Según palabras de Volker Schmidt, gestor senior de Ethenea: “Continuaremos poniendo un énfasis considerable en los bonos corporativos de alta calidad. No obstante, seguimos pensando que los títulos del Tesoro estadounidense son interesantes. Con la ajustada situación de la oferta y los riesgos derivados del conflicto comercial entre Estados Unidos y China, creemos que las inversiones en esta clase de activos altamente líquidos y seguros son muy atractivas”.
Desde principios de año, los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años han caído bruscamente y actualmente se encuentran por debajo de los bonos con vencimiento a 3 meses. Como resultado, la curva de rendimiento estadounidense se ha invertido, lo que es ampliamente considerado como una indicación de una posible desaceleración económica. ¿Estamos ahora ante una recesión inminente en EE.UU.? Desde Ethenea creen que todavía no, ya que la economía estadounidense sigue mostrando un crecimiento sólido, salarios en constante aumento y una inflación manejable y ligeramente decreciente.
En los primeros cuatro meses del año, el Departamento del Tesoro emitió más de 4 billones de dólares en bonos, de los cuales sólo 177.000 millones de dólares eran bonos a largo plazo a 10 o 30 años, es decir, sólo el 4,4% del total emitido. Por esta razón, el comportamiento como emisor del Tesoro de Estados Unidos puede haber favorecido la inversión de la curva de rendimientos. Como no hay planes para cambiar la situación, esto sigue justificando los bajos tipos de interés a largo plazo. Los bonos alemanes a 10 años también volvieron a cotizar muy por debajo del 0%.
Sin duda, el mercado está pagando una prima de escasez, ya que la deuda alemana está cayendo y el BCE ha comprado el 30% de todos los bonos del Estado alemanes en circulación. En vista del entorno de bajo crecimiento e inflación, en Ethenea no esperan que el diferencial entre los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años y los bonos del Estado japoneses o alemanes se mantenga en este nivel a largo plazo debido a la búsqueda global de rendimientos. En cambio, creen que la rentabilidad de los Treasuries americanos se moverá hacia el 1-1,5% en los próximos 12 meses. A más largo plazo, esperan que los rendimientos de estos bonos del Estado converjan aún más.
Los bonos corporativos siguen disfrutando de una importante prima de rendimiento sobre los bonos soberanos. Un crecimiento económico más lento pero positivo, unas condiciones de refinanciación ventajosas y, por consiguiente, la perspectiva de unas tasas de impago bajas siguen haciendo atractivas las inversiones en crédito.