Los inversores continúan expectantes ante la evolución del coronavirus en las principales economías, ya que el avance no cesa y los gobiernos están realizando diferentes estrategias para intentar reconducir los rebrotes y minimizar los contagios, repercutiendo en los diferentes sectores económicos.

Asimismo, otra situación que preocupa a Wall Street son las ansiadas ayudas fiscales que tanta diferencia están creando entre republicanos y demócratas en el Senado, llegando incluso Donald Trump a amenazar con aprobar diferentes órdenes ejecutivas para finiquitar las diferencias.

Desde un punto de vista técnico, el DAX continúa con su tendencia alcista tras rechazar la zona de soporte de los 12200 puntos, nivel en el cual se han producido una zona de demanda por parte de los inversores institucionales. Además, vemos cómo lentamente los inversores buscan consolidar los 12900 puntos, lo que nos daría un posible testeo de los 13000 puntos, nivel que el mercado no pudo consolidar durante el pasado mes de julio.

Por otra parte, si los inversores americanos continúan apostando por las subidas que hemos visto los últimos días, es probable que el optimismo pase al índice alemán, el cual podría dirigirse a la parte superior de la principal directriz bajista, es decir, de los máximos decrecientes que ha realizado en gráfico diario.

Por tanto, si el mercado consigue consolidar los 13200 puntos y no se produce ningún evento que genere pánico en los índices de referencia, el DAX podría tener una extensión hasta el siguiente nivel de resistencia en los 13500 puntos, lo que provocaría el cierre del gap realizado tras las fuertes caídas del crash de febrero.

Análisis semanal del DAX