En un momento en el que el inmobiliario vuelve a resurgir en España y los inversores ponen nuevamente su punto de mira en el sector, el modelo de las socimi, que ha protagonizado numerosas salidas al MAB en estos últimos años, suena con fuerza. Y Domo Activos es uno de los ejemplos más claros del futuro de este tipo de sociedades, pero también de la especialización y ventajas dentro del negocio.
Primero porque Domo Activos cubre una necesidad social muy demandada en España y que apenas existe: inmuebles residenciales de obra nueva para el alquiler. Su objeto social es la adquisición de suelo para el desarrollo y promoción inmobiliaria de arrendamiento y futura venta, convirtiéndose así en la primera promotora de residencial que hay en el mercado español. Y, segundo, porque de esta forma Domo Activos ofrece a sus accionistas la posibilidad de participar y capturar la rentabilidad de todo el ciclo inmobiliario.
A ello hay que unir las ventajas fiscales de Domo Activos como socimi en el Impuesto de Sociedades -lo que supone un mayor dividendo para el accionista-, y su obligatoriedad de repartir como dividendos el 80% de los beneficios generados por el alquiler y el 50% de las plusvalías generadas por las ventas de los activos. Con todo esto, el atractivo de Domo Activos como vehículo de inversión está más que asegurado para la compañía, que ahora sólo piensa en continuar creciendo en negocio y número de inversores, y seguir contando con la confianza de sus accionistas.