La ralentización de la tercera ola de infecciones no es tan pronunciada como las dos anteriores. La existencia de otras cepas, junto con situaciones críticas en algunos países menos desarrollados (India), es un recordatorio de que la incertidumbre sigue siendo alta en torno a la pandemia, lo que limita el comportamiento (movilidad y gasto).
Tras un comienzo titubeante, la campaña de vacunación en la eurozona sigue una trayectoria alentadora. Este retraso con respecto a Estados Unidos crea una diferencia considerable en cuanto a la disminución de las restricciones sanitarias, la vuelta a la vida (más) normal y la recuperación de la actividad y el empleo.
La crisis de la Covid está resultando más reversible que la crisis financiera mundial de 2008. El shock causado por el gran confinamiento de la primavera de 2020 no tuvo precedentes ni por su gravedad ni por su brevedad. Debido al repentino cierre de las líneas de producción, no hubo un aumento de los stocks, como suele ocurrir en una recesión estándar. Cuando el comercio mundial se reabrió en el verano de 2020, la brecha entre la oferta y la demanda no pudo cubrirse. Como no ha habido destrucción de capital productivo, es probable que estas tensiones sean temporales.
La recuperación posterior a la pandemia parece que será más sólida de lo previsto inicialmente. Se prevé que el PIB mundial en 2022 sea un 6% superior al de 2019.
Las revisiones de las previsiones de crecimiento están relacionadas principalmente con el ritmo de las campañas de vacunación y las medidas de estímulo a corto plazo. En estos dos puntos, los EE.UU. ha ampliado su ventaja sobre otros países desarrollados. Desde enero, las previsiones de crecimiento para los dos años 2021 y 2022 se han elevado en 2,5 puntos en EE.UU. y 0,9 puntos en el Reino Unido, pero se han mantenido sin cambios en la zona euro.
Panorama de la Eurozona
En el primer trimestre de 2021, la actividad se redujo considerablemente con respecto al nivel anterior a la pandemia: Francia -4%, Alemania -5%, Italia -7%, España -9%.
Según ODDO BHF, aunque las condiciones económicas siguen estando muy por debajo de lo normal -lo que confirma que la recuperación de la Eurozona va por detrás de la de Estados Unidos-, las compañías transmiten señales positivas. La recuperación del comercio mundial y el repunte de la demanda externa están beneficiando al sector manufacturero.
Aparte de algunos servicios, especialmente la restauración, el resto de la economía también tiende a recuperarse. La puesta en marcha de las vacunas permitirá en breve levantar la mayoría de las restricciones. A continuación, para la gestora, debería producirse un rebote automático.