Antonio Castelo, analista de iBroker destaca que, ante el momento pánico que viven los inversores, y sobre todo, mientras no tengamos más visibilidad de lo que está pasando con el tema de los aranceles y la posibilidad de recesión que lee con esta debacle general en los mercados los inversores, los dos activos en los que hay que estar, ante esta recomposición rápida de la cartera, son los bonos y el oro, que se han demostrado como gran refugio estos días.
Eso sí, destaca que no hay casi comparable a lo que está pasando en los mercados financieros, solo ve como parecido el tiempo del Covid, especialmente por la incertidumbre que presenta, porque el panorama sigue muy abierto, a la espera de saber cómo será la situación con una potencial negociación de los aranceles y una desescalada.
La otra cara de la moneda es un endurecimiento mayor del panorama con represalias del resto de países, con más restricciones comerciales y geopolíticas. Es difícil saber que va a pasar, y podríamos estar ante un largo periodo de incertidumbre y de recomposición del orden mundial.
Por tanto, la cobertura de carteras, incluso a través de diversos instrumentos, también con derivados le parece fundamental, recomponiendo las posiciones.
Respecto a los activos, deuda y Oro, se decanta por ellos, hasta ahora porque la rentabilidad del bono americano ha caído de manera muy decidida, pero destaca que las perspectivas de los tipos de interés en EEUU parece que se decantan un poco más por bajar los tipos, con las dudas sobre la mesa.
Y todo ello a pesar del difícil equilibrio que se produce, y de realizarse, los bonos cambiarían de sesgo. Pero lo cierto es que la inflación es lo que más se puede disparar, y como ha dicho el presidente de la Fed, Jerome Powell, la situación de los aranceles puede conllevar precios más altos, y por tanto, no bajar los tipos de interés.
En el caso del oro, activo refugio por excelencia que la semana pasada marcaba nuevos máximos, ante la situación compleja y opuesta de la recesión y la inflación. El activo llegó a tocar los 3.200 dólares por onza.