¿Qué papel juega el QA en el ecosistema de negocios en el que nos venimos moviendo en los últimos años?
Si bien es cierto, en los últimos años ha habido un cambio de paradigma bastante importante. Hace 15-20 años era muy complicado que las empresas destinasen el 20-25% de su presupuesto a labores de QA.
Este cambio de paradigma también ha venido forzado con la salida de los dispositivos móviles y eso ha generado que seamos una sociedad altamente demandante, altamente crítica y con un estatus de inmediatez brutal. Hace unos años teníamos la suficiente paciencia como para pedir algo y que viniese en 10-15 días y ahora si no nos llega hoy o mañana, nos cabreamos y nos frustramos.
Eso ha hecho que cuando tenemos un problema, cuando hay algo que no funciona, cuando nos encontramos con ralentizaciones… ya saltamos en redes sociales con críticas negativas y la imagen de marca se ve afectada. Eso es lo que aportamos desde QA, el tener productos bien hechos, productos de calidad y que los clientes puedan utilizar con total tranquilidad y fiabilidad.
En la Bolsa de Madrid tenemos un ejemplo muy claro con los monitores que hay. ¿Alguien compraría o vendería acciones si todo eso no se hubiera validado anteriormente?
¿Cómo Izertis puede ayudar a las compañías a implementar un proceso de testing eficiente?
Izertis siempre ha sido una empresa muy innovadora, ligada a procesos disruptivos, de aprendizaje y a esa optimización de procesos.
Nosotros, en el departamento de QA, a lo largo del tiempo y madurándolo en diferentes proyectos y clientes, hemos creado un Smart Quality Hub que permite adaptarse a cualquier necesidad que puede tener un cliente y a cualquier problemática que se encuentre.
Al final, lo que hacemos es trabajar mano a mano con el cliente y los categorizamos en diferentes niveles de madurez. Depende del escalón en el que estén, les vamos ayudando y acompañando a elevar esos niveles de madurez y esto hace que los clientes confíen en nosotros y tengamos proyectos a largo plazo, es decir, les vamos acompañando hacia el futuro.
Esa es una de las principales labores o dedicaciones que tenemos en QA, ese acompañamiento, el hacer las cosas mejor, evaluar que los procesos estén funcionando correctamente desde el principio hasta el fin, o sea, desde la primera toma de requisitos o la primera conversación con los propios usuarios hasta la puesta en producción, pasando por diferentes fases con las diferentes áreas o equipos involucrados.
Asimismo, podemos adentrarnos en lo que son los retornos de inversión. Hace un par de años, aproximadamente, hablábamos de retornos de inversión bastante buenos, que conseguíamos de seis meses a un año y posicionándonos, además, en el mercado. Actualmente, con la madurez que tenemos en los equipos, estamos consiguiendo retornos de inversión entre tres meses.
Esa reducción de un 50% es concluyente en el buen hacer del equipo. Y esto no se hace de un día para otro, sino que, Izertis, tiene una estrategia muy buena de inversión en formación y en equipos de alto rendimiento y eso hace que el equipo actual de QA sea un equipo muy potente.
¿De qué manera contar con un equipo de QA puede convertirse en una ventaja competitiva en el seno empresarial?
La principal ventaja competitiva es aportar tranquilidad. El poder trabajar en su día a día, el poder tener las dinámicas habituales, el no perder tiempo en errores que nos podemos encontrar… Eso es determinante y es, simplemente, esa tranquilidad y esa fiabilidad de hacer las cosas bien, el mejor posicionamiento.
Actualmente, la imagen de marca es lo que más vende y el boca a boca es nuestra mejor herramienta comercial.
En el 2010 hubo un concierto muy importante por la vuelta de los Rolling Stones a España, un concierto que se hizo en el Bernabéu. ¿Qué ocurrió? Que las personas que querían comprar una entrada no pudieron siquiera entrar en los portales web de venta incluso desde bastante antes porque se cayeron los sistemas. Esto generó una frustración muy grande y creó un nivel de negatividad tremendo y, al final, hubo pérdidas de ventas en las empresas que tenían esos portales.
Todo esto provocó que esas empresas perdiesen dinero, pero ya no solo en ese concierto, si no en otros conciertos que sucedieron a lo largo del tiempo porque ya nadie se fiaba de comprar las entradas ahí y poder quedarse sin ellas.
Otro ejemplo que pasó hace poco fue con una consola que salió al mercado, la PlayStation, la cual muchas personas querían adquirir en la etapa navideña para regalar, no pudieron y al final se llevaron las ventas las consolas de la competencia.
¿Cuál es el principal obstáculo que presentan las empresas a la hora de dar el salto hacia un modelo basado en procesos de QA?
El principal obstáculo, que sigue siendo una problemática para los que nos dedicamos a la calidad, es la falta de información. Puede parecer que las pruebas de software las puede hacer cualquiera, que no hay una profesionalización y a eso se suma la falta de información sobre qué aporta un proceso de calidad.
Esto se nota en empresas que llevan entre 30-50 años en el mercado, que no han hecho una prueba en su vida y ahí están. A ese tipo de empresas puede resultar complicado a priori el acceder, el hablar con ellas, venderles QA y lo que les aporta.
En ese grado de madurez que hemos hecho en el departamento, estamos trabajando mucho con empresas abiertas a escuchar procesos, temas de QA y demás. En empresas más reticentes estamos trabajando ese acercamiento.
La parte de QA hay que darla a conocer a través del acercamiento, del acompañamiento y de la cercanía con los clientes. Para ello, hacemos mucha dinámica, mucho brainstorming con los clientes, mucho entendimiento, qué problemáticas tienen, qué fortalezas, qué debilidades... Tenemos un taller de lego muy divertido, en el que se ponen a jugar con un trasfondo profesional. Al final, esa cercanía es lo que nos está abriendo puertas porque ven lo que les puede aportar QA, que es, sobre todo, adaptabilidad a los nuevos cambios, a ese cambio de sociedad y a esa tendencia digital.
¿Cuáles son los sectores que más están avanzando hacia modelos basados en el aseguramiento de la calidad?
Lamentablemente hemos pasado por una pandemia complicada que ha hecho que prácticamente todos los sectores se tengan que digitalizar por diferentes situaciones. En el sector de banca y seguros esa digitalización ha hecho que se preocupen muchísimo por la calidad.
En el sector banca, porque estamos jugando con el dinero de cada uno y no podemos hacer que nuestro dinero se pierda o entrar en un fondo de ahorro y que no sea el dinero que teníamos o que no se muestre en pantalla.
Y en el sector seguros es igual porque hablamos también de problemas de salud, es decir, tengo un seguro y tiene que funcionar correctamente, por ejemplo, si tengo un accidente con el coche, tiene que funcionar todo bien, tengo que poder dar el parte adecuadamente, se tiene que gestionar quizá una ambulancia… Y todo eso afecta.
Hablando, además, de temas de salud, el sector sanitario ha tenido una evolución digital brutal, lamentablemente, a partir de la pandemia. Tener una consulta por videollamada hace un par de años no existía o existía en entornos de pago bastante caros y muy poco maduros. Ahora mismo hasta la sanidad pública lo ofrece. No nos podemos permitir que, por ejemplo, un volante digital no funcione.
Eso es determinante, ese avance digital que hemos tenido de manera forzada ha hecho que las empresas se preocupen muchísimo de los ámbitos de calidad ya no solo porque los usuarios trabajen con las aplicaciones correctamente si no porque, en ocasiones, nos jugamos nuestra salud y nuestro dinero.