José Luis Cava comienza su vídeo diario observando que la tendencia de la deuda global es claramente alcista, lo que revela, según su palabras, “que es insostenible, una barbaridad”. “Si ahora comparamos la deuda total del mundo con el PIB global, nos encontramos que la deuda triplica al PIB”. Es esta la razón, explica, por la que presta tanta atención al oro y lo considera un activo refugio.
Tras la publicación de los datos del mes de junio, el gobierno federal ha disparado “inesperadamente” el gasto público en junio. Concretamente, se ha incrementado en un 15%. Janet Yellen se ha gastado 0,67 billones en un mes y ha incrementado el déficit público en 0,22 billones. La pregunta que hace el analista es, ¿esto es sostenible? ¿Vendrá algún político que controle el gasto público para reducir la deuda pública? “Obviamente no. Los políticos nunca van a reducir el gasto público porque no comprarían votos”.
Además, continúa el experto, nos encontramos que Powell está subiendo los tipos de interés, mientras Biden sigue gastando. “Cuando Powell sube los tipos de interés, a los únicos que está perjudicando a los ciudadanos de a pie, vía consumo y vía inversión”. Esta es la razón, explica Cava, por la que no estamos viendo una recesión. Y es que el gasto público de Estados Unidos puede representar aproximadamente el 40% del PIB del país. Si ese 40% sigue subiendo, está compensando en gran parte los efectos contractivos de la política monetaria de Powell.
José Luis Cava también expresa que el comportamiento de la rentabilidad de los bonos a 10 años le ha decepcionado esta semana. “Estamos observando que los mercados de futuros sobre fondos federales están descontando recortes de tipos de interés para finales del año 2023. Sin embargo, estamos viendo que la rentabilidad del bono a 10 años no cae”.
“Hemos trazado una recta directriz alcista uniendo los mínimos de marzo del año 2022 y los mínimos de mayo de 2023. ¿Ven ustedes que esa recta directriz alcista, representada por una línea continua de color azul, ahora pasa por encima de 3,5%? Esto significa que, mientras la rentabilidad del bono se mantenga por encima del 3,5%, la economía no entrará en recesión, y no tendremos una prueba de que Powell va a recortar los tipos de interés”.
¿Y por qué esa decepción del analista este fin de semana? “Da la casualidad que la rentabilidad del bono ha llegado a 3,76 y se ha girado al alza”. La primera conclusión que saca el experto es que los participantes en los mercados de bonos, y concretamente en el bono americano a 10 años, consideran que la inflación no va a caer por debajo del 3%, y que la inflación básica se va a mantener en torno al 3,5%. Ahora, además, la Universidad de Michigan ha publicado sus expectativas inflacionistas, y nos encontramos que los consumidores creen que la inflación que va a haber a lo largo del próximo año va a estar en torno al 3,4%. Incluso por encima de lo que habían estimado en el mes de junio. Pero la inflación esperada por los consumidores para los próximos 5 años está en torno al 3,1%, subiendo del 3% del mes anterior.
¿Esto qué significa? “Muy probablemente la inflación se va a mantener en torno al 3%”. ¿Y qué sucedería si ahora se incrementara el precio del petróleo? Según el analista, “probablemente tendríamos un problema”.
“Nosotros, como especuladores, seguimos operando de la misma manera. Estamos en el corto plazo invirtiendo en fondos del mercado monetario con un vencimiento medio de sus activos no superior a 60 días. Todavía no nos podemos acercar al mercado de bonos, porque la tendencia del precio de los bonos es bajista y de rentabilidad alcista. Y las bolsas siguen subiendo”.
En cuanto al S&P 500, el experto comenta que se está moviendo lateralmente, desplegando una fase correctiva. “Nos vamos a fijar en primer lugar en el soporte de la zona 4.488. Mientras se mantenga por encima podemos mantener una predisposición alcista de muy corto plazo”. ¿Y qué sucedería si perforara el 4.488? Que se iría al siguiente soporte, en 4.458.
“Mientras se mantenga por encima 4.458, predisposición alcista y no veríamos caídas”. ¿Cuál sería el primer aviso de que el S&P 500 puede experimentar un retroceso? “Que llega al 4.458, rebota, que ese rebote fuera muy débil, y a continuación perfora a ese nivel. Ese sería el primer síntoma del inicio de un movimiento de la baja significativo”, concluye José Luis Cava.