Subidas de tipos de interés, desaceleración económica, inflación en niveles elevados... ¿cuáles son las previsiones macro a nivel general que manejáis en M&G?
La verdad es que hay mucha incertidumbre en los mercados, aunque vemos indicios de que la inflación en EEUU ya ha tocado techo y que se va a consolidar esa tendencia de relajación de precios. Por el lado de la oferta, empezamos a ver una normalización gradual de las cadenas de suministro y también vemos una relajación del precio de las materias primas, en concreto del petróleo y del cobre. Y, por parte de la demanda, esa subida de tipos acompañada de un endurecimiento de la política fiscal nos va a llevar a un enfriamiento de la economía americana y a una relajación de los precios. Nosotros esperamos que en 2023 la inflación americana esté por debajo del 4%; lo que todavía no está muy claro es ver hasta dónde tiene que llegar la inflación en EEUU para que la Fed empiece a relajar la política monetaria. En Europa, la situación es un poco más complicada. Los riesgo a la baja y de desaceleración económica son mucho más fuertes, sobre todo por la incertidumbre que vemos en el aprovisionamiento de gas y dependencia de gas y petróleo sobre todo por parte de Alemania con Rusia. A nadie le gustaría estar en los pies de los bancos centrales en estos momentos, pero creemos que tanto la Fed como el BCE seguirán subiendo tipos.
¿Qué papel juega en este entorno la inversión en infraestructuras?
Creo que es importante que todos los inversores interesados en el mundo de las infraestructuras tengan en cuenta que estamos hablando de compañías esenciales para el buen funcionamiento de cualquier sociedad. Son empresas que operan en unas industrias cuya demanda es relativamente inelástica, es decir, no se ven tan afectadas como otras compañías por subidas en los precios y además operan con contratos de décadas o incluso más. Además, tienen ese poder de fijación de precios y esa capacidad de trasladar a consumidores y usuarios las subidas de los precios en sus industrias, por lo tanto sus márgenes no están tan afectados en estos momentos por la inflación. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la infraestructura está jugando un papel crucial en este mundo de transición energética en el que estamos; si algo ha puesto de manifiesto la guerra de Ucrania es que tenemos que buscar fuentes alternativas y limpias de energía, que tenemos que transicionar hacia un mundo más sostenible, y aunque a corto plazo esto va a ser todo un reto para las economías desarrolladas está claro que las infraestructuras se van a beneficiar de tendencias muy importantes como son la digitalización de la sociedad, el transporte más limpio, las energías renovables...
Gestión del agua, renovables, 5G.... ¿Cuáles cree que serán, dentro del sector, las temáticas ganadoras del futuro?
Creo que hay muchas tendencias o dinámicas estructurales, y el fondo de M&G (Lux) Global Listed Infrastructure Fund toca muchas de ellas, hay algunas que ya están consolidadas y hay otras que a lo largo de los años se irán reforzando. Un ejemplo es la infraestructura digital, que es necesaria para que el mundo siga funcionado; sólo tenemos que pensar que habría pasado en la época del confinamiento sino hubiéramos tenido una buena infraestructura digital que nos ha permitido relacionarnos socialmente, trabajar en remoto, etc. Cada día se crean en el mundo más de 2,5 billones de bytes, de datos, y todo esto se tiene que almacenar con unos niveles de ciberseguridad, otra de las tendencias indiscutible. Otra tendencia son las torres de comunicación, que se están beneficiando de una mayor penetración de las comunicaciones móviles, de la digitalización de la sociedad y penetración de Internet. El gas vuelve a tener un papel fundamental en esa transición energética desplazando el uso del carbón; nosotros tenemos una exposición indirecta al sector gasístico a través de compañías de transporte, almacenamiento o de distribución. También tenemos exposición a otras tendencias estructurales como pueden ser las energías eólicas o solar. Y finalmente no hay que olvidarse del envejecimiento de la población, por tanto, todo lo que tenga que ver con cuidado a la tercera edad o compañías dueñas de infraestructura social de residencias de la tercera creemos que también es una buena oportunidad.
¿En qué activos invierte el M&G (Lux) Global Listed Infrastructure Fund y cuál es el proceso de gestión?
Es un fondo de renta variable global, es una cartera relativamente concentrada de unas 50 compañías que todas operan en el mundo de la infraestructura. El denominador común de todas las compañías es que son dueñas de activos físicos y críticos para el buen funcionamiento de la sociedad. Tradicionalmente los fondos de infraestructuras se enfocan en la parte económica, es decir, lo relacionado con transporte, servicios públicos... que efectivamente es el groso de nuestra cartera con un peso del 55-60%, pero nosotros vamos más allá, es decir, incorporamos temas de infraestructura social (hospitales, residencias para la tercera de edad, universidades...) y también incorporamos infraestructura en evolución, que está más ligada a temas digitales. Son empresas que operan con contratos a muy largo plazo, lo cual les permite tener un flujo de caja muy estable y muy predecible, retribuyendo a los inversores a través de un dividendo, algo fundamental en el proceso de inversión, porque buscamos compañías que operan en infraestructuras, que son dueñas de activos físicos y críticos para la sociedad, pero que tiene un buen histórico de pago de dividendos, ya que para nosotros el pago de dividendo es síntoma del buen funcionamiento operativo de cualquier empresa. Además, las consideraciones de ESG están muy integradas en el proceso de inversión; es un fondo art. 8 pero que además cuenta con una de las etiquetas en materia de sostenibilidad de las más exigentes en Europa que es la Febelfin; ponemos el foco en compañías en transición, para nosotros la empresa ideal es la que está decomisionando el uso del carbón pero que está realizando nuevas inversiones en fuentes de energía renovable.
¿Cuál es la rentabilidad media que permite obtener esta inversión en infraestructuras?
Se trata de un fondo de renta variable y por tanto tiene sus riesgos, ya que no es inmune a los mercados y a la volatilidad. Pero las compañías de infraestructuras tienen un binomio de rentabilidad-riesgo propio, es decir, tienen una volatilidad relativamente menor que la renta variable, mayor que la renta fija, y en términos de la rentabilidad se comporta mejor que la renta fija y no se quedan muy atrás en mercados alcistas respecto a la renta variable global. Si miramos a la rentabilidad de este fondo, desde que lo lanzamos en octubre de 2017, si nos enfocamos en períodos alcistas la media de rentabilidad de la renta variable global está en torno al 3,3 y nuestro fondo suele subir un 2,9%; en período de bajados, algo más relevante aún, la media de caída del mercado de renta variable global es de un 3,6 mientras que nosotros caemos en torno a un 2,1, es decir, capturamos gran parte de las subida de mercados en períodos alcistas pero en periodos bajistas nos comportamos mejor que la medio del mercado. Este año el fondo lo está haciendo bastante bien y a finales de agosto llevaba un 5,5% de rentabilidad frente a las caídas importantes de la renta global.
¿Cuál es el peor escenario para esta temática o en qué entornos funciona peor?
El peor escenario, como para casi toda la renta variable global, es uno de fuerte desaceleración y recesión económica, ya que no hay donde esconderse. Es cierto que hay compañías que tenemos en cartera, tipo utilities, que se pueden comportar de manera más defensiva, pero al final es un fondo renta variable que no es inmune a la volatilidad del mercado. Otro mal escenario son los períodos de agresivas subidas de tipos interés, ya que es un fondo que no se tiene comportar mal cuando hay subidas de tipos graduales y hay crecimiento económico incluso moderado, pero cuando las subidas de tipos son muy agresivas la tasa de descuento afecta a todas las compañías de renta variable. En cualquier caso, no es ninguno de nuestro escenarios que manejamos en M&G, porque estamos viendo subidas graduales en los tipos de interés y vamos a ver un desaceleramiento, pero no esperamos una fuerte recesión tipo 2008 para los próximos meses.