Tenemos un año en que macro y bancos centrales van a dirigir a todos los mercados ¿Qué previsiones tenéis para 2024?
Nosotros pensamos que arrancaremos 2024 con unas inercias positivas a nivel macro. En términos generales 2023 sorprendió en cuanto a resistencia del crecimiento sobre todo porque Estados Unidos ha “contaminado” para bien al resto de economías pero, en el último trimestre de 2023, empezamos a notar cómo tenemos una enfriamiento económico por la parte de la industria manufacturera y de servicios. En este sentido, pensamos que el crecimiento mundial para 2024 será muy similar al 2023, en torno al 3%, tendremos desaceleración en la región desarrollada con Europa creciendo un 0,7% mientras Estados unidos crece un 1,5% gracias a un mercado laboral muy resistente. En el caso español, la economía crecerá un 1,8% porque tiene todavía unas inercias muy potentes en cuanto a estímulo fiscal derivado de los fondos NextGenerationEU, fomento del turismo o incluso que la composición sectorial de la economía no se está viendo penalizada como consecuencia de la debilidad industrial de Europa. 2024 será un año de desaceleración económica suave sin dramatismos.
¿Qué implicaciones tendrán las previsibles bajadas de tipos sobre las carteras de los clientes más conservadores?
Los inversores más conservadores están de enhorabuena porque han tenido en los últimos años un escenario de represión financiera que penalizaba al ahorro y en términos generales, el año 2024 a priori, con el pico monetario que tenemos sobre la mesa donde el próximo movimiento será de bajadas, es un año positivo. Además, incluso en ese escenario alternativo de posible recesión, el inversor se vería incluso beneficiado porque las bajadas de tipos serían más acusadas y se vería forzada su posición.
¿Qué estrategia creen que es clave sobre la renta fija?
La renta fija presenta un atractivo desde el punto de vista de rentabilidad por TIR y también por capturar bajadas de tipos. La deuda pública presenta un atractivo mejor que la de hace años pero nos gusta más la parte corporativa. Si añadimos ese extra de rentabilidad derivado de la prima que tienen que pagar las compañías sobre la deuda pública y pensando que este escenario de aterrizaje económico suave debería favorecer un estrechamiento de los diferenciales, tienes a la deuda corporativa de mayor calidad profundamente atractiva desde el binomio rentabilidad -riesgo.
¿Sera un buen año de renta variable?
Nuestra idea de mayor convicción para 2024 es la renta fija. Pero la renta variable podría finalizar el año con rentabilidades superiores aunque asumiendo un mayor riesgo. Dentro de la renta variable, la bolsa norteamericana lo hizo extremadamente bien en 2023 pero también apoyándose en muy pocos valores – siete magníficos – y en la inercia de la IA. Con lo que desde ese punto, la valoración de la bolsa estadounidense es más exigente y vemos más atractiva la bolsa europea, la bolsa de Japón e incluso la bolsa china, en el caso de que veamos ciertos estímulos por parte del banco central.
¿Qué porcentaje sería optimo en cartera de cada activo?
En 2024 hay que tratar de ser fieles a nuestro perfil inversor. No hacer grandes apuestas en términos de sobreponderación. Podemos estar cómodos con nuestro perfil inversor porque la parte de renta fija dará una rentabilidad atractiva que evite tener que invertir en renta variable para conseguir más retorno. Creemos que es buen año para estar balanceado.
¿Cuáles son los mayores riesgos que estáis monitorizando?
En términos de riesgos, cada vez es más improbable pero si tenemos repuntes por el lado de la inflación, efectos de segunda ronda…y donde veamos que ese proceso de desinflación se vuelve a frenar los mercados volverán a ponerse algo más nerviosos, se frenarán las expectativas de bajadas de tipos y podríamos acabar en el temido escenario de desinflación. Y además, la parte geopolítica la tenemos todos en mente pero los operadores se vuelven inmunes a todos estos riesgos geopolíticos porque incluso cuando se han materializado, hay una sobrerreacción y el mercado rápidamente se recompone. En ese sentido, estaríamos más pendientes de los precios del petróleo que sí podrían tener un impacto en los precios.
¿Qué activos reducirán la volatilidad de la cartera?
En términos generales hay que tener una cartera bien diversificada, bien balanceada…pero este año además habría que fijarse más en las experiencias recientes. El año pasado se demostró, con el permiso de la tecnología, que tanto por sectores como por estilos se iban alternando en los avances con lo que estar bien diversificado es una estrategia ganadora. Además, a la hora de añadir valor, el hecho de tener bastante flexibilidad en términos tanto de renta variable como mover duración de las carteras es una estrategia ganadora en un año que para nosotros será de aterrizaje económico suave pero que requiere ser flexibles porque no está exento de incertidumbres.