Los Bancos Centrales tienen un papel muy complicado entre intentar llevar los precios a niveles más ajustados y no hundir el crecimiento económico, en un momento en que todavía no hemos visto (parece) un techo en los tipos de interés. ¿Cuál es vuestro escenario macro tipo?
En esta vuelta al cole las preguntas que los inversores tienen que hacerse van muy relacionadas con las que se hacían antes del verano: qué va a pasar con la inflación, qué van a hacer los bancos centrales; ralentización económica, especialmente en Europa y sobre todo en China; el peso, la importancia, la consolidación y el futuro de la Inteligencia Artificia…. Con lo cual la pregunta ahora es qué cabe esperar de aquí para adelante. Vemos que con unas tasas reales de largo plazo en niveles altos desde un punto de vista histórico y en esa situación de desaceleración o ralentización económica estamos más cerca si cabe del fin de ese endurecimiento, de ese fin del ciclo de subida de tipos. En este entorno creemos que los bonos gubernamentales de calidad pueden tener un viento de cola; normalmente suelen tocar el pico en momentos previos a la última subida de tipos, con lo cual creemos que es posible que haya cierta revalorización en precio de estos bonos una vez que la rentabilidad del bono empiece a bajar. Si miramos otros segmentos de la renta fija, como pudiera ser el crédito de deuda de alta rentabilidad (high yield), aquí los diferenciales se han estrechado ya bastante, pero es cierto que con unas previsiones de impagos a 12 meses según Moody’s del 4,3 y una calificación crediticia mejor o mayor que en los últimos años tal vez ofrezcan una rentabilidad ajustada por riesgo muy interesante, especialmente en los vencimientos cortos.
Los mercados de renta variable han subido con fuerza este año a pesar de las correcciones desde agosto, ¿qué necesitan para seguir haciéndolo bien? ¿Qué oportunidades veis en este mercado?
Si miramos el mundo de las acciones, el potencial alcista en el corto y medio plazo no es muy atractivo. Aquel inversor que quiera tener exposición a renta variable en este entorno de desaceleración económica, en este entorno de márgenes de los beneficios empresariales a la baja, tiene que ser muy muy selectivo. Vemos que puede haber oportunidades en determinados segmentos, en determinadas áreas, como poder ser la inteligencia artificial que se consolida como megatendencia y creemos que tiene que ser una parte de cualquier cartera de medio y largo plazo. Estamos viendo como las aplicaciones que nos ofrece la inteligencia artificial cada vez son una mayor fuente de productividad para las empresas y por eso consideramos que es una tendencia muy de futuro y que está apenas comenzando. También vemos valor en el sector del lujo. Aquí vemos unas empresas que tienen potencial para fijar los precios, unas empresas con fuertes barreras de entradas que generan crecimiento y creemos que ‘per se’ se está consolidando como una temática más que como un sector. Y luego en este escenario que vemos de cierta inestabilidad o ralentización económica en Europa, creemos que es hora de empezar a mover las carteras, a rotarlas hacia sectores más defensivos como el de la sanidad; y en cualquier caso, apostando por calidad.
En renta fija, los precios de los bonos registran fuertes caídas. ¿Dónde estáis viendo potencial?
Seamos claros. La verdad es que nuestra área favorita para los próximos meses es sin duda la renta fija. Favorecemos los bonos respecto a las acciones. Por dar alguna idea de dónde encontramos más valor o cuáles son nuestros segmentos favoritos, diría que la deuda de alta rentabilidad: el high yield de corto plazo se nos presenta atractivo, siendo nuestro activo favorito tal vez, con unas TIRes interesantes. Tal vez no esperamos ganar tanto por la parte de estrechamiento de diferenciales, que probablemente estén en precio, pero con esas TIRes interesantes creemos que dan una rentabilidad ajustada por riesgo muy atractiva para este momento. Sin duda, el crédito grado de inversión (investment grade) se nos presenta muy atractivo con unas rentabilidades y unos diferenciales por encima de las medias históricas y creemos que es también una buena área donde encontrar buena rentabilidad ajustada por riesgo.
¿Cuáles son vuestras convicciones para la recta final del año?
Estamos prudentes; antes de incrementar riesgo en cartera creemos que tenemos que ver la inflación tocar un máximo, tenemos que ver las políticas monetarias de los bancos estar más cerca de un final confirmado. Por otro lado tendríamos que ver los principales indicadores macroeconómicos y también los beneficios de las empresas tocando fondo. En cualquier caso, sea cual sea el escenario macroeconómico, creemos que en este momento el inversor que invierta, que apueste, que confíe en la calidad va a estar mucho mejor preparado para afrontar tiempos que pueden ser turbulentos.