-¿Cómo está encajando Wall Street el hecho de que el interés de los bonos estadounidenses a 10 años vuelvan a repuntar por encima del 1,60%? ¿Seguirá esta tendencia?
-Hay una tendencia estructural a tipos de interés más altos. La Fed no quiere subir las tasas de interés, pero luego está el tipo a medio y largo plazo. Hemos visto movimiento desde 0,50 hasta 1,75. Ahora está revertiendo a la baja el coste del dinero a 10 años en EEUU. Probablemente, tras este respiro es probable que volvamos a ver presiones a la baja. Nos vamos a encontrar con ataques al 2% al término de costes del dinero a 10 años. Incluso si la Fed no hace nada, veremos niveles más altos.
Este será uno de los detonantes más negativos para la bolsa. Ahora en abril y mayo tenemos por delante un repunte importante de la inflación. Si bien, la Fed no se moverá ya que permitirá que haya datos elevado al principio, por tanto, el incremento potencial a lo largo del año en el coste de financiación puede descarrilar la tendencia alcista en la que llevamos sumidos en EEUU desde hace más de una década.
-El dólar ha llegado a tocar mínimos de 7 semanas en los últimos días. ¿A qué se debe este recorte?
-Por un lado, tenemos la declaración por parte de la Fed de que no va a subir tasas de interés hasta 2023, lo cual le quita atractivo al dólar. Por otro lado, el nivel de endeudamiento brutal en el que está incurriendo el gobierno estadounidense para sacar adelante la recuperación económica también pone presión al dólar.
El mercado empezó este año muy posicionado en contra del dólar, había un consenso espectacular desde el punto de vista institucional y retail en contra el dólar. Se fue desde cotas de 1,23 hasta niveles de 1,17.
Tengo la sensación de que el corto plazo hay una alta probabilidad de corrección bursátil. De cara a los próximos dos meses, podríamos ver correcciones del 10 y 15% en la bolsa. De ser así, el dólar podría fortalecerse una vez más actuando como activo refugio.
Más adelante, probablemente, el dólar va a protagonizar nuevamente fases de desaceleración o depreciación importantes. No me extrañaría que, contra el euro, después de una fase de fortalecimiento que dure un mes o mes y medio, volvamos a ver a ver una tendencia alcista hacia niveles del entorno de 1,25.
-Con los resultados de los grandes bancos estadounidenses ya publicados, ¿cuáles serán los sectores ganadores en este contexto? ¿Los resultados de las FAANG moverán las cuentas del Nasdaq?
-El sector bancario será favorecido durante este año, aunque no quiere decir que no participen de la corrección.
En términos de la curva de tipos, la situación es muy favorable a los bancos. Si la Fed ancla los tipos de interés al 0% en el corto plazo pero en el medio y largo plazo, 7 o 10 años, sigue tensionándose, quiere decir que el diferencial entre el corto y el largo plazo cada vez es mayor, seguirá tensionándose. Este entorno es ideal para los bancos, porque tienen un margen de intermediación más grande y puede generar mejores resultados económicos.
La banca en EEUU va a ser un claro ganador en lo que queda de 2021 aunque en el corto veremos correcciones.
Respecto a las FAANG, hay una expectativa descontada. La mejor forma de ver esto es cuando agregas los 500 componentes del S&P, en enero del año pasado teníamos una expectativa en base a fact set que decía que íbamos a ver resultados de 178 dólares por acción, aproximadamente de medio.
Con eso pagábamos una bolsa que a día de hoy está un 20% más cara. Los resultados para este trimestre, de este mismo agregado de fact sect, ahora apuntan a 158 dólares por acción. Esperamos 13 dólares menos por acción a grosso modo.
Dan igual los resultados, hay mucho descontado y hay tanta expectativa positiva que el riesgo es que pase algo como lo que pasó con Netflix. Compañías que tienen en sus múltiplos ya puesto en precio la recuperación económica, resultados empresariales muy buenos, de repente defrauden.
-A medida que reabren las economías avanzadas, el petróleo está subiendo con fuerza, pese a las últimas correcciones. ¿Se trata de un rebote cíclico o de un cambio estructural que impactará la demanda durante décadas?
-El petróleo lleva exhibiendo un canal descendente desde 2006-2007. Es bastante fiable, la parte superior la hemos puesto a prueba en 7 u 8 ocasiones. Siempre la hemos rechazado. La parte inferior la hemos atacado en las tres grandes crisis; en 2008, en 2014, cuando surge el problema de sobreoferta y ahora con el covid.
No va a cambiar ese patrón y el petróleo a lo largo de 2021 acabará atacando cotas del entorno de 80-85 dólares por barril. Es una buena oportunidad para abrir posiciones cortas de forma estratégica. La pregunta es si lo hará de forma directa o si antes habrá algún tipo de corrección.
Con la idea en mente de que en los próximos dos meses vamos a ver una corrección significativa en la bolsa, no me extrañaría que el petróleo haga algún tipo de corrección hacia la cota de 50 o 54 dólares por barril antes de acometer el siguiente impulso hacia niveles de 80-85.
No considero que sea algo estructural. Es algo que acompañará la recuperación económica, pero yo no soy tan positivo a partir del año que viene. Probablemente 2022 será el final de este bull market y cuando descubramos el impacto de normalizar el coste del dinero en un mundo endeudado desde el punto de vista de gobiernos y de empresas, probablemente, tendremos que acometer otras grandes aceleraciones económicas y descubriremos que lo que hemos hecho es aplicar una medicina que nos salva de problemas coyunturales que lo único que hace es agrandar el problema estructural en el que estamos. Se trata de una deuda crónica con la que intentamos justificar crecimientos que, por otro lado, cada vez son más débiles.