A esto se suma la presión política ejercida en muchos países para disuadir el pago de dividendos en sectores que habían recibido cualquier tipo de ayuda estatal. Teniendo en cuenta este escenario cabe preguntarse, ¿por qué los inversores deberían buscar en Europa la generación de rentas?
En primer lugar, es importante señalar que las perspectivas de crecimiento de dividendos en Europa en 2021 son mucho más favorables que en 2020. El mercado está pronosticando un importante crecimiento de beneficios, al mismo tiempo que se espera que los límites políticos y regulatorios se flexibilicen. Dicho esto, seguimos pensando que los inversores han de ser activos, selectivos y disciplinados en su búsqueda de rentas en Europa.
Esto significa centrarse en una diversificación genuina en la construcción de la cartera. También quiere decir identificar la fortaleza de los flujos de caja, balances y beneficios a nivel de las compañías. Por último, en un mundo que presenta tanto oportunidades como desafíos, significa adoptar un enfoque equilibrado.
El año pasado puso de manifiesto la importancia de la fortaleza en las rentas
En primer lugar, centrémonos en los desafíos. La población mundial está cada vez más envejecida. La necesidad de rentas que respalden estos cambios demográficos es más importante que nunca. Sin embargo, hoy en día es muy difícil obtener una fuente fiable de rentas de activos como los bonos, dado que los tipos de interés son muy bajos o están incluso en territorio negativo en muchos mercados. Nuestra opinión es que los inversores en renta variable pueden desempeñar un papel fundamental en esta escasez de rentas. Dicho esto, 2020 nos ha recordado que la rentabilidad por dividendo a veces puede convertirse en algo ilusorio. Por tanto, creemos que es clave adoptar un enfoque activo a la hora de invertir en renta variable.
Una de las cosas que más nos gusta de invertir en compañías europeas es que ofrecen un conjunto rico y variado de oportunidades. Existen muchos reconocidos líderes globales que operan en diferentes industrias en las que hemos sido capaces de encontrar atractivas oportunidades. Por ejemplo, en consumo básico (compañías como Nestlé) y en el sector farmacéutico (con nombres como el líder mundial en tratamiento de la diabetes Novo Nordisk). Analizando más en profundidad, durante años hemos invertido en sectores menos cubiertos, sobre todo servicios públicos (SSE, empresa británica de redes y renovables) y seguros (Hannover Re, especialista alemán en reaseguros). También hemos visto una voluntad por parte de las compañías europeas de reforzar los retornos a los accionistas en la forma de dividendos. Esto contrasta con otros mercados como el norteamericano.
La combinación de estas ideas ofrece potencial para generar una atractiva prima de rentabilidad por dividendo en un gran número de posiciones. Y lo que es más importante, la diversidad de oportunidades nos da la confianza de que a nivel general los dividendos serán sostenibles, incluso en momentos complicados de mercado.
Foco en rentas sostenibles más que en “factores”
Los analistas de mercado se han obsesionado con “los factores”. Las compañías, sectores y fondos a menudo son clasificados como “value” o “growth”. En nuestra opinión estas definiciones son, en conjunto, bastante poco útiles. Sin duda, son menos importantes que la empresa subyacente en la que invertimos. De hecho, buscamos que todas las inversiones en nuestros fondos de rentas respondan a una tesis que se basa en un análisis fundamental de la capacidad de la compañía para pagar dividendos en relación a su valoración actual, más que en las características en términos factoriales de la entidad. A pesar de centrarse en dividendos, nos gusta que nuestras carteras de rentas tengan un sesgo de factor relativamente equilibrado. Después de todo, somos selectores de compañías, no selectores de factores, lo que significa que los riesgos específicos de cada empresa deberían ser el motor principal de la rentabilidad de la cartera.
Si vamos un paso más atrás, las valoraciones de los dividendos europeos son atractivos en términos históricos. Y también son interesantes si se los compara con los dividendos que encontramos en otras regiones y con la rentabilidad de otras clases de activo. Por ejemplo, la actual rentabilidad por dividendo en Europa es del 3,1%, en comparación con el 1,6% para las acciones americanas. Esta comparación es aún más favorable si tenemos en cuenta los bonos a diez años, pues el bund alemán ofrece un -0,6%, los bonos del tesoro de Reino Unido un 0,4% y los del tesoro americano un 0,9%. Y luego tenemos los monetarios. Los instrumentos a tres meses estadounidenses ofrecen solo un 0,1%, mientras que sus equivalentes alemanes un -0,5% (Fuente: UBS enero de 2021)
Estos factores nos dan confianza para invertir en rentas en Europa. Dicho de forma sencilla: sentimos que estamos pescando en el sitio correcto.
Equilibrar lo viejo y lo nuevo
Intentamos equilibrar de forma continua primas de rentabilidad por dividendo que son sostenibles junto con empresas que son capaces de hacer crecer sus dividendos de forma rápida como resultado del crecimiento del negocio subyacente. Sesgar la cartera demasiado para alguno de los dos extremos presenta riesgos. Por ejemplo, las empresas que ofrecen los dividendos más elevados pueden tener dificultades para mantenerlos cuando el entorno se vuelva más complicado. En el lado contrario, las empresas que ofrecen un elevado crecimiento de los beneficios podrían sentir que no está justificado pagar dividendos a los accionistas.
Tomemos, por ejemplo, los desafíos y oportunidades que han surgido de una transición hacia fuentes de energía más renovables. Aquí, las empresas europeas lideran el camino. Como tal, hemos evitado de forma deliberada las altas rentabilidades por dividendo disponibles en el sector del gas y petróleo, un caladero tradicional para los inversores de rentas. En cambio, hemos encontrado oportunidades mucho más interesantes de las que beneficiarnos en la transición energética en el sector de los servicios públicos.
Conseguir el equilibrio correcto entre los dos debería ofrecer una combinación atractiva de protección en las caídas y participación en las subidas de mercado.
¿Dónde están las oportunidades en dividendos en 2021?
Es probable que el despliegue masivo de las vacunas contra el covid-19 junto con la consiguiente flexibilización de las restricciones allane el camino para una recuperación de la demanda reprimida en ciertos sectores. Las presiones inflaciones a corto plazo son positivas para algunos de esos sectores en los que tenemos sólidos convicciones en relación a los dividendos, por ejemplo, los servicios financieros.
A medio plazo, tenemos que tener en cuenta las ingentes medidas de estímulo puestas en marcha en los peores momentos de la crisis. Es probable que este gasto pese en el mundo en los próximos años. Frente a este escenario, esperaríamos que las compañías maduras con sólidas posiciones competitivas y que ofrecen una prima de rentabilidad por dividendo se comporten bien.
¿Y las perspectivas? Podemos encontrar argumentos razonables a favor de una sólida recuperación, de la misma forma que podemos encontrar otros, también razonables, sobre los problemas que podríamos encontrar en el camino. Por ello, favorecemos un enfoque equilibrado a la hora de invertir. Seguiremos manteniendo una combinación atractiva de compañías que pensamos que ofrecen una prima de rentabilidad por dividendo sostenible junto con aquellas que potencialmente pueden ofrecer niveles atractivos de crecimiento de los dividendos.
Esto debería dar lugar a una cartera equilibrada de lo que pensamos son las mejores ideas para invertir en rentas en Europa. Se trata de un enfoque que nos da confianza en el que todo apunta será un año lleno de acontecimientos.
Las compañías han sido elegidas solo para fines ilustrativos para demostrar el estilo de inversión descrito y no deben ser consideradas como una recomendación de inversión o indicación de rentabilidad futura.