Los medios de comunicación españoles están muy en contra de Trump y, por supuesto, de Elon Musk, pero, sin embargo, no se dan cuenta de un detalle muy importante y que va a marcar el futuro para los próximos años.

En Europa se ha aprobado recientemente la ley de Inteligencia Artificial (IA), pero el problema fundamental es que no tenemos empresas de IA a las que regular. Se ha creado la oficina, se han creado los puestos de trabajo y, por supuesto, la ley tiene unas sanciones enormes para aquel que incumpla la normativa. Pero Europa no tiene ni una sola empresa importante en materia de IA. Por su parte, EEUU puede tener cinco compañías importantísimas: OpenAI, Google, Microsoft, Tesla...

Nos encontramos que Europa, que en un momento determinado fue líder de la revolución científica, se ha convertido ahora en líder en "papeleo". Si quieren crear una startup que se dedique a la IA, van a tener que navegar en la burocracia europea durante uno o dos años. Es decir, están matando la innovación antes de que se inicie el proceso innovador y esto a larga va a perjudicar la economía y a la productividad. Frente a Europa, nos encontramos que tanto EEUU como China van a paso acelerado, de tal manera que cualquier emprendedor europeo que quiera crear una startup dedicada a la IA se va a ir de España a los EEUU. De momento, mientras Donald Trump ya ha conseguido que las empresas norteamericanas inviertan en una infraestructura de IA, en Europa tenemos una regulación excesiva y asfixiante que se va a cargar el talento.

De hecho, ahora mismo, la tecnología en Afganistán es incluso superior a la de la Unión Europea. Es decir, están surgiendo muchos competidores por el mundo y en Europa seguimos centrado en la mera burocracia.