¿Cuál es la situación real de la economía y cuáles son sus perspectivas?
Nuestra interpretación de los PMIs es que tienden a exagerar el crecimiento real de la economía. Hemos tenido un 2018 que hemos partido de niveles de PMI cercanos a 60 en Europa que en esos momentos creíamos poco realistas y ahora tenemos niveles más cerca de 50 que tampoco creemos realistas. Lo que hemos visto en la historia es que los PMI suben mucho cuando consideran que el mercado va a ser alto y caen mucho cuando consideran que va a ser negativo, pero la realidad es que el crecimiento no va a ser ni tan alto ni tan bajo.
PMIs tan bajos reflejan un sentimiento muy negativo del mercado que se ha visto afectado por fenómenos temporales como la climatología europea, las huelgas en Francia, los controles de contención en Alemania que han parado la producción de automóviles. Creemos que todo esto se va a ir corrigiendo en 2019 y esperamos que los PMIs tienen que subir y se acerquen a un crecimiento más realista en Europa.
Ahora mismo los PMIs nos están hablando de crecimientos económicos de alrededor del 0,5 que creemos que es poco realista en Europa. Estaríamos más alrededor del 2%.
¿Cómo afecta la incertidumbre en torno a las relaciones comerciales de EEUU y China? ¿Cómo esperáis que acabe el conflicto?
La esperanza es que el conflicto acabe bien. Porque siempre el mejor resultado para todo el mundo es el acuerdo. Siempre es así. Lo que pasa es que también somos conscientes de que vamos a entrar en una dinámica de negociación donde todo el mundo tiene sus propias estrategias. También somos conscientes de que Trump ha tenido una derrota importante en EEUU con el cierre de la Administración Federal y hay dos posibles caminos: el de buscar un acuerdo rápido con China que le de cierta imagen de liderazgo o, al contrario, buscar una confrontación mayor por el mismo razonamiento. Ahí hay un tema muy psicológico.
Creemos que vamos a tener volatilidad. Que se están dando pasos en la buena dirección aunque no sean muy mediáticos, como la compra por parte de China de soja a EEUU son caminos en la buena dirección, sobre todo porque van dirigidos al sector más favorable de votar a Trump. Las señales son buenas pero va a seguir generando volatilidad.
¿Cómo de grave es el enfriamiento de la economía China?
La economía China es muy relevante y es uno de nuestros principales focos de atención para 2019. El PMI manufacturero chino tiene una correlación de alrededor del 80% con el PMI manufacturero mundial. La importancia es altísima.
Sin embargo hemos tenido otras fases de ralentización de la economía china, como en 2016 y acabamos con un rally muy importante. China tiene los mecanismos para acabar con la debilidad económica. Los efectos no son muy inmediatos. Vamos a estar muy vigilantes durante el primer semestre del año. Las medidas de estímulo que están aplicando y alcanzan ya el 2% del PIB. Tenemos en marcha políticas monetarias expansivas, como rebajas de tipos de interés de alrededor de 200 puntos básicos. Tenemos medidas fiscales, como rebajas para la adquisición de coches. Incremento del 40% en el gasto en infraestructuras ferroviarias… Son medidas que no tienen efecto inmediato. Creemos que vamos a empezar a verlo (ya hemos visto subidas en precios inmobiliario en algunas ciudades del Tier 2, Tier 3, Tier 4 de alrededor del 10%.
Hemos visto incremento de ventas retail, con lo cual tenemos datos mixtos y tenemos que ver es hacia dónde se encamina. Lo que si somos conscientes es que cuando el Gobierno chino toma la intención de impulsar la economía sus planes de acción son incesantes hasta que consiguen resultados.
¿En qué situación se encuentra la economía de EEUU? ¿Qué papel puede jugar la Fed con el mercado esperando que no suba los tipos este año?
Es muy positiva. No estamos, de ninguna manera pensando que van a entrar en recesión. Tal vez compartamos el pronóstico de que a finales de 2021 podría ser el comienzo. Serían dos años. Es difícil de decir, pero lo que ahora mismo somos conscientes es que la economía norteamericana se haya en práctico pleno empleo. Ya llevamos tiempo y seguimos mejorando los datos de ocupación. Tenemos los últimos datos de los últimos 50 años y mientras tanto no se está generando inflación. Que es lo importante.
Pero a la vez, vemos que los costes laborales en EEUU no están subiendo a pesar de que los salarios sí. Y eso solo se puede explicar de una manera: el aumento de productividad. Básicamente una fuerte inversión en tecnología en los últimos años ha permitido que los costes laborales sigan siendo constantes en EEUU y eso es lo que va a permitir que la Reserva Federal relaje esa política de incrementar tipos de interés y reducir su balance.
¿Cómo valoran la actuación del Banco Central Europeo?
La situación en Europa es muy diferente a EEUU y no es solo un tema del Banco Central Europeo. Aquí intervienen mucho los Gobiernos y las políticas fiscales que hasta el momento han sido erróneas o inexistentes. De las dos maneras.
La realidad es que la falta de estímulos fiscales en la economía europea hace que el crecimiento sea mucho más débil y el BCE deba mantener esos tipos de interés bajos durante más tiempo. El problema que tiene es que si EEUU sube tipos de interés, el ir en dirección contraria complica mucho las cosas.
¿La ventaja? La ralentización de la FED ha hecho que el BCE relaje. La FED nos está dando una ventana de tiempo para seguir manteniendo tipos bajos y estimular la economía.
¿Cuál es vuestra perspectiva en los países emergentes? ¿Esperáis buenas o malas noticias?
Hay dos factores que hay que tener en cuenta. Primero, venimos de un mes de enero con subidas importantes en todos los mercados. Los que menos han subido han sido justo los que más cayeron en 20128. Es un momento de reacción ante una caída excesiva y que creemos que en los mercados emergentes tenemos que aprovecharnos para posicionarnos en los mercados buenos.
Nuestra posición es que son una buena inversión. El dólar no va a seguir fortaleciéndose, lo que es muy bueno para emergentes pero es muy importante invertir en los países emergentes sanos.
Es muy importante diferenciar entre Corea, China o Rusia (con bajo endeudamiento sobretodo en dólar, superávit fiscal y comercial y baja inflación) de economías como Argentina o Turquía. En la situación contraria. Mucho endeudamiento den dólar, mucha sensibilidad a las incertidumbres económicas mundiales, mucha inflación, déficit comercial…
Es una buena idea invertir en los mercados emergentes pero hay que hacerlo en los buenos, diferenciándolos de Argentina o Turquía.