El pasado 7 de febrero, las acciones de ENCE se dispararon un 27% después de que la compañía anunciase una victoria en el Supremo en el conflicto que mantenía por la prórroga de la fábrica de Pontevedra. Sin embargo, ha vuelto cierta incertidumbre al valor: La Comisión Europea ha impuesto un procedimiento de infracción contra España “por no haber garantizado un procedimiento de selección transparente e imparcial para la adjudicación de concesiones relativas a las zonas costeras”.
Bruselas cree que las prórrogas sin justificación son contrarias a las reglas de la Unión Europea, citando expresamente la Ley de Costas, que hace referencia a la legislación de protección y uso sostenible del litoral, una norma que modificó la Ley de Costas de 1988 y que sirvió a varias concesionarias españolas para solicitar una prórroga extraordinaria. La Comisión Europea explica en un comunicado que la posibilidad de prorrogar las concesiones existentes por un período de hasta 75 años sin justificación “es contraria a las normas de la Unión Europea”.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, defendió que, a la espera de conocer el contenido de la resolución, el expediente a España por prorrogar hasta 75 años concesiones a industrias en costas no afectaría a Ence, dado que pone el foco en prórrogas "automáticas". También ha descartado problemas con la futura ley del litoral que diseña el Gobierno autonómico, ya que esta tiene que ser -ha esgrimido- compatible con la normativa europea.
En bolsa, a primera hora de la tarde de este viernes el valor sube más de un 1,4% en los 3,56 euros. Repunta con fuerza desde los 2,80 euros a los que cotizaba a principios de año. ¿Le queda recorrido al valor? Según apunta Javier Alfayate, gestor de GPM Sociedad de Valores, hay que recordar el dicho bursátil, "comprar con el rumor y vender con la noticia", en el caso de Ence,
Hasta que no veamos que supera los 3,65 euros en cierre semanal, a estos niveles no es opción entrar. "Se puede hacer beneficio si venimos de abajo", pero por ahora está consumiendo tiempo y, aunque sí es fuerte dentro de su sector, le falta consolidación. "Son niveles para ir haciendo un poco de beneficio".
Según apunta Ángel Cotera, especialista de mercados de BBVA Trader, en gráfico mensual, vemos una caída brusca desde 2018 a 2020, luego entró en un rango lateral. Las buenas noticias sobre su planta de Pontevedra han reforzado el valor. En gráfico diario, ha retrocedido y ahora parece que quiere redondear. En todo caso, el stop habría que situarlo en 3,32 euros. El soporte está en torno a los 3,51 euros y el posible objetivo estaría en 4,01 euros.
