Este lunes hemos amanecido viendo un desplome de la bolsa japonesa, una fuerte subida del yen y un desplome de la rentabilidad de los bonos japoneses. Un tsunami que se va propagando por el resto de los mercados financieros. Pero, ¿por qué y hasta cuándo?

El porqué es sencillo: Japón es un exportador de yenes y nos hemos encontrado que el Banco Central de Japón ha dejado que su moneda se depreciara. El dólar subía frente al yen japonés, llegando a la zona de los 160, por lo que el banco de Japón decidió hace unos días subir los tipos de interés y, junto con el Ministerio de Hacienda de Japón, que lo que están haciendo es comprar yenes y vender dólares, ha provocado una caída del yen.

Esta fuerte caída del yen es la que está detrás de todo lo que estamos viendo en los mercados financieros, desde las caídas de los tecnológicas hasta el desplome del Bitcoin. ¿Por qué? Lo que hace la gente es endeudarse en yenes porque los tipos de interés son muy bajos y, además, el yen se está depreciando de tal manera que por endeudarte en yenes les pagaban dinero. A su vez, con el dinero obtenido en yenes, lo que se hacía era invertir fundamentalmente en aquellos valores que tenían una tendencia más fuerte, como tecnología, y también en bitcoin. Ahora, la cotización del yen se acerca a la zona 140. Con esta caída del dólar (o el equivalente de subida del yen) se está produciendo el siguiente movimiento: todas aquellas personas que estaban endeudadas en yenes están viendo cómo el yen se aprecia y les lleva a unas pérdidas enormes y lo que están haciendo es vender el activo financiero en el que invirtieron el dinero procedente de los créditos obtenidos en yenes que cambiaron a dólares. Por eso las tecnológicas caen. Y lo mismo ocurre en bitcoin. Por lo tanto, venden todo aquello que pueden sin mirar el precio para poder obtener dólares, convertirlos en yenes y cancelar la operación de prestamos.

¿Hasta cuándo puede durar esta situación? Es muy difícil saber el volumen de operaciones que se han hecho de este tipo, operaciones conocidas como "carry trade". Algunos estimas que son 20 billones. De tal manera que hasta que esta gente no capitule, es decir, cierre estas posiciones para vender todo, no terminará. Por otro lado, muchos buscan refugio en bonos japoneses. Si tú tenías yenes y los convirtieres en dólares, ahora lo que quieres es volverlos a convertir en yenes, y lo haces comprando bonos. Y esto está hundiendo las rentabilidades de todos los bonos a nivel global. No porque la economía se esté desacelerando, sino simplemente por un movimiento provocado por el Banco Central de Japón de subir los tipos de interés sobre el yen.