Sara Comenge es CEO de la ONG Valentia, una organización que nació hace 60 años como una asociación de padres que buscaban soluciones para sus hijos con discapacidad intelectual, trastornos del espectro autista y trastornos del desarrollo. Hoy, la organización atiende a 600 personas en la provincia de Huesca y cuenta con 500 profesionales. “Somos una de las empresas que más empleo genera en la provincia”.
Su modelo de trabajo abarca desde la formación y el empleo hasta soluciones de vivienda y atención diurna. “Acompañamos a las personas a lo largo de su ciclo vital, siempre de una manera respetuosa con su dignidad y derechos”, explica. Y es que, aún queda mucho por recorrer y mucho por lo que luchar: “Estas familias que necesitan una ayuda específica, siguen encontrando hoy en España muchísimas dificultades. Dificultades económicas, pero además hay dificultades sociales”. Por ello, afirma que hay países europeos que ponen “muchos más recursos públicos a la hora de apoyar a las familias y a las personas”.
Uno de los factores clave del éxito de Valentia ha sido su apuesta por la gestión eficiente de los recursos públicos con los que cuentan. “Hemos intentado aprender también de las empresas privadas que lo hacen bien y que saben aportar valor en su negocio para trasladarlo a nuestra organización”, comenta Comenge, que añade que se fijan en los emprendedores, lo que les permite, a su vez, innovar. Asegura, además, que las empresas no se desentienden de los problemas sociales. “A veces está ese discurso, pero nosotros no nos encontramos con esa realidad. En lo que conocemos pasa justo lo contrario, cuando a las empresas les explicas las cosas, les das la oportunidad de conocer, les enseñas cómo desde su parte pueden aportar”.
El éxito con el que cuenta la organización, en varios parámetros, se sujeta principalmente en el equipo, explica. “Hay un equipo humano de profesionales que son muy buenas personas y muy buenos profesionales, que trabajamos además muy unidos, muy coordinados con los objetivos comunes muy claros”.
De cara a los próximos años, Valentia quiere “desarrollar proyectos en los que podamos innovar, que podamos ofrecer soluciones diferentes que sean más eficaces y más sostenibles”. Para ello, cree que la tecnología puede tener un papel muy importante. “La tecnología puede dar más autonomía a las personas, con mejores resultados y con más sostenibilidad”.
Esto ha llevado a la ONG a implementar planes estratégicos y sistemas de medición de impacto. “Antes no medíamos nada. Ahora tenemos estrategia financiera, tenemos una estrategia de proyecto… y eso nos permite ser más eficaces, alinear acciones hacia objetivos comunes”, explica. “La razón social no garantiza ni buenas intenciones ni buenos resultados. Se nos tiene que financiar bien, pero se nos tiene que exigir mucho más”.