Valoración de los mercados en este primer trimestre. ¿Los aranceles son los únicos culpables de la volatilidad de estos meses?

Es probable que el mercado haya estado muy centrado en la cuestión arancelaria, y eso explicaría en gran parte la notable divergencia entre el comportamiento de los mercados estadounidense y europeo, que es algo excepcional. De hecho, si analizamos los resultados por trimestres desde la creación del euro, es difícil encontrar una diferencia de rentabilidad tan significativa entre ambos mercados, especialmente a favor de Europa. Y es que estamos más acostumbrados a ver un mejor desempeño del mercado estadounidense. Sin embargo, un diferencial de rentabilidad cercano o incluso superior al 10% a favor de Europa, como el que podríamos observar al cierre de este trimestre, resulta extremadamente inusual.

En este contexto, la política arancelaria de la nueva administración estadounidense ha jugado un papel importante. No obstante, no se trata únicamente de aranceles, porque éstos forman parte de una estrategia económica más amplia de EEUU que busca, en términos generales, ordenar las cuentas públicas y corregir el déficit comercial. Dentro de ese marco, también se inscribe la intención del Gobierno estadounidense de reducir los tipos de interés a largo plazo y refinanciar su deuda a costes mucho más bajos.

¿Podemos decir que la bolsa americana ya está barata?

Sí, actualmente puede considerarse que la bolsa americana está ligeramente barata. A comienzos de año, partíamos de una sobrevaloración en torno al 5%, pero ahora nos encontramos con una infravaloración cercana al 5%. Y es que esa corrección que hemos tenido, concentrada en apenas tres semanas, ha devuelto atractivo al mercado americano desde el punto de vista de las valoraciones. Este ajuste ha sido aún más relevante en términos relativos. Mientras el mercado estadounidense corregía, el mercado europeo subía, lo que ha reducido de forma significativa la diferencia de valoración entre ambos. A día de hoy, no se puede afirmar que Europa esté claramente más barata que Estados Unidos; más bien, se ha alcanzado un cierto equilibrio en valoraciones. Cabe destacar que las caídas más acusadas se han concentrado en los grandes valores, especialmente en el sector tecnológico estadounidense, y esto ha generado nuevas oportunidades interesantes para los inversores, en particular para quienes buscan entrar en compañías de calidad a precios más razonables.

Centrándonos en renta variable, sectores fuertes y que estén para mantener o comprar

A nivel sectorial, el tecnológico destaca claramente. Tras las recientes correcciones, el sector tecnológico estadounidense ha recuperado niveles de valoración que consideramos atractivos. Actualmente cotiza con una infravaloración aproximada del 5%, lo que lo vuelve especialmente interesante para el inversor a medio y largo plazo.

Otro sector que ofrece oportunidades, tanto en Estados Unidos como en Europa, es el de comunicaciones.

En el extremo opuesto, encontramos al sector financiero, que muestra una sobrevaloración significativa. Es cierto que los bancos han tenido un recorrido muy positivo, no solo en Estados Unidos, sino especialmente en Europa; de hecho, ha sido el sector con mejor comportamiento en términos de rentabilidad en los últimos 12 meses.

En cuanto a oportunidades específicas, puede que sorprenda, pero nuestros analistas ven actualmente una auténtica ganga en el sector automovilístico europeo. Es cierto que es un sector bajo presión, especialmente por el riesgo de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos, pero observamos valoraciones realmente atractivas. Un buen ejemplo es Renault, cuya exposición al mercado estadounidense es relativamente baja, lo que limita su vulnerabilidad directa al conflicto arancelario. También nos gustan algunos fabricantes alemanes como Mercedes o Volkswagen; en este último caso, si sumamos las valoraciones de Porsche y de su división de vehículos comerciales, prácticamente igualamos la capitalización actual de Volkswagen en su conjunto. Todo esto sugiere un fuerte potencial de revalorización a medio e incluso en a corto plazo del sector automovilístico. Además, muchas de las malas noticias que han pesado sobre el sector automovilístico alemán ya se están haciendo públicas, lo que podría aliviar parte de la presión sobre las cotizaciones. Más allá del riesgo arancelario, también existe una competencia creciente desde China, pero aun así nuestros analistas consideran que, en el contexto actual, el sector ofrece es una ganga importante para inversores con horizonte a largo plazo.

Valoración de la industria de fondos en este primer trimestre y previsiones para resto del año

El gran ganador del primer trimestre ha sido, sin duda, la renta variable europea, seguida de cerca por la renta variable china, que cerrará el trimestre con ganancias significativas, aunque con una elevada volatilidad.  En contraste, los fondos de renta fija -especialmente los centrados en la zona euro- han sufrido; en este apartado, el aumento del gasto público en Alemania ha generado un repunte en las rentabilidades de los bonos a largo plazo, no solo alemanes, sino también italianos, franceses y españoles, un movimiento que ha impactado negativamente a los fondos de renta fija con duraciones largas.

Otro aspecto especialmente relevante del trimestre ha sido la rotación de flujos entre Estados Unidos y Europa. Por primera vez hemos visto reembolsos netos en fondos de renta variable estadounidense, mientras que los fondos de renta variable europea han registrado cifras récord de suscripciones netas. A este fenómeno lo podríamos denominar “la gran rotación de flujos”. Incluso inversores estadounidenses están participando activamente en este movimiento. Si analizamos los flujos de ciertos ETFs domiciliados en EEUU que invierten en renta variable europea, observamos claramente un creciente interés por parte de los inversores norteamericanos en activos europeos. Esto confirma una dinámica clásica en los mercados: cuando una categoría de activos ofrece una rentabilidad destacada, los flujos tienden a seguirla. Y eso es precisamente lo que estamos viendo en la renta variable europea.