Grifols presentó cuentas la semana pasada, con un beneficio neto de 208 millones de euros, lo que supone un aumento del 10,4% respeto a 2021, ya que la extracción de plasma sanguíneo creció más de un 25% tras verse gravemente afectada durante la pandemia. Excluyendo Biotest, aumenta un +18,6% hasta 224 millones de euros.
Unas cifras que no convencieron al mercado. El valor llegó a caer un 9% tras presentar sus resultados. Los analistas creen que la clave será la recuperación del negocio a partir de finales de 2023.
Desde el punto de vista técnico, Grifols venía registrando un rebote desde octubre, hasta que se dio la vuelta con esas cifras y otras noticias, como los cambios en su cúpula que generó miedo en el valor, "los bajistas vuelven a aprovecharse", apunta Diego Morín, analista de IG.
Hay algo a tener también en cuenta, y es que el mercado ha tocado esa directriz bajista de largo plazo y no ha podido superarla, como vemos en su gráfico:
También se ha visto "un poco de revuelo en los 14 euros" y luego ha perdido los 11 euros. Hay que vigilar si hace un pull back hacia una zona de 12,5 euros. Si no lo logra, puede caer hacia los 10 - 9,90 euros.
A largo plazo, los analistas siguen confiando en el valor: le dan un consejo de comprar, a un precio objetivo de 17,25 euros, lo que supone un potencial del 55%.