Determinar cuánto poder de mercado tiene la economía de Estados Unidos es muy difícil, ya que depende de muchos factores difíciles de cuantificar, señala José Luis Cava. “ Todo el mundo se ha centrado en el precio de las importaciones, pero la clave está en el precio de las exportaciones, por dos motivos. Primero, es evidente que habrá represalias tanto en China como en Canadá e incluso con México. Esto supone que nos enfrentaremos a una guerra comercial que reducirá los niveles de comercio”.

Si hay represalias, continúa, el precio de las exportaciones de Estados Unidos se incrementará, lo que reducirá el volumen de ventas de los exportadores estadounidenses. Por lo tanto, este sector se verá perjudicado. Además, esta guerra arancelaria hará que el dólar se aprecie, lo que encarecerá aún más los productos y servicios norteamericanos en el exterior. Como resultado, el sector exportador será el más afectado. “Esta es la razón por la que Trump y su equipo quieren evitar la apreciación del dólar, aunque será difícil”.

¿Cómo han determinado que un incremento óptimo de los aranceles de 20 puntos porcentuales es el adecuado? El jefe del Consejo de Asesores de la Casa Blanca ha publicado diversos artículos y estudios. Es doctorado en Harvard y su tutor de tesis es un economista eminente. Pero el experto expone, después de analizar sus últimos trabajos, que cree que ha determinado el 20% basándose en un modelo muy sencillo, el que se explica en las universidades norteamericanas. “Pero ese es un modelo pedagógico, no uno real. Determinar que el nivel óptimo de aranceles es del 20% no tiene el fundamento suficiente”

¿Por dónde puede descarrilar la política arancelaria de Trump? Para el analista, por la apreciación del dólar. “En sus trabajos insiste en que el dólar se ve perjudicado porque los bancos centrales tienen una demanda muy fuerte para tener reservas denominadas en dólares. Y también se queja porque regulaciones como Basilea III favorecen la inversión en dólares y en bono estadounidense”. Cava argumenta que, en este caso, Estados Unidos sufre las consecuencias de tener la moneda de reserva mundial.

Esto se conoce como la paradoja de Triffin, explica. “Efectivamente, hay una demanda inelástica de dólares por parte de los bancos centrales; no depende de los tipos de interés, sino que es una decisión tomada directamente por los bancos centrales”.

El dólar se aprecia, indica, “porque los inversores privados de todo el mundo invierten en Estados Unidos, porque ven que es una economía próspera y que no hay alternativas en otros países”. Por lo tanto, según Cava, el dólar se aprecia por una demanda inelástica por parte de los bancos centrales y una demanda elástica por parte de inversores particulares y fondos de inversión, que consideran a Estados Unidos un lugar apropiado para colocar sus recursos.

A la conclusión que llega es que a medio y largo plazo, el dólar se apreciará. “A corto plazo intentarán evitarlo, porque por esta vía descarrilaría la política arancelaria de Donald Trump”. Por eso, el secretario del Tesoro de Estados Unidos y el propio Elon Musk están tratando de reducir el déficit público como sea, para hacer caer los tipos de interés a 10 años y reducir la presión alcista sobre el dólar.

¿Puede una herramienta auxiliar de la política económica, como la política arancelaria, solucionar los problemas de la economía estadounidense? Para el economista, obviamente no. “Se necesita una política económica más rica y con más herramientas. Van a tener que reducir los impuestos a los exportadores. Deberán adoptar medidas para incentivar la inversión, y ya lo ha dicho Trump, ofrecerá beneficios fiscales para convertir a Estados Unidos en un paraíso para los inversores, para compensar la pérdida de exportaciones”.