En la comparecencia de Powell el martes ante la Cámara de Representantes, el presidente de la Fed aseguró que la economía "muestra una mejora sostenida" y que el PIB de este año va camino de registrar su tasa de aumento más rápida en décadas. ¿Cómo están interpretando esto los inversores en Wall Street? ¿Lo daban ya por descontado?
Trabajábamos con una expectativa de un crecimiento para este año del 6,5%. Lo que hemos tenido es una actualización medio punto por encima, hasta el 7% en tasas año contra año. Básicamente, lo que muestra es lo que estamos viendo en los PMIs, tanto de servicios como industriales, que la situación es muy buena. Han hecho una pequeña actualización por el lado del crecimiento y una gran actualización por el lado de la inflación.
En EEUU ya se empieza a hablar de 'tapering' pero Lagarde ha dejado claro que Europa se encuentra en una situación diferente. ¿Un retraso del tapering en la Eurozona beneficiaría a las bolsas europeas?
Sobre el papel sí. Lo que sucede es que Europa lleva haciéndolo peor que EEUU décadas. Todo lo que sea ayuda desde el punto de vista monetario y fiscal favorece el buen desempeño del mercado, porque en el fondo lo que se estima es que con un mayor estímulo monetario y fiscal lo que va a haber es mayor ganancias de las empresas que justifiquen múltiplos más altos en bolsa y que, por tanto, los inversores quieran pagar precios cada vez más elevados. El problema es que las bolsas hace ya mucho que no reflejan los beneficios empresariales. Reflejan el optimismo que nace de las frases de promesas de estímulo futuro. La situación en Europa muestra que estamos un escalón por debajo de EEUU. No tenemos crecimientos tan fuertes, aunque se espera un repunte importante durante la segunda parte de este año, para terminar 2021 en el entorno del 4,6%, frente al 7% de EEUU, pero tampoco tenemos el problema d ela inflación. En EEUU la general está en el 5%, la subyacente en el 3,8%. Por el lado de Europa, tenemos la inflación general en el 2% y la subyacente en el 1%, por tanto, un punto porcentual por debajo de lo que le gustaría al BCE. Son dos realidades muy distintas. Crecemos menos y tenemos menos presión de inflación y eso justifica perfectamente que el BCE está mandando mensajes de es prontísimo para retirar estímulos monetarios porque ni siquiera tenemos la principal magnitud, que mide Lagarde, la inflación core, no está en el objetivo previsto y todavía estamos saliendo de la recesión. Son dos circunstancias muy distintas las que atraviesan EEUU y Europa. Hay un decalaje probablemente de nueve meses. Para principios del año que viene sí estemos comparando situaciones equivalentes. A día de hoy, el mensaje del BCE tiene todo el sentido del mundo
¿El dólar seguirá siendo el rey de las divisas en cuanto la Fed cierre el grifo?
El dólar lo único que ha hecho es reflejar cierto sentido común en el último movimiento que ha hecho. Hemos empezado el año con la mayoría de los inversores, tanto institucional como retail obsesionados con un dólar débil. Todo el mundo era muy negativo con el dólar, pero la realidad es que el diferencial de tipos entre el bono alemán y el estadounidense no justificaba esas valoraciones de eurodólar. Las tasas de crecimiento entre EEUU y Europa no justificaban un euro más fuete. Y la diferencia en tasas de inflación tampoco justifican un eurodólar más fuerte. Por tanto, cuando estábamos a 1,22 ya decíamos que no tenía mucho sentido. El eurodólar creo que debería cotizar más abajo. Probablemente veamos ataques a la zona de 1,17 e incluso 1,16 durante las próximas semanas.
Los analistas de Bankinter piensan que el Ibex 35 es el índice con menos potencial alcista. ¿Qué piensa al respecto? ¿Hay oportunidad ahora mismo?
En el Ibex 35 se está dando una circunstancia curiosa. Lo que era el motor de la subida del índice hace unos cuantos meses, que eran las renovables y eléctricas, han pasado a ser los grandes lastres. A cambio, los que eran los grandes lastres, el sector bancario, se han convertido en los motores de la recuperación del Ibex. Creo que las renovables y las utilities siguen, al menos algunas de ellas, como Solaria o Iberdrola, teniendo estructuras alcistas muy sólidas en el medio y largo plazo. Estas correcciones hay que aprovecharlas para comprar.
Por el contrario, en los bancos la tendencia estructural es a la baja. Hay un sentimiento como de que la banca ha vuelto, pero la realidad es que el entorno macro no favorece a la banca. Hay gente que dice que la inflación obligará a los bancos centrales a subir tipos de interés, pero lo que dice Lagarde es todo lo contrario. Que le molesta un euro tan fuerte, que no va a retirar estímulos, que no va a haber subidas de tipos probablemente hasta el año 2023 y estamos a mediados de 2021. Estamos poniendo en precio muchas cosas que a lo mejor ni si quiera ocurren. De la misma manera que en EEUU se ha empezado a hablar de tapering, de eliminación de algunos estímulos existentes desde el punto de vista monetario que puedan justificar que haya o no más steepening en la curva que favorezca a la banca, eso es una discusión aparte, en Europa parece muy difícil que eso ocurra, porque ni tenemos un problema de inflación ni hay ninguna señal por parte del BCE de que vaya a cambiar la política monetaria en los próximos dos años. Un entorno de tipos cero sin steepening de la curva es un entorno muy complicado para la banca. Desde ese punto de vista, creo que lo que vamos a vivir es que el Ibex 35 se va a quedar sin el motor de empuje a lo largo de los próximos meses, que hasta ahora es la banca. Tal vez la recuperación venga por sectores que tuvieron un buen desempeño al final del año pasado, pero que este no lo estén haciendo nada bien, como los defensivos tipo utilities.