Tras las últimas correcciones de las grandes tecnológicas americanas, ¿seguimos apostando por los fondos de este sector?
Consideramos que el sector tecnológico, incluso después de estas caídas, no está barato, es decir, está ligeramente caro. Es verdad que NVIDIA, con la fuerte corrección que ha tenido, está quizás en terreno neutral (antes considerábamos que la compañía estaba cara), pero en general pensamos que es un buen momento para hacer una especie de rotación dentro de las carteras del estilo growth al estilo value. Pensamos que hay sectores más baratos que el tecnológico (que es verdad que no está muy caro), pero consideramos que hay otros sectores como por ejemplo el de utilities o incluso el inmobiliario que deberían beneficiarse de las probables bajadas de tipo de interés por parte de los bancos centrales. Estos sectores son más baratos que el sector tecnológico y, en general, que el segmento growth del mercado.
En un contexto de desinflación y con los tipos de interés ya en fase de bajada, ¿qué sectores están baratos y tienen potencial?
En renta variable vemos diferencias a nivel sectorial. La tecnología no es el sector más barato y hay sectores como el de utilities e inmobiliario que son más baratos, aunque siempre hay que hacer un análisis intrasectorial, es decir, dentro de cada sector puede haber compañías baratas y compañías caras. Pero, en general, seguiría destacando los sectores de utilities e inmobiliario porque son básicamente los que se van a aprovechar de esas bajadas de tipo de interés. A nivel regional seguimos prefiriendo Europa a Estados Unidos, básicamente porque en Estados Unidos el peso de la tecnología es importante y eso influye en las valoraciones regionales. En renta fija veo atractivo en prácticamente todos los tramos; en el tramo corto nos vamos a beneficiar de las supuestas y muy probables bajadas de tipo de los bancos centrales, el medio plazo también debería hacerlo bien porque creo que los temores de recesión harán que prácticamente toda la curva se venga abajo tanto los tramos medio como los tramos largos, pero es verdad que el tramo largo sería el más beneficiado en caso de un escenario de recesión que, de momento, no se ha confirmado. En caso que aumentaran las probabilidades de recesión sería interesante incrementar mucho las duraciones de las carteras e incluir fondos de renta fija de muy larga duración, pero de momento me asentaría más en el corto y en el medio plazo porque las previsibles bajadas de tipos deberían beneficiar directamente a este tipo de fondos.
Los mercados del lujo y del automóvil europeo han enfrentado una importante venta de acciones en las últimas semanas. ¿Ve oportunidades interesantes tras las caídas?
El sector del automóvil lo vemos bastante barato en términos de valoración, aunque es cierto que la certidumbre en cuanto a los flujos futuros es difícil de estimar porque va a depender mucho de las automovilísticas alemanas y de la competencia por parte de China. En este sector las valoraciones son muy bajas y la incertidumbre es muy alta. En cuanto al sector del lujo, no es nuestro preferido aunque es verdad que compañías LVMH, por ejemplo, está ahora desde nuestro punto de vista correctamente valorada, pero viene de un territorio de sobrevaloración muy importante, y esas caídas han hecho que nuestro fair value esté ahora mismo más o menos en línea con la cotización. Con todo, no es un sector especialmente atractivo a nivel de valoración.
El oro se mueve en máximos históricos pero algunos de los valores relacionados con esta materia prima como las mineras Newmont y Royal Gold no han crecido con tanta verticalidad. ¿Por qué esta desconexión? ¿Es buena idea entrar en estas compañías?
Si pensamos que el oro va a seguir subiendo, evidentemente la industria de las mineras de oro debería recuperar ese diferencial que muestra ahora con la materia prima. No es una correlación perfecta pero el tiempo suele corregir esas divergencias que pueda haber entre la materia prima y la cotización de las mineras. Creo que hay razones para ser positivos con el oro: primero las bajadas de tipo de interés por parte de los bancos centrales y también la tendencia de la inflación. Hay que recordar que el oro depende básicamente de los tipos reales, es decir, de los tipos de interés menos la inflación y cuanto más bajos o incluso más negativos sean esos tipos de interés reales mejor para el oro. Todo apunta a que vamos a tener caídas en los tipos de interés y que la inflación se dirija hacia ese famoso 2%, por lo que la tendencia invita a pensar que el oro podría comportarse bien en el corto medio plazo y que, tarde o temprano, es algo que reflejarán las mineras de oro en su comportamiento para recuperar ese diferencial con la materia prima.