-Con un final de año de elevada incertidumbre, con las elecciones de EEUU, el repunte de los casos de coronavirus o las negociaciones sobre el brexit, ¿cómo se han comportado los flujos en ETF y ETP en el conjunto del ejercicio? ¿Esperáis cambios en lo que resta de 2020?
Ha habido mucha incertidumbre en el mercado desde principios de año y, ahora que parecía que la cosa mejoraba, hemos vuelto a las andadas y tenemos un panorama negativo. En cuanto a ETF y ETP sigue siendo un año muy positivo y seguimos teniendo la tendencia de los últimos años. En Europa, los ETF siguen por encima del billón ('trilions' en inglés) de dólares en activos y, este año, en cuanto a entradas llevan un año positivo de más de 70.000 millones de euros, con datos de finales de septiembre. Si miramos el principio de año en renta variable, se empezó con salidas de capital, pero en el tercer trimestre vimos un fuerte repunte en entradas en renta variable a medida que las perspectivas mejoraban. Vimos más de 17.000 millones de entradas en ETF de renta variable, comparado con 4.000 millones del segundo trimestre del año.
La parte que sigue parecida a la tendencia que lleva todo el año, es la parte de materias primas, que lleva casi 18.000 millones en entradas en ETF y ETC y una gran parte de ello es en oro físico, unos 15.000 millones. Estamos viendo en el último mes un interés en oro con divisa cubierta por parte de los clientes.
En cuanto a flujos, en la parte temática de megatendencias y tecnología, donde con flujos muy positivos en cuanto al tercer trimestre y lo que va de año, los activos en ETF temáticos han pasado de 8.000 millones a finales del año pasado a más de 15.000 millones a finales de septiembre. Solo en el tercer trimestre hubo más de 2.000 millones en entradas de ETF temáticas y, especialmente, relacionadas con la tecnología, cloud computing, automatización, ciberseguridad, etc.
La otra tendencia que este año se ha reafirmado es la inversión sostenible y los ETFs que siguen criterios de ESG.
-En Europa, los flujos hacia fondos ESG representan más de la mitad de los flujos totales acumulados por los ETF en 2020, según el último informe Money Monitor de Lyxor. ¿Esperáis una continuación de esta tendencia récord para los fondos basados en los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo?
Este año se ha producido la consolidación de una tendencia que ya venía desarrollándose hace algunos años, con el tema de la inversión responsable y los criterios de inversión sostenible. En este año llevamos más de 20.000 millones en entradas en ETF que siguen estos criterios. Es una tendencia bastante clara, no solo en la parte ETF sino en fondos también.
Creemos que la consolidación de esta tendencia responde a un cambio estructural que va a seguir a largo plazo y en el futuro. Es un cambio de toda la industria, no solo de ETF. Nosotros creemos que la mayor parte de entradas es aún en la parte de renta variable porque hay más ofertas, especialmente en globales de Estados Unidos y Europa, pero poco a poco se va consolidando en la parte de renta fija y a más productos que siguen criterios sostenibles en esa clase de activo.
Creemos que hay tres catalizadores que van a hacer que sea un cambio estructural. El primero es el cambio de las regulaciones y legislaciones a nivel europeo, global y en los distintos países. El segundo es el cambio en el pensamiento de inversión. Antes se pensaba que la inversión con criterios responsables proporcionaba un rendimiento más bajo que la inversión tradicional sin esos criterios. Se ha podido ver en el último año y en este que no hay apenas diferencia en cuanto a rendimientos relativos entre la inversión tradicional y la inversión a través de criterios ESG. El tercer catalizador es la demanda creciente por este activo de los inversores y una concienciación social mucho mayor debido a esta crisis ambiental social y sanitaria.
-Según datos de MorningStar, en el Viejo Continente la demanda de fondos indexados, excluyendo a los monetarios, volvió a superar a los fondos gestionados activamente, con entradas netas de 13.750 millones frente a 12.960 millones. En estos momentos de mercado, ¿la gestión pasiva se muestra como una mejor alternativa?
La inversión pasiva o a través de ETFs de fondos indexados sigue creciendo. Pero nosotros no creemos que sea un tema de gestión activa comparada con gestión pasiva y que una sea mejor o peor. Creemos que las dos pueden convivir en las carteras de los inversores y creemos que la conversación está en el vehículo en sí, en la estructura del vehículo entre un fondo y un ETF. Al final la tendencia clara es que los inversores miran a los ETF de forma mucho más activa, que se aprecia en el interés que nosotros vemos por parte de nuestros clientes y en los flujos y entradas de capital que hay cada año, aunque existan crisis e incertidumbre. El ETF es un vehículo muy accesible para todo tipo de inversores, son eficientes y transparentes en cuanto a lo que el inversor recibe y en cuanto a los precios que hay durante el día. Son líquidos y el coste es la parte más importante de la gestión activa o ETF en sí. Creemos que es una tendencia que va a seguir a largo plazo y en los próximos años.
La parte que en Europa costaba más era la inversión a través de minoristas en ETF ya que el fondo siempre había sido la principal fuente de inversión para ese canal de distribución, lo que estamos viviendo es mucho crecimiento en la parte de inversión minorista. Creemos que es la siguiente fase de crecimiento para la industria ETF, que el inversor minorista entienda mejor su estructura y beneficios y use este tipo de vehículo mucho más. No es que la gestión pasiva sea mejor opción que la activa, sino que es más un tema de vehículos entre fondos y ETF y el uso de ETF va a seguir creciendo en los últimos años. Además, con ETF se puede hacer una gestión activa muy buena.
-Pese a la elevada incertidumbre que los anteriores factores provocan en los mercados, el oro no se despega de los 1.900 dólares. ¿El oro ya ha agotado su recorrido para este año? ¿Cuáles son vuestras perspectivas para la plata?
En cuanto al oro, desde Wisdom Tree lo miramos a través de un marco para valorar el precio y su movimiento, a través de cuatro factores. El dólar estadounidense, que tiene una relación negativa con el precio del oro; la inflación, con una relación positiva; los tipos de los bonos del tesoro americano que tiene relación negativa y el sentimiento de los inversores del mercado del oro, con una relación positiva con el precio del oro.
Nosotros creemos que la incertidumbre económica va a seguir en el mercado y esta situación inusual de la crisis del covid va a seguir. Especialmente lo hemos visto en el último mes, en octubre parece que las perspectivas son más negativas de las de hace un mes. En agosto, tanto el oro como la plata bajaron bastante de los niveles máximos que habían llegado durante el verano. Pero nosotros creemos que es una fase pasajera y que aún hay recorrido para el oro y la plata para seguir apreciándose en los próximos meses.
Nosotros miramos un periodo de doce meses y tenemos un modelo tanto para el oro como para la plata. Si miramos un escenario de incertidumbre económica continuada en los próximos meses, donde nosotros le damos una probabilidad del 60% en los próximos doce meses, creemos que el precio del oro puede subir hasta los 2.400 dólares la onza. A día de hoy está a niveles de 1.900 por lo que unos 500 dólares de potencial apreciación del precio del oro es más o menos un 30% al alza de los niveles al alza de lo que está ahora mismo.
Creemos que con la incertidumbre que hay en el mercado, con el dólar -que parece que sigue depreciándose- y con la Fed, que puede tener que inyectar más capital en el mercado, creemos que son catalizadores para un precio más alto del oro. Aunque siempre hay que recordar que nosotros lo vemos como un activo estratégico en carteras, no tácticos, aunque puede usarse así. Pero creemos que tanto a corto y largo plazo y de forma estratégica, el oro es una buena opción.
La plata es un activo mucho más volátil, pero tiene una correlación muy alta con el oro. Por lo que una parte principal del comportamiento de la plata se debe al del oro. Si tomamos ese mismo escenario de incertidumbre económico para el oro y lo trasladamos a la plata, nosotros creemos que la plata puede subir a un nivel de 33 dólares la onza, ahora mismo está sobre los 24 dólares la onza por lo que eso da una apreciación potencial de un 40% en los próximos doce meses.
Si miramos tanto la plata como el oro, tenemos perspectivas positivas para los dos, pero la plata tiene un potencial de rendimiento un poco mayor, pero con mucha mayor volatilidad. La plata no es un activo apto para todo tipo de inversores, especialmente no es apto para el inversor conservador que busque bajas volatilidades, pero en cuanto a retorno absoluto la plata puede tener un mejor comportamiento que el oro en los próximos doce meses. Especialmente, si el oro sigue subiendo por las condiciones de mercado y si las perspectivas económicas mejoran en los próximos meses ya que la plata tiene una parte interesante, porque tiene parte de metal precioso como activo defensivo y también parte industrial, ya que se beneficia de cualquier mejora en la actividad económica a nivel global.