana pasada.
Vamos a estar mucho tiempo con esto encima de la mesa. la diferencia es que a Trump le quedan o uno o cinco años de mandato y a Xi Jingping le queda toda la vida, cuando venga el sucesor de Trump veremos cómo cambian las cosas. A Trump le conviene mantener la tensión vida porque le da rédito electoral con lo que no se va a acabar.
Con Europa creciendo poco o desacelerándose, cualquier impacto en aranceles hará mucho daño, sobre todo a Alemania. Claramente no son buenas noticias para el viejo continente.
Europa crece poco, la guerra comercial no le viene bien y el Brexit tampoco. Este fin de semana hemos tenido muchas noticias, Boris Johnson hablando y pidiendo una prórroga para el Brexit. ¿Cuándo más puede durar la incertidumbre?
Llevamos tres años ya. Boris Johnson cuando se proclamó ministro dijo que el 31 de octubre habría Brexit sí o sí y parece que será no o no. Se ha pedido una extensión mínima de tres meses que se vota esta semana. Lo que se ha quitado de encima de la mesa es el no acuerdo, hay menos probabilidades de una salida sin acuerdo. Eso quita cierto nerviosismo en el mercado, de hecho las bolsas reaccionaron positivamente, pero tampoco está todo dicho. Lo malo es que cuanto más se retrase el Brexit peor porque Europa se desacelera y lo hará a un mayor ritmo cuanto más tiempo dure este período, llevándole incluso a la recesión.
¿Cuál es el efecto que puede tener esto sobre los mercados, enganchados a la liquidez de los bancos centrales?
Este año a comienzos de año nadie diría que la FED bajaría los tipos de interés y quién iba a pensar que el BCE iba a retomar las compras de activos a un ritmo de 20.000 millones ybajar los tipos de depósitos en el interbancario. El banco central ha dicho claramente que no pueden ser ellos los salvadores del mundo y que hace falta que los países empiecen a aplicar políticas fiscales expansivas para intentar apoyar el crecimiento y sacar adelante las economías. La política monetaria no puede ser el único motor y cada país tiene que ser responsable de adoptar medidas que impulsen el crecimiento. Estados Unidos lo ha hecho: la FED inyectando liquidez pero con una política fiscal expansiva ha generado crecimiento por encima del 2%.
Tenemos reunión del BCE este jueves, la última de Mario Draghi. A partir de noviembre será Christine Lagarde la que ejerza como presidenta del organismo. ¿Esperan algún impacto de este cambio al frente del BCE?
Lo primero que hay que decir es que Draghi ha hecho mucho por Europa. Sobre todo en aquellos momentos en que el bono español estaba por encima del 7%. Draghi no tenía en mente dejar el BCE como lo ha dejado, él tenía todo preparado para retirar las políticas de estímulo y entregar el organismo listo para una subida de tipos de interés.
Pero claramente de lo que uno piensa a lo que luego ocurre hay un abismo y DRaghi se vio forzado a aplicar políticas expansivas de nuevo, esta vez sin el apoyo total de los demás gobernadores centrales de otros países, que es importante porque Alemania, Bélgica, Holanda y Francia estaban en contra. Aun así a Lagarde le toca lidiar con un escenario importante, tiene que continuar con esta política. Creo que Lagarde no hará nada diferente pero tiene algo importante con lo que lidiar.
Tanta intervención de los bancos centrales al final acaba siendo malo y llevamos diez años así. Las economías tienen que intentar vivir por sí mismas y que no sea la política monetaria la única que tire del carro. Es el momento de los países.
En este entorno que estamos comentando, con tantos factores de incertidumbre, ¿dónde está la alternativa de inversión?
Primero hay que tener un horizonte de inversión de largo plazo y tener un poco de todo. Hoy en día estamos más defensivos, creemos que las bolsas han corrido mucho. Ha sido un año espectacular de mercado, renta fija y renta variable han volado, y creo que nadie ha perdido dinero con una cartera bien diversificada. Ahora mismo estamos más defensivos, intentamos proteger más el capital, reduciendo peso en renta variable, incorporando soluciones alternativas descorrelacionadas y buscando fondos mixtos que hayan sido capaces de paliar el temporal en momentos complicados.
Dentro de los activos descorrelacionados, ¿nos puede dar un ejemplo?
Tenemos un fondo de Real Estate que ha ido muy bien. Volatilidad del 2-3%, que estén descorrelacionados, que no dependan de lo que hagan los bancos centrales o Trump sino que vayan un poco por libre y además que ayuden a compensar la parte de renta fija de la cartera. Para cubrir ese hueco de producto con poco riesgo la inversión alternativa tiene un papel muy importante. Ahora bien, hay que seleccionarlo bien porque hay mucho fondo alternativo y mucho fondo alternativo malo.