De hecho, estamos viendo más volatilidad, tanto en renta variable como renta fija. Ello tiene lugar cuando el inversor, que estaba acostumbrado a rentabilidades en renta fija de hasta el 3% y 4% anual, tiene que buscar otro tipo de alternativas para alcanzar rentabilidades razonables.
Hay que tener cuenta que esas rentabilidades en renta fija conservadora son cosa del pasado. Ahora estamos en un territorio nuevo, con los tipos de interés en mínimos históricos en la Euro Zona e inflación muy baja, previsiblemente durante un largo periodo de tiempo. Así que los bonos van a dar rentabilidades a vencimiento escasas. Incluso a corto plazo, como en deuda alemana a dos años, las rentabilidades son negativas. Es decir implican prestar a Alemania, pagando para que custodie nuestro dinero. Los depósitos bancarios tampoco están ofreciendo rentabilidades atractivas
. Hay que pagar a algunos países para que custodien nuestro dinero y lo mismo puede ocurrir con los depósitos. Es una situación jamás vista, que obviamente debe preocupar a los inversores.
Soluciones de alta rentabilidad y apuestas macroeconómicas
Una solución, si bien para perfiles de renta fija de mayor riesgo, puede ser la deuda empresarial de alta rentabilidad, de menor calidad, pero de cupones interesantes y rentabilidades a vencimiento que pueden llegar al 6% o bien con vencimientos a corto plazo de menor rentabilidad pero baja sensibilidad a variaciones de tipos de interés. También puede ser interesante la deuda de mercados emergentes en dólares, aunque el escenario para estos mercados es de alta volatilidad.
Otras soluciones son los fondos de renta fija que hacen previsiones macroeconómicas y de mercados, con apuestas muy concentradas, que pueden cambiar con rapidez. Pero les falta diversificación, tan necesaria en el entorno actual.
La alternativa son los fondos de renta fija equilibrados flexibles
Así que hoy día, para los ahorradores que buscan conservar su patrimonio con cierta tranquilidad en renta fija, aún con rentabilidad limitada, la alternativa son los fondos equilibrados flexibles o de rentabilidad absoluta. Se trata de fondos con marcos de actuación estructurados, pero muy diversificados. Su objetivo de rentabilidad suele ser entre 3% al 4%, con volatilidad similar y a lo largo de un ciclo de tres a cinco años. Algunos tienen objetivos de rentabilidad mayor o menor, pero volatilidades también mayores o menores. Pueden incluir todo tipo de renta fija, deuda soberana, empresarial de alta rentabilidad, empresarial o soberana de mercados emergentes, divisas e incluso instrumentos derivados. De hecho es clave conocer la política de inversión, porque los que lo han hecho bien los últimos años pueden haberlo hecho por razones que ya no son tan válidas en la situación actual.
Es el caso de Pictet Absolute Return Fixed Income, de gestión activa, que trata de obtener una rentabilidad absoluta positiva, Euribor + 3%, en todas las condiciones de mercado, mediante igual contribución de tres fuentes de rentabilidad, tipos de interés, diferenciales de crédito y divisas. Alejado de los índices de renta fija tradicional, diversifica en toda clase de activos y sectores, sin limitación geográfica o sectorial, incluidos mercados emergentes. No depende de un punto de vista o predicción. En lugar de previsiones diversifica por temas de inversión a 3-5 años, más allá del ciclo económico, como transición económica china y crisis europea con bajos tipos de interés los próximos años. Según la aversión al riesgo estima el potencial de revalorización, equilibrando posiciones más agresivas con más defensivas y líquidas. También presta atención a la correlación entre apuestas: si ésta sube baja el riesgo y viceversa.
En cualquier caso los inversores tienen que confiar en su asesor financiero, quien debe conocer bien estos productos y le puede aconsejar de manera correcta.