El sector inmobiliario sigue siendo un elemento esencial en las estrategias de inversión debido a su capacidad para ofrecer estabilidad y retorno. Actualmente, dos factores destacan especialmente:
- Acceso a la financiación: Aunque las condiciones macroeconómicas han mejorado y los tipos de interés han comenzado a estabilizarse en torno al 2-2,5%, el acceso a la financiación para empresas y promotores sigue siendo un desafío. La disposición de la financiación tradicional a financiar este sector es limitada, lo que ha abierto oportunidades para la financiación alternativa, permitiendo a los inversores captar retornos atractivos, descorrelacionados respecto a los mercados de renta variable y respaldados con colaterales sólidos.
- 2. Déficit estructural de vivienda en España: El mercado inmobiliario español enfrenta una situación crítica en términos de oferta y demanda. Actualmente, se construyen unas 75.000 viviendas al año, mientras que la creación neta de hogares supera las 250.000 unidades anuales. Esta brecha estructural, acumulada en los últimos tres años, ha generado una presión al alza en los precios de la vivienda y ha impulsado la demanda de financiación para nuevos desarrollos residenciales.
Dada esta realidad, muchos inversores están recurriendo a modelos más flexibles que les permitan aprovechar las oportunidades del sector sin asumir los riesgos operativos de la propiedad directa.
Deuda con garantía hipotecaria: una alternativa con seguridad y rentabilidad
Una de las estrategias más efectivas dentro de la inversión inmobiliaria es la deuda con garantía hipotecaria. Esta modalidad permite a los inversores financiar proyectos inmobiliarios a cambio de un retorno atractivo y con una estructura de riesgo controlada.
- Seguridad: La garantía hipotecaria sobre activos con LTVs conservadores (por debajo del 50%) reduce significativamente el riesgo de impago.
- Rentabilidad atractiva: Con retornos que suelen estar entre un 3’5% y un 5’5% por encima del Euribor, este tipo de inversión supera a muchas alternativas tradicionales con un colateral hipotecario que sirve de ancla de la operación atemperando de forma sustancial cualquier riesgo.
- Flexibilidad y diversificación: Permite la inversión en distintos segmentos del mercado (residencial, comercial, hotelero) con estructuras que se ajustan a las necesidades patrimoniales de cada inversor.
- Plazos de inversión ajustados a la liquidez del inversor: En muchos casos, los préstamos con garantía hipotecaria tienen un horizonte temporal de 24 a 36 meses, lo que permite una planificación financiera eficiente sin comprometer la liquidez a largo plazo.
- Modelo consolidado en mercados internacionales: En países como EE.UU. o Reino Unido, la financiación alternativa tiene una cuota de mercado en el sector inmobiliario que ya supera a la de la financiación tradicional, lo que confirma su fortaleza y ser una estrategia de inversión de éxito.
Inversión alternativa: captando valor en el sector inmobiliario
Además de la deuda con garantía hipotecaria, la inversión alternativa en el sector inmobiliario sigue ganando protagonismo como una vía efectiva para generar valor.
- Estrategias oportunistas: Las restricciones de la financiación tradicional ha abierto oportunidades en activos en situaciones especiales, donde el valor se genera a través de estructuras financieras más flexibles, velocidad en la ejecución y una gestión activa que permite desbloquear operaciones que no encajan en los circuitos tradicionales.
- Acceso a desarrollos con alto potencial de revalorización: Participar en vehículos de inversión especializados permite aprovechar la evolución del mercado sin la necesidad de gestionar directamente los activos.
- Mayor control sobre la inversión: A diferencia de la compra de activos físicos, la inversión alternativa permite estrategias más dinámicas, con estructuras adaptadas a las necesidades de los inversores institucionales y privados.
El auge de la inversión alternativa en las carteras globales
Cada vez es más evidente que la inversión alternativa se está convirtiendo en un pilar fundamental dentro de las estrategias globales de inversión. Su combinación de rentabilidad atractiva y respaldo con colateral inmobiliario la convierte en una opción sólida frente a la volatilidad de los mercados tradicionales.
- Seguridad: La inversión alternativa en el sector inmobiliario ofrece estructuras diseñadas para minimizar el riesgo, con garantías reales que protegen el capital invertido.
- Rentabilidad y diversificación: Permite generar retornos consistentes y diversificar las carteras en activos con menor correlación con los mercados financieros.
- Flexibilidad: Ofrece opciones adaptadas a diferentes perfiles de inversión, desde estructuras con liquidez más inmediata hasta modelos con visión a medio plazo.
El mercado inmobiliario sigue demostrando su capacidad para generar valor, y dentro de este sector, las estrategias de inversión alternativa continúan consolidándose como una opción eficiente para aquellos que buscan maximizar retornos sin asumir los riesgos de la propiedad directa. En un entorno de constante cambio, contar con una estrategia de inversión bien estructurada y respaldada por activos sólidos será clave para el éxito a largo plazo. Además esta estrategia ayuda a paliar la falta de financiación de un sector que ahora mismo es clave para la más que necesaria creación de viviendas que palien la actual situación de desequilibrio de mercado en el que la oferta de viviendas es muy inferior a la demanda de estas.